Producción de lavanda en finca La Cazadora. propiedad de Marcelo Domesi ubicada en calle Cubillos Distrito de Pareditas, San Carlos, Mendoza.

en una recorrida por la mencionada finca y siendo testigo y participante de la cosecha de Lavanda y tener el placer de saborear productos elaborados con esta hermosa yerba aromática, degustar unos alfajores,Torta y otras delicias todas contenían Lavanda. Y les cuento un vino tinto elaborado con uvas de la vid de la finca que no contiene absolutamente nada de químicos, todo allí es orgánico, por lo tanto son sabores distinto a lo que esta acostumbrado nuestro paladar.

se procede a cortar la lavanda con una herramienta llamada Chuna la cual también se usa en la corta de orégano, se lleva la lavanda a la sombra colocándose sobre  implementos que faciliten el secado.

CHAÑARES DE LA INDIA MUERTA

 CHAÑARES DE LA INDIA MUERTA-TUNUYÁN-MENDOZA

 



Todo era apacible en la honda cañada, por donde corre el arroyo grande. Una familia de huarpes, tenía allí sus viviendas, cobijadas sobre la misma ladera del cerro.

 La joven Masía, vivía en una de ellas con su esposo, al que se había unido poco meses antes. A un no se acostumbraba al nuevo lugar, ni a las costumbres de los parientes de su marido, pues provenía  del norte, donde había nacido veinte años antes. 

 Ese día volvía de juntar leña, cuando... ¡cosa rara! Le pareció escuchar, desde lejos, ruidos y gritos en el caserío. Más cerca comprobó, ya asustada, que algo grave pasaba, pues desde un tumulto de peleas, se oían llantos y maldiciones. Entre unos matorrales, encontró a su sobrina mayor, llorando acurrucada, la que sollozando, le dijo que habían sido atacados por los indios del sur quienes habían matado a los hombres, para llevarse cautiva a las mujeres.

 masía decidió que no aceptaría ese triste final, ella escaparía. Intentó que su sobrina, lo hiciera con ella, pero al no conseguirlo, por estar aquella como paralizada, emprendió sola la fuga. No sabía hacia dónde ir, pero ella no sería prisionera de esos bandidos pendencieros. 

  Su joven cuerpo, fue recibiendo a  poco andar, el rigor de las espinas, de las filosas piedras, y de las duras ramas del monte. La noche la sorprendió, con su manto helado. Masía comprendió, que debía encontrar donde resguardarse.

  Un bosquecillo de chañares, se recortó distante. La sangrante figura, se arrastró agotada sangrante hasta el, buscando un poco de protección. Pero no fue suficiente, la quemante sed  y el intenso frío, acabaron pronto con la vida de masía.

 El amanecer, dibujo contra la dorada montaña, a ese grupo de árboles, como velando a sus restos. El bosquecillo que aún existe, da nombre hoy al lugar que conocemos como LOS CHAÑARCITOS DE  LA INDIA MUERTA.

 En homenaje a aquella mujer que prefirió perder la vida antes que perder su amada LIBERTAD. FIN  

RECOPILACION HERIBERTO MONTIEL  

 

 

Encuentro en Cajamarca: Pizarro captura a Atahualpa

Uno de los momentos más dramáticos de la relación entre españoles e indígenas americanos fue el encuentro entre el emperador inca Atahualpa y el conquistador español Francisco Pizarro en la ciudad de Cajamarca, en el altiplano peruano, el 16 de noviembre de 1532.

16 DE NOVIEMBRE DE 2020 - 00:08

 

La captura de Atahualpa. Óleo de Juan B. Lepiani, pintor peruano (1864-1932).

 

POR MIGUEL A. HERNÁNDEZ

Atahualpa era monarca absoluto del estado más extenso y avanzado del Nuevo Mundo, mientras que Francisco Pizarro representaba a Carlos I de España, por entonces el Estado más poderoso de Europa. Pizarro, al mando de un grupo de 168 soldados españoles, desconocía el terreno, nada sabía sobre los habitantes de la región y estaba totalmente fuera de contacto con los españoles más cercanos (eventuales refuerzos). Atahualpa, en cambio, estaba en el centro de su imperio y rodeado por su ejército de decenas de miles de soldados. Sin embargo, Pizarro capturó a Atahualpa apenas unos minutos después del comienzo del encuentro entre ambos.

Pizarro tuvo a Atahualpa como prisionero durante ocho meses, tiempo durante el cual obtuvo el mayor rescate de la historia, a cambio de la promesa de liberarlo. Sin embargo, después de completarse la entrega del rescate –suficiente oro como para llenar completamente una sala de unos 6 metros de largo por 5 m de ancho y 2,5 m de alto, toda llenita, eh– Pizarro renegó de su promesa (un hombre de palabra, se ve) y ejecutó a Atahualpa.

 

Grabado del siglo XVII que representa la captura de Atahualpa en la plaza de Cajamarca.

La captura de Atahualpa fue decisiva para la conquista europea del imperio inca y provocó que dicha conquista fuera más rápida y mucho más fácil. Atahualpa era venerado por los incas como dios-sol y ejercía una autoridad absoluta sobre sus súbditos, que seguían obedeciendo sus órdenes aún mientras permanecía cautivo. La situación de cautiverio del emperador permitió además que Pizarro enviara partidas de soldados en exploración hacia otros lugares del imperio sin que fueran molestadas, y le dio tiempo para solicitar refuerzos a Panamá. Así, cuando comenzó finalmente la lucha entre españoles e incas tras la ejecución de Atahualpa, las fuerzas españolas eran mucho más importantes y temibles.

Pero... ¿cómo pudo Pizarro capturar a Atahualpa con tal diferencia de fuerzas? Sencillamente, porque esa “diferencia” no era tal. Había diferencia de soldados, eso es indiscutible. Pero la calidad del “armamento” era tan pero tan diferente a favor de Pizarro y sus muchachos que la comparación resulta hasta burda. La enorme ventaja militar de Pizarro y sus hombres residía en que poseían armas de acero (los factores más decisivos de todos: espadas, lanzas y puñales), armaduras de acero, armas de fuego (arcabuces, el factor menos importante, ya que solo contaban con algo menos de veinte) y caballos. Cuatro elementos imposibles, no ya de vencer, sino directamente de combatir por las huestes de Atahualpa que, además de no tener animales sobre los cuales montarse o cabalgar para librar una batalla más o menos pareja, solo podían oponer palos, mazas y hachas de mano de piedra, bronce o madera, además de hondas y algunos acolchados usados como armaduras. Este desequilibrio en cuanto al equipamiento fue decisivo en los enfrentamientos (y lo fue en cada batalla entre los españoles y los indígenas americanos). Recordemos que los rifles y los caballos eran desconocidos al principio por los indígenas americanos, ya que fueron llevados a América por los europeos; asimismo, fueron con el tiempo transformando a las sociedades indias que los adquirían. Gracias a su dominio de los caballos y los rifles, los indios de las llanuras de América del Norte, los araucanos del sur de Chile y los indios de la pampa argentina rechazaron a los invasores “blancos” durante mucho más tiempo que los otros indígenas americanos, y solo sucumbieron tras grandes operaciones militares de los ejércitos de los gobernadores “blancos” en las décadas de 1870, 1880, etc., o sea, mucho después de la época en la que se desarrolla este encuentro entre Pizarro y Atahualpa.

 

Dibujo de Guamán Poma de Ayala que representa a Atahualpa en Cajamarca, sentado en su trono o usno y acompañado de sus guerreros. Delante de él están Francisco Pizarro.

Pero volvamos a Cajamarca y veamos cómo fueron los hechos puntualmente. Pizarro llegó a Cajamarca el viernes 15 de noviembre de 1532. Se instaló en la plaza con su gente y envió un mensajero a decirle a Atahualpa que quería entrevistarse con él. Atahualpa le contesta con un emisario propio que sí, que irá a verlo, pero que irá con su gente y que irán armados. Pizarro le manda entonces este mensaje: “di a tu señor que venga en buena hora como quisiere, que de la manera que viniere lo recibiré como amigo y hermano”. Un embustero de primera, hay que decirlo.

Pizarro mandó al general Hernando Pizarro y a los capitanes Soto, Mena y Belalcázar, armados y a caballo, a que ocuparan lugares estratégicos con parte de los soldados, mientras que Pedro de Candía era el responsable de los tiradores en lugares elevados y ocultos alrededor de la plaza. Lo que se dice, una emboscada típica. Sabían que eran muchos menos en cantidad, pero las diferencias de equipamiento señaladas anteriormente les daban absoluta confianza.

El asunto es que atardecía y Atahualpa no aparecía. Pizarro manda otro emisario a pedirle a Atahualpa que venga de una vez, ya que quería encontrarse con él antes de que se hiciera de noche. Este emisario vuelve diciendo que ahí vienen, y que la gente que viene con el emperador tiene armas secretas debajo de las libreas, que eran “jubones (casacas que iban de los hombros a la cintura) de algodón fuertes y talegas de piedra y hondas, y que le parecía que traían “ruin intención”.

Sin embargo, cuando al fin llegan Atahualpa y su gente (unos diez mil indios), resultó que venían con banderas, bocinas, patenas y coronas de oro, llevando a su emperador entre varios y elevado sobre sus hombros. Pizarro envía primero a un fraile (cuándo no), fray Vicente de Valverde (fraile dominico), quien se acercó a Atahualpa con una Biblia y una cruz en sus manos y le dijo: “yo soy un sacerdote de Dios, y enseño la los cristianos las cosas de Dios; y así mismo vengo a enseñar a vosotros. Lo que yo enseño es lo que Dios nos habló, que es lo que está en este libro. Y por tanto, de parte de Dios y de los cristianos, te ruego que seas su amigo, porque así lo quiere Dios; y ve a hablar con el Gobernador (Pizarro), que te está esperando”. O sea, la conocida perorata conquistadora. Los incas hablaban quechua, pero seguramente el fraile se hizo entender (además, como en todas las épocas, siempre hay un traductor por ahí buscando una changa). Las versiones varían de aquí en adelante, se dice que Atahualpa tomó el libro, que no podía abrirlo (!!), que el fraile quiso hacerlo, que Atahualpa le apartó el brazo con desdén, que finalmente Atahualpa le dijo algo así como “bien sé lo que han hecho por el camino, cómo han tratado a mis caciques y tomado la ropa de los bohíos (pequeñas casuchas elevadas donde se guardaban cosas)”. El fraile le contestó que no, que no habían hecho eso, que la ropa esa “se las habían traído unos indios”, bla bla. Atahualpa le dice que quiere que le devuelvan lo que han robado, que no se irá de ahí “hasta que toda me la traigan”.

 

El fraile se excusó, se alejó, Atahualpa estaba empacado, quería un poco más de respeto (en definitiva estaba en su casa y era el emperador, qué es eso de que soy yo el que tiene que moverse...), y así siguió un conciliábulo de histeriqueos hasta que un tiro de ballesta aterrizó en las huestes de Atahualpa. Se generó una batalla, murieron más de dos mil indios y muchos más fueron heridos. Finalmente Atahualpa fue llevado ante Pizarro, tomado como botín de guerra, retenido y chantajeado, como fue dicho. Historia conocida.

¡Ah! Un detalle... ¿Por qué estaba Atahualpa en Cajamarca? Atahualpa y parte de su ejército estaban en Cajamarca porque acababan de vencer en batallas decisivas de una guerra civil que dejó a los incas divididos y vulnerables (Pizarro sabía de esas divisiones y las aprovechó). Y la razón de la mencionada guerra civil de los incas... fue que una epidemia de viruela (adivinen de dónde vino) propagada desde el norte de Sudamérica con la llegada de los colonizadores españoles había causado la muerte del emperador inca Huayna Cápac, de la mayoría de su corte y de su heredero, Ninan Cuyuchi, hacia 1526. estas muertes precipitaron la lucha por el trono y el poder entre Atahualpa y su medio hermano Huáscar. De no haber sido por esa epidemia, los españoles hubieran enfrentado a un imperio inca fuerte y unido. Armas, acero, caballos... y virus. Así gana cualquiera, eh.

por Miguel Hernandez 

Recopila H.Montiel

 

 

Hilario Ascasubi, el coronel gaucho

Hilario Ascasubi fue, además de militar y diplomático, uno de los primeros poetas argentinos que recurre al lenguaje gauchesco para otorgarle identidad a su obra.

17 DE NOVIEMBRE DE 2020 - 00:00

 

 

POR OMAR LÓPEZ MATO

Hilario Ascasubi nació bajo las estrellas en Fraile Muerto (provincia de Córdoba). Muchos creen que nuestro destino está escrito en el firmamento, quizás estaba en ellas el futuro del primer gran poeta gauchesco. Vale aclarar que el mismo Hilario Ascasubi no se reconocía como el primer poeta gauchezco, ya que atribuye éste mérito a Juan Gualberto Godoy, quien en Mendoza publicó versos imitando las expresiones de los paisanos, aunque fue Ascasubi quien alcanzó trascendencia con su obra. Sarmiento, por su parte, afirma que fue el oriental Bartolomé Hidalgo el creador del género.

A Hilario Ascasubi le decían “el mulato”, por su pelo alborotado y rebelde, “de fácil sonrisa, vivos ojos y además desenvuelto”.

Hilario conoció el mundo desde muy joven. A los doce años se había embarcado con rumbo a EE.UU., pero la nave fue apresada por los portugueses y conducida a Lisboa. El joven logró escapar y por un tiempo recorrió Europa, viajó por Norteamérica y finalmente volvió a la patria en1822, después de pasar por California, Chile y Bolivia.

En Salta, Hilario dirigió la imprenta que había pertenecido en Buenos Aires a los “Niños Expósitos”, con ella editará la Revista de Salta, donde escribió sus primeros versos celebrando la victoria de Ayacucho.

En 1825 se alistó en el ejército que se dirigía a Brasil, en el batallón de Cazadores, al mando de José María Paz. Se destacó en Ituzaingó, ocasión en la que fue condecorado. Siguió a Lavalle en su revolución decembrista. Unitario convencido, sufrió la persecución del rosismo. Obligado a buscar el exilio en Montevideo, desarrolló las más variadas tareas para sobrevivir (ente ellas, fue administrador de la lotería, y panadero en sociedad con el general Gelly y Obes).

Desde 1830 en adelante publicó varios textos en tono gauchesco, contrarios a la gestión de Rosas, del que era un ferviente opositor.

En 1846 escribió “Paulino Lucero”, poema en el que narra en versos autóctonos los triunfos de la guerra de la Independencia. La segunda edición se la dedicó a Urquiza, de quién fue edecán durante la campaña de Caseros. Sin embargo, después de la victoria sobre Rosas, Ascasubi abrazó la causa porteñista de Mitre.

En 1855, junto a Héctor Varela y Carlos Pellegrini, formó una sociedad para la explotación del Teatro Colón.

 

En 1860, el mismo Mitre le encargó trasladarse a Europa para la contratación de mercenarios, soldados europeos desempleados que podían asistir al ejército porteño en su lucha contra la Confederación.

Estando en París, visitó la tumba de Alfred Musset en el cementerio del Père Lachaise, donde plantó un sauce criollo, honrando el deseo del poeta francés, quien había dicho:

“Amigos míos, cuando me muera

plantad un sauce en el cementerio

como sus ramas desconsoladas

su palidez amada es suave

y su sombra será ligera

a la tierra en que dormiré”.

En 1872 recogió su poemario nacional en tres tomos, Santos Vega (o Los mellizos de la flor), son las payadas en las que se describen la vida en las estancias reflejando sus usos y costumbres. Completa la trilogía con Aniceto, el gallo y Paulino Lucero.

Hilario Ascasubi murió en 1875, a poco de regresar de Francia. Su cuerpo fue inhumado en La Recoleta, donde una estatua recuerda a este coronel que tenía la ductilidad de participar de una payada con sus versos inspirados o visitar los más elegantes salones de París para recitar poemas de su admirado Musset.

Recopila H. Montiel

 

 

CRISTOBAL COLON.

Lo que trajo Cristóbal Colón y no se enseña en los colegios.

El Reino de terror de Colón es uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia.

Sorprendentemente, Colón supervisó la venta de niñas nativas a la esclavitud sexual.

Las niñas de 9 a 10 años eran las más deseadas por sus hombres. En 1500, Colón escribió casualmente sobre ello en su diario. Dijo:

"Cien castillos son tan fáciles de conseguir para una mujer como para una granja, y esto es muy general y hay muchos traficantes que buscan niñas; las de nueve a diez años están ahora en demanda."

Obligó a estos pacíficos nativos a trabajar en sus minas de oro hasta que murieron de agotamiento. Si un trabajador "indio" no entregaba toda su cuota de polvo de oro antes de la fecha límite de Colón, los soldados le cortaban las manos y se las ataban al cuello para enviar un mensaje. La esclavitud era tan intolerable para esta dulce y gentil gente de la isla que en un momento cien de ellos se suicidaron en masa. La ley católica prohibía la esclavitud de los cristianos, pero Colón resolvió este problema. Simplemente se negó a bautizar a los nativos de La Española.

En su segundo viaje al Nuevo Mundo, Colón trajo cañones y perros de ataque. Si un nativo se resistiera a la esclavitud, le cortaría una nariz o una oreja. Si los esclavos trataban de escapar, Colón los quemaba vivos.

Otras veces, enviaba perros de ataque para cazarlos, y los perros arrancaban los brazos y las piernas de los nativos que gritaban mientras aún estaban vivos. Si los españoles se quedaron sin carne para alimentar a los perros, los bebés arahuacos fueron matados para comer.

Los actos de crueldad de Colón fueron tan indecibles y tan legendarios - incluso en su época - que el gobernador Francisco De Bobadilla arrestó a Colón y a sus dos hermanos, los ató con cadenas y los envió a España para que respondieran por sus crímenes contra los arahuacos. Pero el rey y la reina de España, con su tesoro lleno de oro, perdonaron a Colón y lo liberaron.

Uno de los hombres de Colón, Bartolomé De Las Casas, estaba tan mortificado por las brutales atrocidades de Colón contra los nativos que dejó de trabajar para Colón y se convirtió en un sacerdote católico. Describió cómo los españoles bajo el mando de Colón cortaban las piernas de los niños que huían de ellos para probar el filo de sus cuchillas. Según De Las Casas, los hombres hacían apuestas sobre quién, con un solo golpe de su espada, podía cortar a una persona por la mitad.

Dice que los hombres de Colón derramaron gente llena de jabón hirviendo. En un solo día, De Las Casas fue testigo ocular cuando los soldados españoles desmembraron, decapitaron o violaron a 3000 nativos. "Se cometieron tales inhumanidades y barbaridades a mis ojos como ninguna edad puede ser paralela", escribió De Las Casas. "Mis ojos han visto estos actos tan extraños a la naturaleza humana que ahora tiemblo mientras escribo."

De Las Casas pasó el resto de su vida tratando de proteger a los indefensos nativos. Pero después de un tiempo, no quedaban nativos que proteger. Los expertos coinciden en general en que antes de 1492, la población de la isla de La Española probablemente superaba los 3 millones de habitantes. A los 20 años de la llegada de España, se redujo a sólo 60.000. En 50 años, no se pudo encontrar ni un solo habitante nativo original.

En 1516, el historiador español Pedro Mártir escribió:

"Un barco sin brújula, gráfico o guía, pero sólo siguiendo el rastro de los indios muertos que habían sido arrojados de los barcos donde podían encontrar su camino desde las Bahamas hasta La Española."

Cristóbal Colón obtuvo la mayor parte de sus ingresos de la esclavitud, observó De Las Casas. De hecho, Colón fue el primer traficante de esclavos de las Américas. Cuando los esclavos nativos murieron, fueron reemplazados por esclavos negros. El hijo de Colón se convirtió en el primer comerciante de esclavos africano en 1505.

 

Fuentes: Trata de esclavos -asesinos en masa- colón central irlandés- Libro de Todorov la conquista de America. Estractos de Bartolome de las Casas.

Apunte biobibliográfico de Bartolomé de las Casas

 

Bartolomé de las Casas nació en la colación de San Salvador, en el centro de Sevilla, en una familia de panaderos, quizá de ascendencia judeoconversa y probablemente en 1484. Su andadura americana se inicia cuando en 1493 su padre fue a las Indias en el segundo viaje de Cristóbal Colón, con cuya familia se mantendría siempre muy relacionado el propio Bartolomé. En 1502 padre e hijo se integran en la expedición de Nicolás de Ovando, nuevo gobernador de la Española, y participan en la conquista de los cacicazgos orientales de la isla, que se habían alzado contra el poder colonial. Veinticinco años después, el padre Las Casas recordará en su Historia de las Indias la alegría, a primera vista incomprensible, con que antes de desembarcar les fue dada la noticia de este levantamiento: la guerra que se avecinaba significaba gran provecho, puesto que les permitiría hacer prisioneros que serían legalmente esclavos, a diferencia de las irregulares capturas y ventas de indios pacíficos, objeto de investigaciones y prohibiciones por parte de la administración.

El joven Bartolomé había recibido la tonsura en Sevilla, lo que le autorizaba a ejercer de doctrinero, o catequista de indios; pero también fue soldado, y tras la guerra, como cualquier conquistador, obtuvo indios esclavos y de repartimiento, con los que inició una labranza junto al río Janique, cerca de Santiago. Su amistad con la familia Colón le lleva a Roma en 1506-07, acompañando al hermano del Almirante, y allí se ordena de sacerdote. Regresa a la Española, donde dice la primera misa nueva de América y continúa con sus explotaciones, que pronto abandona para seguir a su amigo Diego Velázquez a la conquista de Cuba, donde será capellán de la compañía de Pánfilo de Narváez (1512-1514). Obtuvo por ello un repartimiento de indios en Canarreo, cerca de Trinidad, pero renunció al mismo a los pocos meses, impresionado por la enorme mortandad causada en la isla.

Comienza entonces su lucha en defensa de los indios, compaginando desde este primer momento la integridad moral, la habilidad política y la osadía que siempre distinguirán sus actuaciones, a través de las diversas fases de su vida y obra: viaja a España y va a ver a Fernando el Católico para leerle un memorial sobre lo que estaba sucediendo en Cuba, primero de la larga serie de escritos de denuncias y de remedios con que azotará la corte durante toda su vida. A la muerte del rey se entrevista con los regentes Cisneros y Adriano de Utrech y les dirige el Memorial de remedios para las Indias de 1516, un plan de reforma basado en la explotación agrícola por parte de labradores castellanos e indios libres, con el cual Las Casas participa de lleno en la literatura utópica de su momento, y que no en vano ha sido comparado con la Utopía de Tomás Moro, publicada en el mismo año. Por primera vez, y desde luego no la última, se concebía para América el plan de un mundo ideal que incluía minuciosos detalles sobre el establecimiento y regimiento de pueblos nuevos, con modos de producción capaces de asegurar la subsistencia de la comunidad y el pago de beneficios a la corona. La mera explotación del indio quedaba substituida por un período de evangelización e instrucción en técnicas agrícolas europeas, y por la fusión de las razas que resultaría de la convivencia. El idealismo del proyecto le destinaba al fracaso, pero era la etapa lógica tras denunciar la destrucción: cuando el retorno al Paraíso, creación de Dios destruida por el hombre, se hace imposible, se piensa necesariamente en la creación de su sucedáneo utópico. Las Casas no lograría llevar su utopía a sus últimas consecuencias, pero sí que los regentes pusieran el gobierno de la Española en manos de tres frailes jerónimos, como expertos en explotaciones agrícolas, con Las Casas como consejero (1517). El fracaso de este modelo fue inmediato: los nuevos gobernadores se dejaron ganar por los intereses de los colonos y el protector de indios regresó a España, donde consiguió hacerse oír por Carlos I y sus ministros y promover otros dos proyectos de corta vida: el primero, para colonizar La Española con labradores castellanos, fue abortado en la misma corte; para el segundo, Las Casas obtuvo una capitulación que le convertía en verdadero empresario dedicado a poblar y hacer rentables, sin más españoles que los misioneros, 200 leguas de costa venezolana, junto a la península de Paria, iniciativa que también fracasó rápidamente una vez sobre el terreno, debido a su enfrentamiento con los explotadores de perlas de la isla de Cubagua (1521). La mención en ambos planes de la necesidad de importar algunos esclavos africanos, perfectamente rutinaria dentro de los parámetros legales y morales del momento, está en el origen del extendido mito de que fue el padre Las Casas quien inició la trata de esclavos que a lo largo de los tres siglos siguientes sería el oprobio de América.

Termina así su fase de promotor de empresas utópicas, con un profundo desengaño que le lleva a hacerse fraile dominico y recluirse en Santo Domingo, de donde saldrá para fundar el convento de su orden en Puerto Plata. Es quizá el período más sosegado de su vida, sin viajes transatlánticos ni intervención directa en los asuntos de Indias, y por lo mismo el más importante de su formación intelectual: estudia leyes y teología, y mantiene una creciente correspondencia con la corte y con amigos de España, siempre sobre asuntos relacionados con la defensa de los indios. A estas actividades añade entonces una de las que con más justicia le han hecho célebre: la de historiador; en Puerto Plata y hacia 1527 emprende una ambiciosa Historia de las Indias, donde pensaba organizar en décadas las numerosas noticias y documentación que iba acumulando. El proyecto fue semiabandonado en la vorágine de viajes y actividad política de 1534-1550, y recibió un nuevo impulso en 1552, cuando Las Casas, residiendo en Sevilla, tuvo ocasión de utilizar la biblioteca de Hernando Colón. La Historia de las Indias no supera el año 1520, es decir, cubre tres décadas de las cinco o seis que podría haber tenido; con todo, su importancia para la historiografía indiana es difícil de exagerar, por la cantidad de información de primera mano que contiene, tanto testimonial como referida, y porque, a pesar de no haber sido publicada hasta el siglo XIX, uno de sus manuscritos fue fuente principal, directa o indirecta, para gran parte de los historiadores posteriores, a partir de Antonio de Herrera.

En 1534, las noticias llegadas de la conquista del incario animan a Las Casas a ir a misionar al Perú, pero el viaje se frustra, y tiene que conformarse con iniciar un período de gran actividad en Nicaragua y Guatemala, donde concibe el proyecto de evangelización pacífica, sin colonización, del territorio de Tuzulutlán (actual Vera Paz). Fruto de ese momento de preocupación acerca de los métodos misionales es De unico vocationis modo, donde desde una perspectiva erasmista defiende la práctica de una verdadera evangelización, distinta de la cristianización forzosa y los bautizos en masa practicados por los franciscanos, que desde la perspectiva lascasiana eran una estratagema que permitía a los encomenderos hacer trabajar constantemente a los indios, sin darles el tiempo de descanso estipulado para su formación religiosa, puesto que formalmente ya eran cristianos. Además, estas conversiones, pese a ser pro forma, ponían a los indios bajo poder de la Inquisición, que de este modo podía perseguirlos por cuestiones de moral y dogma que ellos desconocían.

Para lograr los permisos y suministros necesarios para su nuevo proyecto, y con el apoyo de los cuatro obispos de Nueva España, que le encargan presentar diversas peticiones al Emperador, Las Casas vuelve a la Península en 1540. Esta vez entró por Lisboa, y allí tuvo lugar otra de sus «conversiones»: los dominicos que le alojan en el convento de São Domingos le transmiten su preocupación por la trata de esclavos negros, para entonces más pujante que la de los indios. Lo que allí aprende sobre la captura de esclavos en las costas de Guinea le hace convertirse en enemigo de cualquier esclavitud, y en su Historia de las Indias no dejará de confesar con amargura el error de sus propuestas de veinte años antes. En 1542, en Valladolid, inicia su período de más influencia política en la corte: lee ante el Consejo de Indias una versión previa de la Brevísima relación, un catálogo de los crímenes cometidos en la conquista, y hace otras denuncias, logrando del Emperador una investigación y consiguiente purga entre los miembros del corrupto Consejo e impulsando la promulgación de las Leyes Nuevas (1542), que él mismo repudiaría más adelante porque nacieron privadas de las provisiones que podrían haberlas hecho realmente útiles. Las Casas parecía haber llegado al zenit de su carrera con la concesión en 1543 del prestigioso y rico obispado del Cuzco; sin embargo lo rechazó, obteniendo en cambio el muy pobre de Chiapas. El trueque es muestra a la vez de su desencanto y de su idealismo: mientras que en el Perú los excesivos intereses económicos de los colonos no prometían nada bueno para los reformadores, Chiapas incluía entonces el territorio no colonizado de la Vera Paz, donde Las Casas todavía soñaba con encontrar la inocencia primigenia del paraíso, para cristianizarlo sin el concurso de colonos. Su fracaso en esta nueva fase fue casi inmediato, pues pronto se enfrentó violentamente con los colonos españoles, que no le perdonaban su supuesto papel en la redacción de las Leyes Nuevas, sobre todo porque impedían que las encomiendas se perpetuasen mediante la herencia. Tampoco consentían que usase la excomunión como arma para combatir los abusos cometidos, en especial la esclavitud irregular. De esta época son sus Avisos y reglas para los confesores, o Confesionario, pequeño manual con contenidos tan espinosos para el proyecto colonial que los sacerdotes tenían que mantenerlo en secreto, en previsión de problemas como los que más adelante tendría su autor, que a su regreso a España fue acusado nada menos que de poner en duda en él el derecho del Emperador a la posesion de las Indias. En conjunto, Las Casas estuvo poco más de un año en su diócesis (1545-46). Tras pasar por México y presentar ante los otros obispos de Nueva España su Tratado de los indios que se han hecho esclavos, regresa a España (1547), de forma definitiva, en principio para denunciar el incumplimiento de las Leyes Nuevas, aunque en realidad como resultado de su fracaso en Chiapas, que se sentía incapaz de superar sin una reforma radical, no ya de la legislación indiana, sino de su administración.

Su actividad política fue incesante en este período: empezó por usar su predicamento sobre el Consejo de Indias para impedir que Juan Ginés de Sepúlveda publicase su Democrates alter o de las justas causas de la guerra contra los indios, donde el humanista cordobés, haciendo uso de su rica cultura clásica, defiende que los conceptos aristotélicos de esclavitud natural y legal se podían aplicar a los indios de América y que por tanto eran justas las guerras de conquista. Sepúlveda se vengó denunciando a Las Casas ante la Inquisición por poner en duda en su Confesionario el derecho de los Reyes Católicos a la conquista de las Indias, golpe bajo digno del entorno político en que se enfrentaban ambos, al cual Las Casas tuvo que responder apresuradamente con su Tratado comprobatorio del imperio soberano...., donde afirma la validez de las bulas de Alejandro VI que concedieron las Indias a los reyes de Castilla, pero recordando que tal concesión iba unida a la obligación de evangelizar a los indios y asegurar su bienestar.

Los ruidosos enfrentamientos de los últimos años entre Las Casas y Sepúlveda difundieron la noción de que ambos personajes eran las cabezas visibles de dos modos de ver la realidad americana, y el Consejo de Indias organizó un debate público para que defendiesen sus ideas ante varios jueces que habrían de determinar quién había argumentado mejor su parte, de donde se esperaban consecuencias en la futura política de Indias. El debate quedó inconcluso, pues los jueces no llegaron a pronunciarse, pero la historia le ha dado una fama mayor que a otros momentos más eficaces de la vida de Las Casas, probablemente debido a su carácter dramático, con las dos posturas representadas por dos voces, y por el logro que supuso para él detener todas las guerras de conquista hasta que los jueces determinasen el vencedor.

En 1552, hizo su última gran aparición en público, al mandar imprimir en Sevilla su coleccion de Tratados, opúsculos de diverso contenido escritos en años anteriores: unos destinados a servir de guía a los misioneros, otros dirigidos a los gobernantes que en aquellos días habían de decidir si se reemprendían las guerras de conquista, interrumpidas desde el debate con Sepúlveda.

Aun viajando mucho, desde su regreso de Chiapas residía principalmente en Valladolid, primero en el convento de San Pablo, luego en el contiguo colegio de San Gregorio, desde donde continuó su actividad en pro de los indios americanos, escribiendo sin cesar epístolas y memoriales, obras jurídicas (De Thesauris) e históricas: le da a la Historia de las Indias la configuración en que hoy la conocemos, añadiéndole abundantes materiales extraídos de la biblioteca de Hernando Colón y de otras fuentes, y le desglosa las noticias de historia natural para constituir con ellos la monumental Apologética historia sumaria, obra con que inaugura la moderna antropología cultural.

Vive sus últimos cinco años en el convento de Atocha de Madrid, donde muere el 18 de julio de 1566. Por decisión testamentaria, sus papeles deben quedarse en el colegio de San Gregorio de Valladolid y no ser leídos por extraños ni publicados hasta pasados cuarenta años de su muerte, cláusula que se cumplió sólo en parte, pues en 1571 Felipe II ordenó trasladar al Escorial todo el acervo lascasiano y ponerlo a disposión y cuidado de su cronista oficial, Antonio de Velasco. De este modo, su obra de historiador empezaba a marcar el camino a historiadores posteriores, aun sin ser publicada hasta 1874. Su obra jurídica también dormiría hasta 1822, cuando algunos de sus Tratados fueron publicados en París por el ilustrado exiliado Juan Antonio Llorente, en el contexto de su apoyo a las independencias americanas. Distinta fortuna tuvo la Brevísima relación, su obra más conocida: su violento contenido de denuncias la hizo pronto instrumento político de primera clase, y a partir de 1578 fue insistentemente reeditada en holandés, y luego en francés, inglés, alemán, latín e italiano: holandeses contra castellanos, protestantes contra católicos, criollos contra metropolitanos, rivales en la primacía del poder colonial... las lecturas de la Brevísima, empujadas por los intereses políticos, han sido muy numerosas, convirtiéndola en uno de los panfletos de éxito más duradero y versátil que se conocen. Es esta obra la principal responsable de la polarización de actitudes existentes ante la figura de Las Casas a través de la historia: unos le ven como un santo dedicado a la defensa de los indios y la denuncia de crímenes, otros como un propagador de mentiras e ideas antiespañolas. Ambas visiones, extremas y excluyentes hasta mediados del siglo XX, se han ido matizando para dar paso a la imagen de un activista que puso al servicio de unos fuertes principios morales una capacidad para la maniobra política fuera de lo común.

José Miguel Martínez Torrejón
(City University of New York)

 

 

ARMAS BIOLOGICAS

LOS BICHOS DE LA MUERTE

Varios países además de Irak, se dedican

A obtener este tipo de armamento, peor

Aun cualquier delirante puede

Fabricar su propio arsenal.

Casi en el mismo momento en que comenzaba a regir el ultimátum de los Estado Unidos a Irak, algunas publicaciones periodísticas informaron sobre otros dos costados del tema de las armas biológicas que han sido dejados de lado.

Uno la denuncia de  que Rusia vuelve a fabricar este tipo de armamento o nunca dejo de hacerlo) desnuda el hecho de que Irak no es el único país que lo desarrolla, como podrá pensarse. El otro es más pavoroso aún: la comprobación de que la tecnología necesaria para obtenerlo está al alcance de cualquiera.

BICHOS DE LA MUERTE

VIRUS Y BATERIAS

En los laboratorios se trabaja con diversos organismos  infecciosos. De los cientos de agentes biológicos potenciales, los más conocidos son cuatros.

El bacilo del ántrax o carbunclo, bacillus anthracis, producen síntomas que al principio podrían tomarse como de enfermedades respiratorias, pero que derivan en fiebre altas, vómitos, dolores articulares, hemorragias internas y externas y finalmente la muerte.

La toxina liberada por una batería llamada clostridium botinum provoca botulismo, que cursa con nauseas,  diarrea y parálisis respiratoria. Yersinia pestis es la causante de la peste bubónica, cuyo síntomas comienzan con fiebre y delirio y desembocan en la muerte. El virus Ébola, siniestra vedette, produce fiebre, artritis, delirio y hemorragias. También provoca la muerte.

Para algunos de estos agentes hay vacunas, otros pueden contrarrestarse con antibióticos. Pero la mayoría son letales (como el Ébola, por ejemplo, no se conoce tratamiento alguno). Para que una población pudiera prevenirse eficazmente, debería saber de ante mano con que la van a  atacar, porque no existe ningún antídoto general. Hasta ahora, lo único sirve son las máscaras respiratorias-cuyos filtros impiden que pasen partículas mayores de un micrón-y trajes especiales que impiden el contacto con la piel.

DEL MOSTAZA A L ANTRAX

La historia registra pocos casos de empleo de virus y baterías como sistema de aniquilación del enemigo: se sabe, por ejemplo, que en la edad media los sitiadores de algunas ciudades catapultaban dentro de ellas cadáveres de víctimas de la peste  y que oficiales ingleses  distribuyeron entre algunas tribus Norteamérica mantas contaminadas de viruela para que la enfermedad causara estragos en la población. En este siglo los japoneses usaron bacteria  de la peste contra los Chinos.

En cambio, se usaron más armas químicas a pesar de la repulsión las imágenes de su estreno durante la primera guerra mundial, que mostraban a las víctimas del gas mostaza echando espuma por la boca, presas de convulsiones, hasta morir asfixiados. Cuando, no hace muchos  años, el propio Saddam  Hussein masacro a los kurdos con agentes químicos y nadie movió un dedo.

El poder de aniquilación que tienen las armas químicas y las biológicas es aterrador, pero aun entre ellas hay una diferencia pavorosa. Un producto químico es animado y, por lo tanto, pasado cierto tiempo desaparece o puede ser desactivado. Un agente biológico, por el contrario, puede reproducirse ilimitadamente aun que pueda haber quien no sienta reparos morales para usarlo, esta obligado al menos a pensar que este armamento se lo puede volver  en contra, Yersinia pestis, por ejemplo, puede multiplicarse más de mil veces en diez horas.

Otros casos: descontaminar, la isla de Gruinard-frente a la isla escocesa-, afectada  por experimentos con ántrax durante los años cuarenta, insumió cuatro décadas.

EL RESINTO 19

En 1979 se desato una mortandad en la ciudad de Sverd  lovsk (que ahora volvió a llamarse Ekaterimburgo, en Rusia): según la versión oficial, casi setenta personas habían fallecido por carne contaminada.

Lo extraño del caso fue que enterró a las víctimas con cal,  se rocío la ciudad con productos químicos, se vacuno a la población  y no se dejó a ningún animal vivo. incluso la historia clínicas de los enfermos quedaron en la KGB.

Tanta premura resulto doblemente sospechosa: en las afuera de la ciudad hay una especie de pueblo conocido como recinto 19, cuyo nombre real es centro para cuestiones militares y técnicas de defensa anti bacteriológicas.

En 1992 el presidente Ruso Boris Yeltsin, reconoció la verdad: la causa de tantas muertes no había sido carne contaminada sino esporas del bacilo de ántrax producido en el recinto, que se habían dispersados en el aire.

Rusia es firmante de convención sobre armas biológicas, ratificadas por ciento cuarenta países que se comprometieron a desactivar este tipo de arsenales y no desarrollarlos excepto en mínimas cantidades para fines teóricamente preventivos o pacíficos. Aunque está en vigor, el tratado esta tiene un punto flaco: como hacer inspecciones realmente efectivas.

Mijail Corbachov ya había ordenado destruir varias instalaciones, y Yeltsin anuncio en su momento  que Rusia renunciaba a las investigaciones  para la guerra biológica ofensiva y que se limitaría a los fines defensivos. Varias plantas fueron inspeccionadas por veedores extranjeros. Pero nadie pudo entrar en el recinto 19.

Se supone que este, según los dichos oficiales, está dedicado a investigaciones biológicas con fines pacíficos, como la bacteria come petróleo, pero si es así no se entiende la seguridad que lo rodea, más parecida a la de las instalaciones  nucleares  que a la de un laboratorio.

En este marco la denuncia del teniente coronel Yevgeni Tulykin  cayeron como una bomba: el militar, quien trabajo en el recinto hasta diciembre de 1996 como director de personal, afirma que allí reanudaron la fabricación de armas biológicas. Tulykin dice que desde  1994 comenzaron reacondicionar las instalaciones y que los trabajos  se aceleraron el año pasado. Según cree, por ahora solo hace producción de laboratorio, pero teme que las actuales autoridades del recinto convenzan al gobierno de financiar la producción de armas.

TENTACIONES  PELIGROSAS.

Rusia e Irak no son los únicos países sospechados. En 1995, varias oficinas gubernamentales de los estados unidos señalaron que otros quince países fabricaban armas biológicas: Bulgaria, Corea del Norte, Corea del Sur, Cuba, China, Egipto, India, Irán, Israel, Laos, Libia, Siria, Sudáfrica, Taiwan y Vietnam.

Aun suponiendo que los informes son reales y no están influidos por las necesidades geopolíticas de los estados Unidos, que la producción de armamentos biológicos se mantenga dentro del  ámbito estatal ámbito   implica que esta sometida a ciertos controles, mucho más temible es que resulta muy fácil hacerse de un arsenal de este tipo: no cualquiera puede construir  una bomba nuclear en su casa, pero sí en las condiciones apropiadas-obtener un cultivo de bacterias letales.

LOS BICHOS DE LA MUERTE

Agentes del FBI arrestaron  a dos hombre a  Larry Wayne Harris y Williams Leavitt, miembros de un grupo pronazi llamado Nación Aria, acusado de producir ántrax en el laboratorio de una clínica de las Vegas.

La noticia conmovió a los estadounidenses, sensibilizados por la crisis con Irak y el propio presidente Bill Clinton hizo declaraciones para tranquilizar a la gente. Lo grave del asunto es que Harris ya fue detenido hace casi tres años por el mismo motivo había encargado por correo muestras de Yersinia pestis,  pero el laboratorio que se las vendió entro en sospechas y lo informo al FBI, cuando lo arrestaron se defendió diciendo que pensaba escribir un libro sobre la guerra bacteriológica, y solo pudieron condenarlo  como culpable de fraude postal.

En 1984, una tal Ma Anand  Sheela  disemino en cuatro restaurantes bacterias del género Salmonella que infectaron a más setecientas personas. Al lado del bacilo de la peste o del ántrax, el episodio de la Sheela puede parecer ingenuo, ¿pero cuantos  Harris puede haber por ahí? Todos recuerdan los atentados de 1995 con gas sarín (uno de los cuales causo más de diez muerte) producido por la secta verdad suprema, en Japón tiempo ante 1992, el líder del grupo y varios seguidores  habían viajados a Zaire ellos adujeron que con el propósito de ayudar a la victimas del Ébola, pero todo indicaría que en realidad trataban de obtener muestras. Nadie parece querer pensarlo demasiado. pero ¿qué habría pasado si en vez de sarín  hubieran esparcido en Japón un virus contra el cual no hay defensa alguna?.

Por Amanda Paltrinieri

1998 Fuente Rev.Nueva.

 

Recopilacion H. Montiel

La canción "Libre" está inspirada en la historia de Peter Fechter, un joven de poco más de 18 años, "casi veinte", que fue el primer alemán que intentó saltar en 1962 el recién estrenado muro de Berlín. Llegó al muro acompañado de un amigo, Helmut Kubelik, que por suerte si llegó a pasarlo pero Peter, una vez que "extendió sus alas" y se encaramó al mismo, recibió el alto de los soldados soviéticos, pero como dice la canción "marchaba tan feliz que no escuchó la voz que le llamó" y de esta manera, al no ser atendido el alto, dispararon sobre el chico que fue alcanzado por varios disparos y cayó del muro en lo que se denominaba "zona de nadie". Allí quedó tendido a la vista de todos, ciudadanos, periodistas y militares, pidiendo auxilio mientras se desangraba a borbotones, sin poder moverse por la seriedad de las heridas, y sin nadie que se atreviera a recogerlo. Los occidentales tenían miedo de recibir disparos en aquella nueva situación y tan solo se atrevieron a lanzarle un botiquín, que de nada sirvió a un Peter Fechter casi moribundo y a cada minuto con menos vida. Los rusos a los que pertenecía la zona muerta aguardaron unos interminables 50 minutos de agonía del joven hasta que procedieron a recogerlo, MOMENTO QUE QUEDA RETRATADO EN LA FOTO QUE ACOMPAÑA ESTE TEXTO. El pueblo berlinés que presenciaba la escena gritaba a ambos bandos que remediaran la muerte de aquel jovencito pero nadie hizo nada, incluso las fuerzas occidentales impidieron que ningún civil acudiera a ayudarlo. Al final, en el lugar del suceso solo quedaron flores que fueron lanzadas por los indignados berlineses.

No sería el último en morir en el muro, aun vendrían 260 más. Hoy en día hay un monumento en el lugar en el que cayó Peter y también hay una canción cuya letra viene bien releer desde esta nueva óptica. Nino Bravo la interpretó tras la impresión que le provocaron las imágenes que del suceso salieron en la prensa mundial.

La canción compuesta por Armentanos y Herrero y que todos hemos canturreado alguna vez decía:

Tiene casi veinte años y ya está

cansado de soñar;

pero tras la frontera está su hogar,

su mundo y su ciudad.

Piensa que la alambrada sólo

es un trozo de metal

algo que nunca puede detener

sus ansias de volar.

Libre,

como el sol cuando amanece yo soy libre,

como el mar.

Libre,

como el ave que escapó de su prisión

y puede al fin volar.

Libre,

como el viento que recoge mi lamento y mi pesar,

camino sin cesar,

detrás de la verdad,

y sabré lo que es al fin la libertad.

Con su amor por bandera se marchó

cantando una canción;

marchaba tan feliz que no escuchó

la voz que le llamó

y tendido en el suelo se quedó,

sonriendo y sin hablar;

sobre su pecho, flores carmesí

brotaban sin cesar.

 

Libre.....

Andes

Cuando en Mendoza se encerraba a los enfermos para evitar contagios

Autoridades los buscaban y aislaban. Permanecían en leprosarios y lazaretos los que padecían cólera o infecciones.

 

Aisladas. Grupo de mujeres atacadas por alguna enfermedad y en cuarentena en una de las salas del lazareto.

Por Luciana Sabina - Especial para Los Andes

 

Durante siglos la humanidad se organizó para aislar a quienes padecían enfermedades contagiosas. Entre los antecedentes más antiguos hallamos el capítulo 13 del Levítico bíblico: “… el sacerdote –leemos entre sus artículos- mirará la llaga en la piel de la carne: si el pelo en la llaga se ha vuelto blanco, y pareciere la llaga más hundida que la tez de la carne, llaga de lepra es (…) entonces el sacerdote encerrará al llagado por siete días (…) al séptimo día el sacerdote lo mirará; y si la llaga a su parecer se hubiere estancado, no habiéndose extendido en la piel, entonces el sacerdote le volverá a encerrar por otros siete días”. 

Siguiendo este espíritu, durante la Edad Media, surgieron los leprosarios o lazaretos. Es decir, hospitales muy rudimentarios cuya finalidad primera fue la de aislar a los enfermos de lepra. Como San Lázaro sufrió de dicho mal tomaron su nombre, incluso, los primeros se construyeron alrededor de las iglesias dedicadas a él. Con el tiempo víctimas de otros padecimientos, como la temible peste negra o el cólera, también fueron confinados en los lazaretos.  

Debemos hacer hincapié en que el fin primordial de estos espacios no fue asistir al enfermo, sino aislarlo del resto de la población. Por ese motivo funcionaron como verdaderas cárceles, custodiados por policías o militares.  Muchos fueron cercados con alambres de púas o muros a los que se denominó “cordón sanitario”, siendo este el origen del término. Aunque hoy suene extraño en Mendoza, durante gran parte del siglo XIX, se crearon numerosos lazaretos. 

Sabemos por ejemplo que hacia 1884 la viruela hizo estragos en nuestra provincia. Consecuentemente, desde el municipio de la Capital, se prohibió “transitar por las calles a los viriolosos cuyo estado ofrezca peligro de contagio. Los contraventores serán conducidos al Lazareto”. Esta amenaza -en forma de decreto- bastó para que muchos se mantuviesen en sus hogares, pero aun así las autoridades egresaban a los mismos y los detenían en casos sospechosos.

Es importante señalar que los lazaretos también sirvieron como espacios de “cuarentenas preventivas”. Así, en épocas de epidemia, cualquiera que quisiera ingresar a las ciudades debía pasar por allí:

 

“En breve quedará instalado un lazareto a inmediaciones del Borbollón -señaló Los Andes en diciembre de 1886-, destinado a los inmigrantes que arriben a esta ciudad.  

También será establecido otro con el mismo objeto, en la casa que fue del finado Ataulfo Hoyos, en el departamento de Las Herras, barrio del Plumerillo.     

En dichos puntos serán aislados todos los inmigrantes que arriben en lo sucesivo a la ciudad”.  

Llamativamente la Ciudad de Mendoza estableció casi todos sus lazaretos en dependencias de Las Heras, demostrando un enorme poderío sobre aquél departamento. Mientras que Luján de Cuyo intento instaurar uno en Chacras de Coria, a mediados de los 90’s del siglo XIX, pero no tuvo éxito.  

En épocas de enfermedad estas instituciones se duplicaban, algunas tomaban formas de improvisados campamentos. A medida que la paranoia aumentaba los médicos eran desbordados y trataban de dar tranquilidad a la población. Con este fin un reconocido galeno informó a Los Andes: 

Recopilación H. Montiel

 

 


 

El regreso del cacique Calfucurá: actividades para repensar la historia del “líder indígena más importante del siglo XIX”

En unos meses sus restos serán restituidos y un grupo de intelectuales, artistas y activistas organizaron una jornada cultural para dar visibilidad a la problemática indígena. ¿Quién fue este lonco mapuche, Jefe Supremo del Gobierno de las Salinas Grandes durante casi cuarenta años, y por qué es necesario repensar su figura?

Por Andrea Montalbano

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Calfucurá

En 1873, hace casi 150 años, murió Juan Calfucurá (en idioma mapuche: piedra azul). Fue un cacique de los pueblos indígenas de la región pampeana y de la Patagonia oriental, el Jefe Supremo del Gobierno de las Salinas Grandes durante casi cuarenta años. En palabras de la investigadora Maristella Svampa, "el líder indígena más importante del siglo XIX, sin dudas". 

Seis años después de su muerte, su tumba fue profanada por oficiales de la llamada Campaña del Desierto, comandada por Julio Argentino Roca, y su calavera terminó en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata, inventariada bajo el número 241. Pero esos oscuros tiempos empiezan, de a poco, a revertirse: en los próximos meses sus restos serán restituidos.

Esto se logró gracias al activismo de diferentes organizaciones indígenas del sur argentino, entre las cuales se encuentra la Confederación Mapuche del Neuquén. Actualmente se encuentran planificando una serie de actos que serán realizados durante este año, ligada a la restitución y reparación por parte del Estado. 

Por un lado, se está debatiendo sobre el destino de los restos del líder mapuche, y por otro, se está trazando el mapa de lo que se ha denominado "la ruta del Toki", una serie de hitos a instalar en diversos puntos del Wallmapu (territorio que los mapuche históricamente habitaron), como muestra de la enorme influencia que tuvo y tiene Calfucurá en su vida de resistencia y organización de su pueblo-nación.

Uno de los puntos de esta ruta será la Ciudad de Buenos Aires, donde se ubica una comisión especial, la Comisión Intercultural Piedra Azul, formada por intelectuales y activistas que organizaron una Jornada Cultural en el hall del Teatro San Martín, el día martes 17 de septiembre, de 19 a 22 horas. Con apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo, se realizarán varias actividades. Se trata de un homenaje a este gran cacique, para sacarlo del olvido y repensar su historia. De esta forma, esos oscuros tiempos empiezan, de a poco, a revertirse.

La Comisión Intercultural Piedra Azul está compuesta por Roberto Aramayo (referente diaguita, Parlamento Plurinacional), Miram Liempe (referente mapuche y representante de los pueblos originarios en a CTA Autónoma), Nilo Cayuqueo (referente mapuche de la provincia de Buenos Aires); Silvina Ramírez (abogada, especialista en derechos indígenas), Guillermo David (curador y escritor) y Maristella Svampa (socióloga y escritora).

Junto a otros activistas políticos y artísticos que se sumaron (Diana Dowek, Graciela Hernández, Maggie de Koenigsberg, Diulio Pierri , Felipe Pigna, Daniel Santoro, Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel), buscan difundir la tarea de restitución y dar visibilidad a la problemática indígena. Al respecto, la comisión escribió un documento titulado "La relevancia de Juan Calfucurá en la construcción de un Estado Plurinacional".

Alrededor de la figura se han creado muchos mitos, pero lo que sí es cierto es que ocupó un lugar predominante entre los pueblos originarios de la época previa a la Campaña del Desierto, tal es así que fue el líder de un Estado-Nación durante cuarenta años cuando Chile y Argentina aún no tenían la extensión geográfico que tienen hoy. Fue hijo del cacique Huentecurá, uno de los jefes que ayudó a José de San Martín en su cruce de los Andes y abuelo de Ceferino Namuncurá, que murió en Roma en 1905  y fue beatificado en 2007.

 

Calfucurá regresa hoy y golpea este presente para repensar su historia y la historia de la Argentina y de América Latina. "La aplicación de los derechos de los pueblos indígenas es una gran deuda histórica del Estado argentino", comenta Maristella Svampa.

Recopilación H.Montiel

1886: el cólera en Mendoza y los intereses en pugna

Desde Buenos Aires, sus autoridades buscaban evitar las barreras que cerraban las fronteras internas detenido el trafico comercial 

hospital San Antonio era el establecimiento de referencia a fines de siglo XIX.
 Archivo / Los Andes

Por Dra. Cristina Seghesso de López / Historiadora – Academia Nacional de Historia. Publicado en diario Los Andes el 5 de abril de 2020

La terrible epidemia de cólera que en diciembre de 1886 se desató en Mendoza tuvo que ver con intereses político-económicos en pugna e ignorancia, y mediando discutido planteo constitucional, la decisión del gobierno nacional desencadenó uno de los flagelos más graves vividos por los mendocinos después del fatal terremoto de 1861.

El problema comenzó con las primeras defunciones a bordo de un barco anclado en el puerto de Buenos Aires, noticia que la prensa porteña fue transmitiendo de manera incompleta y cautelosa para evitar la alarma, asimismo los casos eran atribuidos sin precisión al cóleracolerinas, o gastroenteritis. En Mendoza se decía que al brote lo justificaba la vida malsana de los bonaerenses, por el aire y los alimentos que consumían, entre otros motivos, y como contraste el periódico “El Ferrocarril” argumentaba: “En Mendoza estamos casi exentos de esa epidemia. El aire es más puro y más fino; las casas y  habitaciones de ella son más ventiladas, los alimentos no son tan adulterados…”. En esta errada y simple creencia jugaba la experiencia de la anterior epidemia de 1867, fecha en que los extensos caminos habían frenado la contaminación y si hubo algunos casos locales habían sido esporádicos. En cambio en 1886, la velocidad del movimiento comunicacional era otro, pues la reciente llegada del ferrocarril había acortado las distancias temporales, especialmente con Buenos Aires.

El 9 de noviembre de 1886, con la convicción de la proximidad del mal, diario Los Andes aconsejaba a los poderes públicos un cordón sanitario con el objeto de detener a quienes prácticamente huían de las zonas infectadas hacia la cordillera, y con sagacidad anticipaba: “Las consecuencias pueden ser fatales para este pueblo, si la autoridad se doblega ante la influencia de los que están interesados en que el cordón no se establezca”.

Las autoridades mendocinas dudaban sobre las medidas a tomar ante un panorama confuso dado la escasez de datos, por estar dividida la opinión de los médicos locales y nacionales, más la posición negacionista sobre la gravedad del flagelo sostenida por el doctor Eduardo Wilde, médico y ministro del Interior. Se sumaba también, la acusación a los bolsistas de especular con el cólera para hacer subir o bajar el oro. Pese a las vacilaciones, desde el 9 de noviembre se sabía que Córdoba había interrumpido sus comunicaciones con Rosario y Buenos Aires, igualmente habían cerrado su entrada a buques de estos lugares los puertos de Brasil, Montevideo, Concordia y Victoria, en tanto que San Luis también detenía la circulación en la estación central, toda vez que los trenes arribaran de territorios infectados por el cólera. En este contexto, el gobernador Rufino Ortega dio los primeros pasos dirigiéndose al gobierno puntano y expresándole su confianza en que ese “gobierno mantendrá siempre estricta incomunicación con Buenos Aires y Rosario, en tal convicción -acotaba- se ha ordenado cordones sanitarios en los límites de la Provincia”. Contaba en esta tarea con la eficiente colaboración sanitaria del intendente de Capital Luis C. Lagomaggiore, quien además administraba en alto nivel el hospital San Antonio

Rufino Ortega Gobernador de la provincia entre 1884 y 1887, propiciaba el aislamiento del territorio aún sin el acuerdo de la Nación.Lagomaggiore Intendente de la capital mendocina entre 1884 y 1888 también administraba el hospital San Antonio y con- tribuyó con medidas sanitarias.

Lucio V. Mansilla El entonces diputado por Buenos Aires cuestionaba la decisión de varias provincias de establecer cordones sanitarios

 

Desde Buenos Aires, sus autoridades pugnaban por evitar las barreras que cerraban las fronteras internas deteniendo el tráfico comercial, y también el traslado de quienes buscaban alejarse del litoral, motivo por el cual se procedió a negar la grave situación.
En primer lugar, 
se acusó al pánico provincial ser la causa de la anormalidad producida, y el diputado bonaerense Lucio V. Mansilla desde el Congreso castigó aquellas medidas de cierre fronterizo, a la par que denunciaba: “Es sabido señor presidente que la ley del miedo no sólo es injusta, sino absurda, estúpida  y llega a ser cobarde e inhumana. Algunas provincias bajo la impresión de este flagelo ideal y fantástico, se clausuran, establecen cordones sanitarios…”. Acto seguido, pasó a dar su interpretación política y a dejar planteada la discusión constitucional sobre las facultades delegadas a la nación o reservadas por las provincias. Con este objeto inquiría: “¿Es o no un derecho de los gobernantes de provincia, de las municipalidades, el tomar estas medidas por sí y ante sí, sin que lo haga el poder que debe tener la dirección suprema de todo lo que se relaciona con la salud pública?”. Retórica que descontaba su posición en favor de las atribuciones del gobierno central.

Entre tanto en Mendoza, el ambiente se caldeaba y la oposición presionaba, las medidas necesarias eran solicitadas por diferentes instituciones, en tanto que el Cuerpo Médico reunido en la Casa de Gobierno y apoyado por la prensa local, dio un comunicado considerando que era indispensable aislar la provincia. En este primer momento, el ministro del Interior aceptó las decisiones locales y convalidó una cuarentena de siete días. En consecuencia, se comenzó a acondicionar un hospital preventivo en Desaguadero. Pero, dos días después, cuando se estaba en plena actividad operativa llegó una contradictoria nota del mismo ministro, que tomó por sorpresa ocasionando perplejidad e ira. Este comunicado, en oposición al anterior y en defensa de la libre circulación en la república, ordenaba al gobernador “que en la provincia de su mando ningún tren sea detenido por pretexto alguno en su tránsito, ni obligados los pasajeros que conduzca a bajar o detenerse en su estación o sitio que no fuere su destino pudiendo en cada localidad que los trenes arriben hacerse objeto a los pasajeros, la correspondencia, encomiendas y cargas de las medidas sanitarias que su estado requiera…”. Esto significaba que en Desaguadero no se podía detener a todos los pasajeros del tren, sino sólo a los que allí tenían su punto de llegada final, mientras que los que deseaban seguir a otras zonas se les debía permitir continuar.

En cable del 23 de noviembre y en abierta resistencia, Ortega le respondió: “Establecer observación en cada una de las estaciones de la Provincia sería impracticable e inconducente, puesto que toda la policía de ésta sería insuficiente para vigilar que los pasajeros penetraran juntamente a ellas, pudiendo uno desprenderse del tren antes de su llegada a la estación, e inconducente porque el personal de la estación estaría en contacto con los viajeros”. 

Sin obedecer, el gobernador siguió organizando el lazareto y afianzado en su derecho constitucional le telegrafió al ministro Wilde informándole: “Este gobierno en ejercicio de las facultades privativas de la provincia no delegadas al Gobierno General y autorizado por una ley especial de la Legislatura de esta Provincia ha establecido una cuarentena de siete días para los pasajeros, sin impedirles el tránsito ni la facultad, de modo alguno, al comercio. Creo -continuaba- que en el terreno de facultades constitucionales, no puede negarse a los Estados la de proveer a su existencia y conservación, ni reconocer al Ejecutivo Nacional la de impedir su ejercicio. Usted lo ha creído también así cuando manifestó en su telegrama del diez y ocho del corriente que podían establecerse cuarentenas…”.

Y acorde con su decisión, de inmediato ordenó: “En el tren que se espera deben venir senadores y diputados nacionales, quienes deben ser sometidos a la cuarentena como todos los demás pasajeros, pues no hay preferencia para nadie”. Por cierto, la excepción era el uso de la fuerza, de ahí que también indicó: “Si el tren de pasajeros que debe llegar hoy a ese punto quiere pasar, usted lo impedirá terminantemente, oponiéndole que siga adelante con los pasajeros. Solo en caso que ese tren traiga fuerza para seguir adelante su marcha, usted entonces protestará y dejará pasar el tren…”.

La última indicación tendría su razón pues la réplica del ministro Wilde no demoró, ya que decidió actuar, pero no por vía del entendimiento. El 29 de noviembre, en telegrama al teniente coronel Taboada, jefe de las fuerzas acantonadas en Mendoza, le ordenó: “Dispondrá usted que con la fuerza del Batallón de su mando se preste los auxilios necesarios al Director del Ferrocarril a fin de mantener la circulación de los trenes que corren de Río Cuarto a San Juan impidiendo que nadie ponga obstáculos a su libre tránsito, haciendo respetar esta orden por la fuerza si fuera necesario, a cuyo efecto puede establecer retenes a lo largo de la vía, acantonados en las estaciones o embarcándolos en los mismos trenes”.

Con esta decisión, una cuasi intervención militar, el 30 de noviembre se levantó la cuarentena y el tren ingresó con sus pasajeros. El 8 de diciembre apareció en una finca de El Plumerillo el primer caso mortal de cólera y de ahí su imparable multiplicación. Un testigo presencial, el dr. Lucio Funes, recordaba los cuadros calamitosos: “No había cuadra en que no flameasen varias banderas rojas en las puertas de calle, como anuncio de peligro de contagio”. Sólo se sentía -dicen otros- el trajinar de carretas trasportando cadáveres. El cálculo estadístico de 4.000 muertos en el territorio de la provincia, lo trae el dr. Emilio Coni una década después, en ocasión de haber sido contratado por el gobierno de Mendoza para hacer estudios de higienización.

Como colofón las palabras del ministro Wilde quien, enterado de lo sucedido, en cable a Rufino Ortega expresaba: “Deploro la aparición del cólera: nadie tiene culpa en eso sino la Divina Providencia…”.

Cinismo político, intereses económicos por encima de la salud de la población, avasallamiento a la provincia, los comentario huelgan ante la magnitud de la catástrofe, desde entonces los resguarda un capítulo trágico de la memoria social

RECOPILACION H. MONTIEL

 

 

El Caudillo del Fuerte  San Carlos

 

Cuando  se hace referencia a los caudillos  que lucharon, murieron y mataron durante las guerras civiles que precedieron a la organización nacional, pocas veces se habla del caudillo de Mendoza, "el fraile" Aldao.

José Félix Aldao, hijo de Francisco Esquivel y Aldao, antiguo Comandante de San Carlos, nació en Mendoza el 11 de octubre de 1785. En 1806 se ordena sacerdote dominicano y en 1817 integra como Capellán, el Regimiento 11º del Ejército Libertador. Pero en la batalla de Chacabuco, no puede reprimir su instinto guerrero y se pone a la par de los soldados en la contienda. Tras esta acción deja los hábitos definitivamente.

Desde 1827, año en que es designado por el gobierno de Mendoza Comandante General de la Frontera del Sud,  fija su  vivienda y su base de operaciones en el Fuerte de San Carlos. Allí se va convirtiendo en la autoridad militar suprema y de hecho la civil por la gravitación de su recia personalidad. Ejercerá desde entonces, hasta los días de su muerte (1845), una influencia poderosísima sobre las cosas de la vida pública y privada de Mendoza, cuyos gobiernos precisarán de su apoyo de comandante supremo de la frontera para instalarse y desenvolver su acción. (1)

Dice Sarmiento: " Don Félix ha gobernado a Mendoza por el temor que los gobernantes tenían de desagradarle y una palabra suya arrojada en la conversación en el Fuerte, bastaba para provocar medidas gubernativas, o derogar una ley vigente. ¡Y esto ha durado diez años, hasta que la Providencia, el vino y la crápula se han servido disponer de su existencia! Sólo después de la revolución de 1840 se encargó del gobierno."... y agrega más adelante: "La única mejora que Mendoza ha recibido durante este gobierno  ha sido poblar su frontera del sur con inmigrados de Chile que se han reunido en villorios y alquerías a la sombra del fuerte San Carlos que habitaba Aldao, que siempre mostró mucho interés por el acrecentamiento de aquellas poblaciones"  (2)

Desde esta fortaleza Aldao dirige su  feudo que se extiende desde la margen derecha del río Mendoza, hasta el fondo de la Patagonia, en poder de los Pehuenches, Huiliches y otros indios.

En el Melocotón, hoy Campo de los Andes, arma una estancia donde cría ganado, convirtiéndose en uno de los criadores más poderosos del sur de Mendoza.

En San Carlos organiza un escuadrón de granaderos a caballo, más dos milicias de la guarnición del fuerte y dos piezas de artillería del mismo y marcha al sur a reprimir y castigar a los indios y a los pincheyrinos por los continuos  malones.

En 1829 organiza  las fuerzas que llevará a Córdoba para ponerlas a las órdenes de Facundo Quiroga en su lucha contra los unitarios.

Las fuerzas de Aldao tienen la particularidad no sólo de estar integrada por muchos sancarlinos, sino entre las tropas se encuentran también mujeres con ropas masculinas que se han lanzado a la guerra civil junto con sus hombres.

 

"En todos los encuentros se mostró soldado intrépido, acuchillador terrible, enemigo implacable", así lo definió Sarmiento en su libro «Vidas de Fray Félix Aldao y el Chacho»

Hombre de varias mujeres, de vida licenciosa, amante del juego, de las carreras de caballos, del vino y de la buena mesa, el caudillo impone su estilo a la sociedad mendocina y al pueblo del Valle de Uco.  Es tal su fanatismo y la soberbia de su autoridad que dicta un decreto ( 31 de mayo de 1842) declarando que "todos los unitarios son locos" y que así debían ser tratados; que los más notables de entre ellos, residentes en Mendoza, fuesen llevados a un hospital y curados como locos; que ninguno de ellos podía contratar, testar, ser testigo, tener personería civil ni política, ni poder disponer de más de diez pesos; que aunque fuese absolutamente necesaria la declaración de un unitario, lo reconociese previamente un médico y certificara sobre el estado de su razón.(3).

En este ambiente de sospechas, denuncias y persecuciones, la vida se hacía muy difícil para muchas familias de Mendoza. Algo similar a lo que  ocurría simultáneamente en Buenos Aires, bajo el régimen de Rosas.

Un famoso caso que  afectó a  San Carlos y que posiblemente aun lo afecta si creemos en maldiciones, fue el proceso contra el Presbítero José Serapio Pintos, Julián Frigolé y Carmen Corvalán, en 1843.

Todo comenzó cuando el comisario de policía, Benigno Solanilla dio parte al gobierno provincial que el cura José Serapio Pintos, recién llegado de Chile, a la finca de Frigolé en el Valle de Uco, había predicado contra los generales Aldao y Rosas, en la capilla del solar.

Frigolé, asustado por el agresivo sermón, decidió denunciar por escrito a las autoridades lo sucedido, ignorando que su señora, Carmen Corvalán era quien informó al sacerdote el estado en que se encontraba la provincia bajo el régimen de Aldao. La señora de Frigolé  le había expresado con lujo de detalles el estado de "irreligión" en que se hallaba Mendoza, y que "el Gobernador era un hombre enteramente entregado a los vicios, pues por parte del sexto mandamiento, era persona que andaba siempre cambiando de mujeres y tenía más hijos que pelos en la cabeza; además que era un carnicero declarado  y un hombre entregado al hurto, pues toda la provincia iba siendo esquilmada en sus bienes a fuerza de contribuciones;  y el que se negaba era desposeído de todo lo que tenía,  que pasaba al estado". Le dijo también que el que no llevaba la insignia federal, debía pagar una fuerte multa si era hombre o se le aplicaba un moño rojo con alquitrán en la cabeza, si era mujer.

Algunos testigos aseguraron que el presbítero desde el púlpito había dicho " que el general Aldao era un apóstata, que despedía fuego infernal por la boca y las narices: que todos los que hablaban con él estaban descomulgados".

En realidad la señora Corvalán le había prevenido al sacerdote el peligro de expresar en voz alta lo que le había contado. Como ejemplo de lo que podía ocurrir, le hizo referencia de lo sufrido por  una señora del pueblo, parienta de ella que había estado criticando a la concubina de Aldao. Esta mandó a un soldado con una varilla de membrillo para que llevase  a la señora acusada a palos hasta la casa del general. Una vez allí, la mujer de Aldao la hizo estaquiar, ayudada por el soldado y la criada que la había denunciado, y ella personalmente "le echó en 'las partes' un plato de ají, tras lo cual la echaron a la calle..."

En definitiva el cura José Serapio Pintos fue condenado a ser pasado por las armas. Don Julián Frigolé debía pagar una multa de cien pesos y doña Carmen Corvalán también fue condenada a muerte, aunque posteriormente, en consideración de su sexo y de estar embarazada, se le conmutó la pena por el pago de 400 pesos.

Cuando el  sacerdote se  sentía definitivamente perdido, el ministro general, don Celedonio de la Cuesta, resolvió aprobar las penas impuestas al matrimonio Frigolé y "suspender, por ahora, lo resuelto contra el Presbítero”. (4)

Cuentan los memoriosos, que un viejo baqueano que acompañaba al cura de regreso a Chile, al llegar al lado chileno del límite, lo oyó decir:

"¡Nunca progresarás San Carlos¡. ¡Yo te maldigo!..."

Evidentemente, a pesar de las alturas, la voz del sacerdote no alcanzó los cielos, y San Carlos sí progresó. La justicia divina no podía hacer responsable al sufrido pueblo sancarlino, de los excesos de su caudillo, ni de los errores y abusos de una época en que la Patria estaba  todavía en formación.

 

 Recopilación H. Montiel

Así fue esa última entrevista:

 Misterio y derrota en Japón: el recuerdo de la pelea Kudo-Cholo ...

 

“Una mano más, ¡solo una piña más!…”, dice, cuando el calor de esta mañana de enero de 2020 ya comienza a apretar. El sol ya cae casi perpendicular en el patio de la casa de Coquimbito y el recuerdo cae con él, recto, entonces Manuel Ricardo González, El Cholo González, lo pesca en el aire con su mano izquierda, “la mejor izquierda del país”.

“Yo quería esa mano, pero Don Paco me había ordenado que no, que me cuidara”, dice. Y él nunca lo desobedeció. “Había ganado todo con él, estaba invicto… ¿cómo iba a desobedecerle, eh?”.

 Tiene el torso desnudo y el sol lo baña. La nariz chata, las manos (esas manos) enormes. Respira con alguna dificultad, se agita, indicador de algún problema cardíaco y de su sobrepeso. “Nunca fumé, nunca tomé, siempre me cuidé”, resalta. Pero los años no vienen solos y los 66 trajeron algunos achaques.

El recuerdo es del miércoles 14 de marzo de 1979. Eran las 8 de la mañana acá, las 8 de la noche en el estadio Kuramae Sumo, en Tokio. Allí, 8.000 personas, y en la TV, millones, vieron en forma directa como El Cholo González le dio una soberana paliza a Masashi Kudo. Y vieron cómo los jueces le robaron la gloria del campeonato mundial al Cholo.

Manuel "el Cholo" González, el campeón sin corona

Solo el árbitro venezolano Luis Sulbarán se animó a un empate en 146 por lado. Carlos Berrocal, de Panamá, falló 146-144 y Ken Morita, de Japón, falló 148-147, ambos a favor del japonés. Y fallaron. Muy feo fallaron.

En Coquimbito todos conocen al Cholo. “Sí, Don Cholo, el abuelo de la Valentina…”, dice el niño, que debe andar por los 11 años y da las indicaciones para llegar a esa casa donde González vende, durante los fines de semana, “los mejores pollos a la parrilla de la zona. El chimichurri que hago es el secreto”, dice el anfitrión.

Es que Manuel González, salvo esos 10 años de vida boxística, entre los 16 y los 26, ha sido y es un trabajador responsable y sufrido, un hombre de familia, un abnegado. Fue trabajador de Sancor durante 30 años y de la Municipalidad de Godoy Cruz durante 35. “Me iba a trabajar a las 4.30 de la mañana y llegaba a la noche”. Ha sido siempre un trabajador, desde niño, cuando trabajaba con su padre y sus hermanos en la chacra de Rodeo del Medio. Ahora está jubilado y sigue trabajando, haciendo pollos.

Esta mañana calurosa El Cholo va a recorrer la zona en la que se crió, la de Rodeo del Medio, la de Kilómetro 11, y también va a visitar allí un incipiente gimnasio de box, para dar indicaciones y sugerencias y donde promete también ir a dar algunas clases semanales.

En Coquimbito todos conocen al Cholo. “Sí, Don Cholo, el abuelo de la Valentina…”, dice el niño, que debe andar por los 11 años y da las indicaciones para llegar a esa casa donde González vende, durante los fines de semana, “los mejores pollos a la parrilla de la zona. El chimichurri que hago es el secreto”, dice el anfitrión.

Es que Manuel González, salvo esos 10 años de vida boxística, entre los 16 y los 26, ha sido y es un trabajador responsable y sufrido, un hombre de familia, un abnegado. Fue trabajador de Sancor durante 30 años y de la Municipalidad de Godoy Cruz durante 35. “Me iba a trabajar a las 4.30 de la mañana y llegaba a la noche”. Ha sido siempre un trabajador, desde niño, cuando trabajaba con su padre y sus hermanos en la chacra de Rodeo del Medio. Ahora está jubilado y sigue trabajando, haciendo pollos.

Esta mañana calurosa El Cholo va a recorrer la zona en la que se crió, la de Rodeo del Medio, la de Kilómetro 11, y también va a visitar allí un incipiente gimnasio de box, para dar indicaciones y sugerencias y donde promete también ir a dar algunas clases semanales.

En su pueblo natal dicen que “quizás todos en Rodeo del Medio nos calzamos los guantes en algún momento. La mayoría ni siquiera fue más de una semana al gimnasio, pero no quita que no hayamos querido ser como Pascualito Pérez, o los hermanos José y Américo Morales, o el hermano mayor del Cholo, Carlos Ramón, que fue campeón argentino amateur y que se retiró después de 19 peleas para volver a trabajar con su familia en la tierra”, cuentan.

“Pero de todos, el Cholo era el mejor, el más grande y encima era nacido y criado en Rodeo del Medio. Pascual Pérez también se consideraba propio, por más que hubiera nacido en Tupungato, porque había vivido un tiempo en la calle Pueyrredón, pasando Perito Moreno, y se entrenaba en la pista de Marchesky, en Santa María de Oro y San Martín. Pero el Cholo era rodomedino puro, totalmente nuestro”.

El Cholo era un hombre de trabajo, de la finca. Toda su familia lo era. Tranquilo, bonachón, amable al trato. El boxeo era para él otra forma de trabajo más, simplemente con mayores posibilidades de mejores ingresos. Y como trabajo lo tomó, esforzándose. Porque el Cholo no fue un talentoso, fue un laborioso, un dedicado.

González se hizo boxeador a los 16 años por sugerencia de su hermano Ramón. También el “Cholo” ganó cuatro títulos argentinos y otro sudamericano en sus comienzos como pugilista aficionado.

Como hombre del Mocoroa Boxing Club y dirigido por Francisco Paco Bermúdez, su debut como profesional fue en junio del ´73 en Tunuyán, con un triunfo por KO en el tercer asalto ante Juan Galletari.

En octubre del ´76, en el Luna Park ganó el título de campeón argentino de los medianos juniors al derrotar a Esteban Osuna por puntos en 12 rounds.


En mayo del ´78 en San Pablo, Brasil, le ganó por puntos en 12 asaltos a Joao Mendoca y se quedó con el cinturón sudamericano de la categoría.

“Me retiré con 26 años, siendo campeón argentino y sudamericano. La gente no lo podía creer. Yo tenía 26 años y estaba en mi mejor momento. La mujer de Don Paco me decía: ‘No se vaya González, piénselo bien´”, pero el Cholo estaba decepcionado y, después de una confusa revancha con Kudo cuatro meses después, se retiró. “No quería saber más nada. Quería trabajar y estar con mi familia”.

Aún así reconoce que sigue mirando box en la TV, pero sostiene que “ahora, en tres minutos, apenas sacan tres manos. Se tienen miedo. Se amagan, se amagan y no pasa nada”. Sostiene que “es raro, la que mejor pelea es La Bonita (Daniela) Bermúdez. Pelea mejor que los vagos”.

Algunos dirán que el Cholo es muy exigente. Es que fue protagonista de una de las mejores épocas del boxeo y, además de sus antecedentes, entre el 75 y el 79 compartió el gimnasio del Luna Park e hizo guantes con Carlos Monzón y Oscar Natalio Ringo Bonavena, entre tantos otros.

Pero sigue amando el boxeo como deporte. Le apasiona dar indicaciones, consejos. “Es un deporte muy completo”, dice.

Cuando se le pregunta quién ha sido el mejor de todos dice que Nicolino Locche fue único y, más cercano, rescata a Oscar de la Hoya. Quizás sea porque El Cholo tenía ese estilo: estético, cuidado, demoledor.

 

Ahora, afectuoso y amable, El Cholo sigue siendo trabajador, familiero, atento a sus afectos. Su forma de ser es su mejor título y no necesita trofeos.

Recopilacion H.MOntiel

VIRGEN DE LA CARRODILLA.

 

Desde hace  700 años: bendice los frutos, ampara los cultivos.

 

El origen de la tradición se remonta al siglo XVII, cuando Antonio Solanilla, un inmigrante aragonés, oriundo de un pueblito llamado Estadilla, ubicado a los pies de la sierra de La Carrodilla, llegó a nuestra provincia.

 

Como todos saben Gracias a un inmigrante de nombre Antonio Solanilla que se embarcó con una  réplica a tierra mendocina.

 

Fue una travesía sin precedentes porque cruzar el océano en aquel siglo  XVIII, aun filtraba su bestiario de mitos y piratas, la llegada al borde de los Andes, el poblamiento minucioso del viejo Lujan de Cuyo. Hasta que ese antepasado Solanillas desposara a una criolla Doña Mercedes  Estrella, y levantara a cuatro manos la casona de barro con su capilla, donde habría de relucir la virgen duplicada, para restituir la conexión e fe, entre ambos mundos.

 

El culto de la virgen de la Carrodilla, puede ser leído como culto mendocino. Cuenta la historia que, una tarde de tormenta, los Solanillas, trasladaron la imagen al borden del incipiente viñedo, y le rogaron que salvara la cosecha. De golpe, las nubes se disiparon y la plegaria, por ende, se volvió más  y más popular.

 

¡Patrona!, aprenderían a decir los cosechadores (suplicando el fin del granizo),  ¡Patrona! Habría murmurado Solanillas, cuando traía la bella replica a estos montes  envuelta   entre baúles.

 

CUESTION DE FE

 

Pero el rastro de esa imagen deja, tras de sí, una historia más lejana y más apasionante. Nos llevaría por un largo flashback, a la misteriosa edad media y al corazón de una ciudad impresionante que en aquel tiempo,  se llamó Bizancio. Donde todo pasaba cerca: los paganismos, las herejías, las estéticas…    

 

De esta manera, la fe creció entre los habitantes de Estadilla y declararon a esta advocación como patrona de la Carrodilla, protectora de las tormentas. El nombre de Carrodilla deriva de carrocilla o carro, en referencia a esta tradición.

 

La primera imagen fue realizada en Estadilla, a fines del Siglo XVII. El rostro es de roble y las manos y el niño están revestidos de cera de abeja natural.

 

Cuando Antonio se trasladó a Mendoza, llevaba consigo una imagen de la Virgen e hizo construir una capilla junto a la casona donde vivía, en el límite de Luján de Cuyo.

 

 

 

Siendo la provincia tierra del vino, la virgencita con su racimo de uva en la mano se hizo popular enseguida. Actualmente, la iglesia que aloja a la Virgen se encuentra en Luján de Cuyo.

 

El 13 de febrero de 1938, se produjo la coronación de la Virgen en una solemne ceremonia y en ese día se conmemora el día de la patrona de los viñedos. 

 

 

 

La fiesta que homenajea a la Virgen de la Carrodilla

 

 

La Bendición de los Frutos, el acto litúrgico que abre paso al calendario vendimial, es el que venera a nuestra Patrona de los viñedos. En esta ceremonia se agradecen las cosechas del año y se bendicen, para proteger de la piedra, el granizo y las plagas a los próximos cultivos

 

 

 

RECOPILACIONES H. MONTIEL

 

FUENTE:  diario Los Andes.

 

Turismo

 

                

 

El 2 de Agosto de 1922, en Beinn Bhreagh, Canadá, fallecía el pianista, locutor, ventrílocuo, fonoaudiólogo e inventor Alexander Graham Bell. (EH)

Nació el 3 de Marzo de 1847 en Edimburgo, Escocia, inquieto y rebelde, canalizaba su energía inventando, con solo 12 años, a pedido de un vecino, creó un mecanismo para descortezar el trigo. Una progresiva sordera de su madre lo hizo interesarse en todo lo que tuviera que ver con el habla y el sonido, perfeccionó su dicción y aprendió el arte de la ventriloquía. Estudió acústica y colaboró con su padre en la edición de la segunda edición de "The Standard Elocutionist" un libro donde se perfeccionan los lenguajes de señas. Junto a su hermano mayor, construyó un "Autómata", un hombre mecánico con un cráneo artificial, que por medio de válvulas y exclusas podía reproducir sonidos similares a la voz humana. La muerte por tuberculosis de su hermano menor movió los cimientos de la familia que decidió emigrar a América. Instalados en Canadá terminó sus estudios de Latín, Griego, Locución y Física, y se dedicó a investigar la relación entre el sonido y la electricidad. En 1860 el Italo-americano "Antonio Meucci" había presentado en público la gema del teléfono, y comenzó un tortuoso trámite para obtener la patente que cayó en laberintos burocráticos. Para agilizar el trámite le remitió el prototipo a las oficinas de Western Union Telegraph Company, que oportunamente, la "extravió", esa misma oficina en 1876 certificó la patente de Bell sobre la invención del "Teléfono". El proceso legal desgastó a ambos, aunque mientras tanto Bell cobraba las regalías, Meucci falleció en 1889 y fue olvidado rápidamente. Bell fue víctima de sus propios métodos cuando en Europa se comenzó a utilizar su invento sin permisos. Compró la patente del micrófono de carbón a Edison para potenciar la eficiencia del teléfono, en solo 10 años de vida la "Bell Telephone Company" ya tenía 150 mil usuarios. Bell pasó el resto de su vida mas tiempo en los tribunales que en el laboratorio, sin embargo tuvo tiempo para estudiar la manera de enviar sonidos por un haz de luz, sentando las bases de la fibra óptica. También creó el primer prototipo de impresión de un campo magnético para reproducir un sonido, si bien no pudo culminar su invento, es el creador de la grabación magnetofónica. Una anemia perniciosa acabó con su vida el 2 de Agosto de 1922. En el año 2002, la cámara de representantes de los EEUU reconoció las irregularidades en el proceso de patentamiento del teléfono reconociendo el aporte invaluable de Meucci y dejando en suspenso una definición de fondo.

 

 

El 25 de Enero de 1954 en Zárate, Provincia de Buenos Aires, nacía uno de los más grandes futbolistas argentinos de todos los tiempos, ese día llegaba al mundo Ricardo Enrique Bochini. Inició su carrera en Belgrano de Zárate donde maravillaba por su habilidad, aunque se creía que por su baja estatura no tendría futuro en el futbol profesional. En 1971 se acercó al club Boca Juniors para hacer una prueba, nadie se fijó en él y ni siquiera fue tomado en cuenta para una nueva prueba. Desalentado, pero no derrotado se dirigió a Avellaneda, donde Nito Veiga y Ernesto Díaz, tomaban pruebas para fichar a nuevos jugadores para las divisiones inferiores del club Independiente. Quedaron maravillados, de inmediato fue incorporado a la séptima división, y en menos de un año debutó en primera división en un partido frente a River Plate en 1972. La carrera de Bochini está plagada de títulos y proezas, 15 títulos oficiales entre los que se cuentan 5 copas Libertadores de América y 2 Intercontinentales y su participación en el Mundial México '86. Fue el protagonista principal de hitos de la historia del futbol como la final del campeonato nacional 1977 donde logra el título marcando el gol decisivo ante un rival con tres jugadores mas o la conquista de la copa mundial de clubes frente al Liverpool, primer partido entre un equipo Argentino y uno Inglés luego de la guerra de Malvinas. Otra característica fue que sus goles eran maravillosos y decisivos como el gol al Juventus de Italia para conquistar la copa mundial de clubes de 1973 o el gol de 1976 a Peñarol, antecedente directo del gol de Maradona a Inglaterra. Con él se acuñó el concepto de "pase gol", convertía en goleadores a los delanteros que lo acompañaran, incluso a algunos de dudoso talento, que cuando dejaban de jugar junto a él no hacían nunca más un gol. El 5 de Mayo de 1991, en el viejo estadio de la doble visera de Avellaneda, en un encuentro contra Estudiantes de La Plata, el jugador Pablo Erbín, con una descalificadora patada le provocó una grave lesión que cortó su carrera deportiva. Hoy es el ídolo máximo de la historia de Independiente y uno de los mas importantes de la historia del futbol argentino.

 

BASTON DE MANDO DEL GENERAL DON JOSE DE SAN MARTIN

 

12 de agosto, se conmemora el bicentenario de la entrega del Bastón de Mando del General José de San Martín a Nuestra Señora del Carmen de Cuyo, por lo que la Junta de Estudios Históricos de Mendoza quiere recordarlo con una actividad especial. 

En la histórica Basílica de San Francisco, donde está la imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo y se encuentran los restos de la infanta Mercedes Tomasa de San Martín de Balcarce junto a su marido y su hija. 

Raúl Romero Day, presidente de la Junta de Estudios Históricos, explicó que es el último acto del bicentenario de la gesta sanmartiniana en Mendoza.

 “Luego se traslada a Perú, donde continúa con la Campaña Libertadora. No es una historia que se conozca mucho y no hace tanto, tampoco, se supo de este gesto. Esta conmemoración sirve para realzar el espíritu de un pueblo que hizo un esfuerzo brutal para que el Cruce de los Andes fuera posible”, señaló.

De esta manera, en esta ceremonia especial se reunirán en un solo lugar los tres símbolos originales de la campaña del Padre de la Patria: la bandera del Ejército de los Andes, la imagen de la Virgen y el bastón de mando.  

Hecho poco conocido

La historia del traspaso del bastón de mando es curiosa. Juan Carlos Rusconi, empleado del departamento de Ciencias Antropológicas del Museo Cornelio Moyano, mientras limpiaba la urna que alojaba la imagen de la Virgen del Carmen de Cuyo encontró un documento escrito por el Padre de la Patria en el que expresaba su admiración por la protección dada por la Virgen a la gesta sanmartiniana. 

 

En el documento, fechado el 12 de agosto de 1818, también se confirma la proclamación de la Virgen como Patrona y Generala del Ejército de los Andes.

El 24 de Enero de 1965, en Londres, moría una de las personalidades más influyentes del siglo XX, ese día se apagaba la vida de Winston Churchill. Nacido en el Palacio de Blenheim, condado ingles de Oxfordshire el 30 de Noviembre de 1874, la opulencia familiar y la estricta educación que pretendí infundirle su padre solo hicieron surgir la rebeldía y un espíritu aventurero. Brillante pero poco afecto a las reglas, penó en sus años de estudiante hasta que luego de varios intentos ingresó en la Academia Militar de Sandhurst donde su carácter volátil y contestatario desaparecieron por voluntad propia dejando aflorar un hombre de principios y respetado estratega. Combatió en las guerras de Cuba (1895), India (1898) y Sudán (1899), hasta que despertó en él su pasión por la política y el periodismo. Estando en Sudáfrica como corresponsal del Morning Post para cubrir la guerra de los Boers fue apresado por un grupo de afrikáneres que lo trasladan a Pretoria, Churchill escapó y huyó a pie recorriendo más de 400 Km hasta las posiciones británicas, esto trascendió en Londres convirtiéndose en un héroe nacional y dio puntapié inicial a su carrera política. Integró el parlamento entre 1901 y 1906 hasta que fue nombrado Subsecretario de Colonias, predijo el estallido de la Primera Guerra Mundial por lo que fue nombrado lord del Almirantazgo, desde ese cargo realizó una profunda modernización de las Fuerzas Armadas, tanto de armamento como de tácticas de combate. Pese a ser funcionario de alto rango decidió participar del combate e integrar las fuerzas del frente occidental como comandante y teniente coronel, a su regreso fue puesto a cargo del Ministerio de Guerra. En 1929 se retira de la política, sin embargo alertaba enérgicamente a la clase política de la amenaza de Hitler, por ello cuando 10 años después, Alemania Invade Polonia, el Primer Ministro Neville Chamberlain lo pone al frente del Almirantazgo. En 1940 fue elegido Primer Ministro, cargo desde el que pudo comprometer al pueblo en los sacrificios que significaba una guerra, en pocos meses logró que la URSS y los EEUU se involucraran en el conflicto descomprimiendo la rol de Inglaterra en la guerra con Alemania. Pese a su visceral anticomunismo fue pragmático y participó activamente en las conferencias tripartitas de Casablanca, El Cairo, Teherán, Yalta y Potsdam que determinaron el curso de la Segunda Guerra Mundial. Pese a ser el responsable crucial del triunfo aliado en la WW2, 2 meses después perdió las elecciones y dejó el cargo de Primer Ministro aunque lo recuperó en 1951. En 1953 fue sorpresivamente e inexplicablemente galardonado con el premio Nobel de Literatura por sus "Memorias sobre la Segunda Guerra Mundial". Su conocido alcoholismo nunca alteró su idoneidad y compromiso con el trabajo, renunció a títulos nobiliarios para seguir siendo parlamentario pese a que nunca cobró salario alguno, activo hasta el epílogo de su vida que tuvo su final el 24 de Enero de 1965.
Nota: es muy conocida su facilidad para la oratoria y para enfrentar polémicas, aquí un par de ejemplos:
# En una encendida polémica la parlamentaria Lady Astor le dijo "Si yo fuera su esposa le pondría veneno en el té", Churchill sin perder la calma le contestó "Si usted fuera mi esposa, me tomaría ese té con gusto"
# El dramaturgo Bernard Shaw aborrecía a Churchill y se le ocurrió enviarle un telegrama que decía "Tengo el honor de invitar al digno Primer Ministro al estreno de mi obra Pigmalión, venga y traiga un amigo, si lo tiene", la respuesta de Churchill fue inmediata "Agradezco al ilustre escritor la honrosa invitación, infelizmente no podré concurrir a la primera presentación, con gusto iré a la segunda, si es que hay una."

 

Gallípoli, gran fracaso de Churchill

 

XAVIER CASALS
Historiador

 

En lapenínsula turca de Gallípoli tuvo lugar la mayor operación anfibia jamás realizada hasta entonces. Iniciada en enero de 1915, enfrentó a tropas franco-británicas y otomanas y terminó al cabo de un año con el fracaso de los atacantes y miles de bajas (265.000 aliadas y 218.000 turcas).

 

La batalla plasmó la importancia de Turquía, que entró en guerra junto a los imperios centrales el 29 de octubre de 1914. Lo hizo porque Gran Bretaña y Rusia ambicionaban sus territorios y tenía vínculos con Alemania, que se estrecharon en 1908, cuando un grupo de oficiales de los Jóvenes Turcos instauró una política nacionalista y modernizadora. Alemania, por su parte, hizo grandes inversiones en Turquía (una línea ferroviaria debía unir Berlín y Bagdad), asesoraba a su Ejército y en agosto del mismo 1914 ambos países firmaron un tratado secreto de ayuda mutua. La unión de Constantinopla a Berlín, pues, era lógica.

 

LA IDEA / Así, al acabar ese año, el frente de Europa occidental era inamovible y en el oriental Rusia estaba amenazada por los imperios centrales y Turquía. Para cambiar el escenario, Winston Churchill, primer lord del almirantazgo británico, ideó una operación capaz de decidir la guerra: tomar Constantinopla avanzando por el estrecho de los Dardanelos, neutralizar a Turquía y crear una ruta para abastecer a Rusia.

 

Con este fin, una flota francobritánica llegó a la zona en marzo. Como las minas frenaron su ataque (hundieron tres barcos), pidió ayuda de tropas terrestres. Estas desembarcaron el 25 de abril, pero les aguardaban los turcos dirigidos por el alemán Liman von Sanders. Pese a la combatividad de los soldados aliados del ANZAC (acrónimo de Australian-New Zealand Army Corps), el resultado fue desastroso: «El mar se tiñó del rojo de la sangre hasta una distancia de 40 metros de la costa», narra el historiador John H. Morrow Jr. Solo se pudo establecer pequeñas cabezas de puente a pocos metros de la playa. Otro desembarco en agosto no alteró la situación y las tropas quedaron encajonadas en un pequeño perímetro. Ante la imposibilidad de avanzar, en diciembre iniciaron la retirada, que concluyó con éxito en enero de 1916. El fiasco eclipsó a Churchill, que en 1923 aún oía en sus mítines la frase «¿Qué pasó en los Dardanelos?».

 

«OS ORDENO QUE MURÁIS» / La batalla tuvo otras consecuencias políticas de gran calado al hacer eclosión en ella el nacionalismo moderno de Australia y Nueva Zelanda (el 25 de abril ambos países celebran el día de ANZAC, en honor a sus tropas) y el de Turquía. Mustafá Kemal, su futuro estadista, destacó al frente de una división y fue aclamado como «salvador de Gallípoli». Sus consignas a los comandantes fueron de resistencia a ultranza: «No os ordeno que ataquéis. Os ordeno que muráis».

 

Por último, Gallípoli marcó un hito bélico. Según el historiador Richard Holmes, «fue la primera gran operación anfibia de la guerra moderna: hubo aviones (y un portaaviones), reconocimiento y fotografía aérea, embarcaciones de desembarco de acero, comunicaciones por radio, puertos artificiales y submarinos». Tanto los planificadores del desembarco de Normandía en 1944 como de la guerra de las Malvinas de 1982 valoraron sus lecciones

 

Miércoles, 18 de mayo de 2016

La banda militar Talcahuano fue reconocida

El acto de reconocimiento se realizó el 18 de mayo en la explanada de la Legislatura  

A raíz de un proyecto de resolución presentado por la Senadora Norma Corsino, el Senado de Mendoza declaró de interés legislativo y realizó la conmemoración del Bicentenario de la Banda "Talcahuano" perteneciente al Regimiento de Infantería de Montaña 11 "General las Heras" del departamento de Tupungato, la cual fue la primera del país.

El acto de reconocimiento se realizó el 18 de mayo en la explanada de la Legislatura. La senadora Corsino, estuvo acompañada de la vice gobernadora Laura Montero, el intendente de Tupungato Gustavo Soto, el presidente del bloque de la UCR, Alejandro Molero, y legisladores provinciales.

La banda Talcahuano, tocó su repertorio de canciones, las cuales estuvieron acompañadas de un baile tradicional en el salón de los pasos perdidos de la Legislatura provincial.

Luego Corsino hizo entrega de la placa con el reconocimiento y además entregó presentes a todos los integrantes de la banda Talcahuano. En medio del emotivo acto, tomaron la palabra las autoridades legislativas y algunos integrantes del RIM 11.

La historia de la banda Talcahuano

La primera unidad del "Ejercito de los Andes" que tuvo una Banda de Música fue, el "Batallón Número 11 de Línea". Según narra la historia de Cuyo, contada por el Publicista y escritor Don Damián Hudson, el ciudadano Mendocino Don Rafael Vargas, acaudalado vecino de la provincia, pagó de su propio patrimonio el instrumental y el personal que conformó con 16 músicos morenos.

Esta fue organizada el 1° de agosto de 1816 y obsequiada al Regimiento 11, constituyéndose en la "Primera Banda de Música del Ejército, El primer Director que tuvo dicha Banda fue Don Rafael Vargas.

El primer Jefe del Regimiento 11 fue el Teniente Coronel Don Juan Gregorio Las Heras, nombrado por decreto el 23 de Noviembre de 1814, completando dicha Unidad a seis Compañías, transformándose en el núcleo del "Ejército" de los Andes", siendo la primera Unidad militar con que contó el General San Martin para comenzar sus ambiciosos planes sobre la gesta libertadora.

La misma acompañó al General San Martin en su campaña libertadora contando en su repertorio con, "piezas alegres", "bailes de moda" y algunas danzas criollas, entre ellas el "Cielito" y "El Cuando", además ejecutó la obra cumbre de nuestra naciente patria, el Himno Nacional Argentino que incentivó a los Soldados durante el adiestramiento, antes de cada batalla y luego de las mismas, para festejar los triunfos obtenidos.

Luego, durante la Jefatura del Teniente Coronel Don Norberto Vischy, la actual Banda del Regimiento de Infantería de Montaña 11 "General Las Heras" toma el nombre histórico del "Fuerte Talcahuano", donde el 5 de Mayo de 1817 se libró el combate "Cerro Gavilán" con un nuevo triunfo del General Las Heras, siendo el "Batallón 11 de Línea" del "Ejército de los Andes", el primero que tuvo una Banda de Música.

Dentro del marco de las actividades protocolares de Mendoza, la Banda Militar "Talcahuano" participa en el Relevo de la Guardia de Honor a la Bandera del "Ejército de los Andes", instaurada por primera vez el 15 de Diciembre de 1992, integrada por efectivos con uniforme histórico del Regimiento de Infantería de Montaña 11 "General Las Heras".

Además esta banda es invitada de forma permanente para participar en diversas actividades protocolares.

 

 

ANEDOCTA DE UN HOMBRE QUE BEXEO  A LA VIDA

 

INICIADO EN EL FIRPO: el emblemático gimnasio municipal Luis Ángel Firpo, que en estos días ha sido renovado y transformado completamente, aportó muchas figuras más, aparte de Patricio Díaz, al boxeo mendocino. Entre ellas,  Juan Domingo Corradi, Roberto “Manopla” Sosa, Juan Alberto Figueroa, popularmente conocido como “El Gigante de la Feria”, los hermanos Palacios, Pablo Noé Castellino, Héctor Mora, Roberto “Violín” Salgado, Alfredo Recabarren, Daniel “Tato” Brizuela, Andrés Ruiz, Orlando Olivares, Osvaldo Corro, Gumersindo y Juan Carrasco y obviamente Hugo Pastor Corro, que bajo la tutela de don Diego Corrientes alcanzó la honrosa distinción de ser campeón mundial.

SUS ÍDOLOS: Patricio comentó su admiración y respeto por viejos referentes del boxeo argentino y mundial. Así por ejemplo, Eduardo KO Lausse, uno de los boxeadores más queridos de los años ‘50 en el Luna Park, del que recibió un reloj de regalo en 1974, cuando ganó su categoría en el Torneo de los Trabajadores “José Ignacio Rucci”; Hugo Pastor Corro, al que  conoció y trató en el Luis Ángel Firpo, al que consideraba un tiempista excepcional, una excelente profesional y muy buen compañero, y Roberto “Mano de Piedra” Durán, con quién se relacionó en la última etapa de su campaña profesional, cuando recorrió los Estados Unidos, Panamá y Centro América, donde en la República Dominicana se consagró Campeón Continental del  Caribe, el último de su exitosa trayectoria. Cuenta además que Durán lo elegía siempre como sparring para hacer guantes cuando tenía que prepararse para alguna pelea muy importante.

MISIONERO DE LA PAZ: según su relato, los días domingos colabora ad-honorem en distintos parajes  de Lavalle, con los padres redentoristas y misioneros Benito Cellito y Federico Cascone, ambos de origen italiano y de 80 años de edad, que residen en ese lugar, donde realizan múltiples tareas de beneficencia y donde han llevado el agua, la luz y construido un albergue para niños. También destaca que su esposa Kuky, que es muy católica, vive para las obras de bien y la caridad de la gente, porque ayuda en Cáritas, el Hospital Notti y Hogares Geriátricos, como el Santa Marta, que visita todos los días con donaciones de ropa, remedios y alimentos. “Mi mujer me transmitió esa fe interior que espiritualmente me hace muy bien. Ser solidario es lo más hermoso de la vida”, explica Patricio al comentar un rol desconocido de su vida actual.

 

OPERACIÓN: Patricio, que hace tres meses fue operado de un tumor en el intestino grueso, transmite un sincero reconocimiento a los doctores Oviedo y Bertani, del hospital Lagomaggiore, responsables de la intervención quirúrgica que resultó todo un éxito. Agradecimiento extensivo, según le dijo a Más Deportes, a todo el personal de ese centro asistencial por las atenciones que recibió. Como su recuperación ha sido satisfactoria realiza una vida absolutamente normal.

otro para el recuerdo: Juan Domingo Corradi

06 mayo 2014

Corrían los años sesenta cuando los muchachos de Chacras, Ítalo Candolino y Juan Domingo Corradi concurrían diariamente a entrenarse al famoso gimnasio Luis Ángel Firpo, en la Cuarta Sección, de Mendoza.

Es Ítalo quien nos cuenta que “nosotros hacíamos payasadas, en realidad íbamos a acompañar al Quito Corradi, quien llegó a ser Campeón Argentino, Sudamericano y primero en el ranking mundial en su categoría, peso liviano”.

Según nuestro vecino, su famoso amigo era un boxeador muy temperamental, que finalmente se retiró del box por sus problemas emocionales. “No pudo superar la derrota que sufrió contra el sanjuanino Víctor Echegaray, cuando le arrebató la posibilidad de pelear en Tokio por el título mundial” cuenta Ítalo. Y rememora “como si lo estuviera viendo”  aquella noche en que la muchachada acompañó a su amigo en el Luna Park, “Quito quedó enredado entre las cuerdas cuando intentó sacar un uppercut y Echegaray aprovechó para darle 75.000 piñas…perdió por abandono”. Luego de eso, se retiró al poco tiempo, sin poder superar la frustración y las penas del corazón.

 

Los veinteañeros Carlos Dupont, Juan Domingo Quito Corradi e Ítalo Candolino haciendo facha a la salida del gimnasio Luis Ángel Firpo.

Los veinteañeros Carlos Dupont, Juan Domingo Quito Corradi e Ítalo Candolino haciendo facha a la salida del gimnasio Luis Ángel Firpo.

 

 

El ABANICO

En un marco dorado a la hoja cubierto por vidrio descansa un abanico que supo ser blanco inmaculado y que hoy presenta un color grisáceo que no opaca su esplendor. Se trata de una pieza que perteneció a Josefa Álvarez de Delgado, madrina de Merceditas de San Martín y que, según la tradición oral, le fue regalado por el mismo general tras el bautismo de su hija. 

Durante la celebración del Bicentenario de la Patria -el pasado 9 de Julio- las familias Calandra, Ferreira y Cassone, descendientes de Josefa, donaron el abanico al Museo del Pasado Cuyano para que pueda ser observado por todos los mendocinos.

A doscientos años del nacimiento de Merceditas, Florencia Ferreira de Cassone, historiadora y principal responsable de la donación, recordó la carta que leyó en aquel momento en la que recuperó tanto la historia del objeto como coloridos detalles de la época.

“Durante su estancia en Mendoza para la preparación del Ejército de los Andes, nació la única hija de San Martín y Remedios de Escalada el 24 de agosto de 1816 (...). A los tres días de nacer, es decir el 27 de agosto, fue bautizada como Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada. Nuestra tras tatarabuela Josefa Álvarez de Delgado era vecina del General y de su esposa, unidos a ella por una estrecha amistad dado que sus casas se comunicaban por los fondos mediante una puerta que había hecho colocar San Martín”, cita en la misiva. 

Por este lazo, Josefa fue elegida como madrina de la niña y como padrino se designó a Antonio Álvarez Condarco, amigo muy cercano de San Martín.

“Ambos padrinos fueron llamados con urgencia para la ceremonia de Bautismo, pues el General mandaba a decir que ‘deseaba que cuanto antes su hija fuera cristiana, y que era el sacramento y no la ostentación lo que le interesaba’. En un altar preparado en la casa, dos grandes velas de cera ardían ante un Cristo tallado en madera. Fue bautizada Mercedes por el Padre Lorenzo Güiraldes, luego Capellán del Ejército, con la sola presencia de padre y padrinos”, continúa el texto de Ferreira de Cassone.

 

 

Abanico bicentenario

El valioso objeto fue pasando de generación en generación antes de ser donado. “Ha estado en poder de nuestra abuela Florencia Carlota Villanueva de Funes y, antes, en la familia Villanueva Delgado. Florencia hereda el abanico de sus padres, Don Elías Villanueva Delgado, nieto de Josefa Álvarez de Delgado y Edelmira Galigniana”, detalló. 

Cuando ella se puso en contacto con la pieza se encontraba en un sobre, ya que había sido tratado como una reliquia y nunca había sido expuesto con anterioridad. “Estaba un poco deteriorado en un costadito así que lo llevé a zurcir a unas señoras que viven en Guaymallén que le hicieron un trabajo precioso”, deslizó la estudiosa del pasado. Ella además le buscó el marco dorado a la hoja en el que hoy se conserva.

Como historiadora, hace hincapié en la fuente que la llevó a concluir que el abanico le fue regalado a su tras tatarabuela por el mismo San Martín.

“Nos basamos en los relatos de los recuerdos familiares de mi abuela y de su tía Sara Villanueva Delgado de Arroyo, hermana de Elías, cuya nieta Estela Arroyo de Sáenz así lo testimonia en su libro ‘El secreto de San Martín’ donde escribe acerca del prócer argentino basándose en los relatos llegados a ella por boca de Sara, nieta de la madrina de Merceditas”, explicó Ferreira de Cassone. La experta reconoció que no tiene ninguna carta que acompañe la pieza para corroborar que efectivamente fue un regalo. “Es toda tradición oral”, remarcó. 

Con respecto a la procedencia del objeto, la mujer estima que fue traído de España y que era parte de la dote de Remedios de Escalada. “Solamente una persona que tenía acceso a esos bienes lo podía regalar y Remedios venía de Buenos Aires”, señaló.

Donación familiar

La historiadora decidió realizar la donación en nombre de las familias Calandra, Ferreira y Cassone porque a ellas pertenecen sus hijos, sobrinos y nietos. “Se trata de un recuerdo que trasciende lo familiar y quedará para las futuras generaciones”, aseguró.

En la carta que leyó el 9 de julio concluyó: “Como choznos de Josefa Álvarez de Delgado, le hacemos llegar este abanico para su conservación y exposición en el Museo del Pasado Cuyano para que, junto con otros recuerdos del prócer, enriquezca la colección sanmartiniana del Museo que pertenece, por último, a la sociedad mendocina”.

La hija de San Martín

 

Mercedes de San Martín de Balcarce acompañó a su padre en el exilio europeo y en su vejez. Retrato de pie, luciendo amplio vestido de seda con guardas geométricas, realizado por un estudio parisino (A. Ken Photo) en 1862.

 

Corta descendencia

 

Merceditas de San Martín y Escalada (1816-1875) fue la única hija del matrimonio de José de San Martín y Remedios de Escalada. Ella a su vez tuvo dos hijas con Mariano Severo Balcarce: María Mercedes y Josefa Dominga.

La primera  murió a los 27 años, nunca contrajo matrimonio y no dejó descendencia conocida. Mientras, la segunda se casó con el diplomático mexicano Fernando Gutiérrez de Estrada y Gómez de la Cortina con quien no tuvo hijos.

 Fuente D. Los Andes

 

Recopilación H. Montiel

Por Graciela Alvarez

 

MIS BÁSQUETBOL!

Corría el año 1945,... Sábado de primavera, baile en Club La Consulta. Irma Chalub, la gran bailarina, no podía faltar a la cita... Estrenaba vestido, hecho por una modista que venía de Chilecito a coserle a la familia. Y, según cuenta "la reina", hacía noche alli, compartiendo dos o tres días hasta que terminaba la tarea...La única bailarina de la familia partió al Club, acompañada como era costumbre en la época, por don Benito y doña Dibe. Se subieron al Ford T, reliquia de la época y llegaron a destino. Al gran salón, comenzaban a llegar las familias... Esa noche, Irma me narra, como si hubiera sido ayer, que se sentaron. con la familia Aroz, vecinos, "más buenos que el pan"! Don Benito sale con don Fortunato Aroz a tomar una cervecita a la confitería del club, como era costumbre... Al promediar la noche, se acerca el doctor Méndez y les pide autorización a Benito y Dibe, para proclamar a Irma reina. No les hace mucha gracia la idea pero Irma, capricorniana insistente, logra convencerlos y es proclamada "Mis Básquetbol" . Abrazos, alegría, discurso de agradecimiento ( "yo no tenía vergüenza"dice la reina). La Orquesta siguió tocando e Irma bailando! "Me gustaba el baile con locura", remarca sonriendo. Al día siguiente domingo, tuvo que concurrir al club a lanzar la primer pelota del Campeonato de Básquetbol. Qué lindo es escuchar tus historias mamita

LOS CAMBIOS 

URBANOS Y SOCIALES DE MENDOZA

Mendoza de los años  cincuenta y sesenta cambio al ritmo de las grandes transformaciones que afectaron al m mundo capitalista. La tendencia creciente  a la urbanización se hizo patente. En 1960 el 67% de la población habitaba en la capital  y en los departamentos de gran Mendoza. Por  aquel entonces decreció  notablemente el flujo  migratorio de origen migratorio, que fue correlativo con el arribo de pobladores de otras provincias, entre los que sobresalían  sanjuaninos y puntanos. Aquella  migración interna resulto simultánea al arribo de migrantes de países vecinos. El censo de 1960 acuso el aumento de la población Bolivia cuya integración enriqueció la trama cultural de la provincia. La inmigración chilena en cambio tuvo su auge a comienzo de los años setenta a raíz de la cruel represión que siguió al golpe militar liderado por el general Augusto Pinochet.

A pesar de ello, el crecimiento demográfico acuso tendencias decrecientes: menos migrantes-sobre todo varones- y menos nacimientos mostraron nuevas formas  de vivir en familia como repuesta a cambios culturales y económicos. Al parecer,  los descendientes  de migrantes europeos que ingresaron las clases  medias introdujeron un patrón de familia más  reducido, que comenzaba a generalizarse en sus países de origen a partir de los años treinta. Esas pautas de organización familiar fueron adoptadas  por las familias de origen nativo que integraban referentemente las clases trabajadoras urbanas.

La concentración poblacional   cambio la fisonomía del área urbana. Termino de confrontarse  así lo que conocemos como el gran Mendoza (capital).las Heras, Guaymallen, Godoy Cruz, Maipú, y Lujan de cuyo, que hoy reúne a más de dos  tercio de la población total de la provincia. El crecimiento del transporte  público de pasajeros de mercadería y de automóviles requirió de nuevos accesos urbanos e impuso la construcción de vías más agiles de acceso a la ciudad. Entre 1950 y  1970 el acceso este llego hasta la ciudad de San Martin, se inauguró las obras de costanera y el enlace de los accesos Este y Sur.  En ese lapso, el servicio de tranvías fue remplazado por el trolebús y por la densa red de transporte público de colectivos.

La ciudad adquirió un nuevo rostro a través de modificaciones de estilos arquitectónicos, del uso del hormigón en la construcción de edificios de propiedad horizontal  y flamantes galerías –como la Tonsa y la Piazza- que desafiaron en altura al pasaje San Martin (1926) y al edificio Gómez donde se instaló la primera TV (canal 7) en 1961.

LA NUEVA MARGINALIDAD URBANA

Como  en otras ciudades latinoamericanas, el brillo del centro  urbano tuvo su contra cara en la emergencia de la marginalidad en su periferia. El fenómeno broto como consecuencia de las migraciones de pobres rurales del interior y de engroso con los asilados de países vecinos. Al despuntar los sesenta, las primeras villas miseria se extendieron al oeste del parque causando estupor  entre muchos mendocinos. Aquellas primeras villas de latas constituían un tránsito obligado de los más pobres, que recién venido a la ciudad, recalaban en ellas con la expectativa de progresar  y alcanzar la vivienda propia. La precariedad de la vida familiar  y social tuvo su paliativo en la formación de grupos  de solidaridad  popular que encararon  la construcción de viviendas  por ayuda mutua, con subsidios  del Instituto Provincial de la Vivienda. IPV.  A partir de ese estimulo, el barrio San Martin,  ubicado en oeste de la ciudad, abandono el perfil de villa miseria por la de un barrio popular. Esa práctica  o modalidad de los más pobres  para acceder a una vivienda digna se prolongó en el tiempo, y adquirió relieve en los ochenta cuando el estado provincial y las organizaciones  vecinales y populares encararon la reconstrucción de viviendas en Godoy Cruz asoladas por el terremoto.

El terremoto que transformó la ciudad

El 20 de marzo de 1861, un terremoto transformó para siempre la apacible vida mendocina al destruir la casi totalidad del villorio. Con la ciudad devastada, transcurrieron dos años de debate acerca del futuro de Mendoza. Hacia 1863, época del progreso a nivel nacional, se realizó una nueva fundación de la ciudad, a instancias del entonces ministro Eusebio Blanco y del agrimensor francés Julio Balloffet, quien la proyectó bajo los conceptos de orden, higiene, eficiencia y regularidad.

Esta nueva Mendoza presentaba un esquema homogéneo de 8 x 8 manzanas con una plaza central de mayores dimensiones y cuatro equidistantes, que aportaron espacios abiertos en la trama urbana y que se vieron complementados con la aparición de los parques del Este; del Oeste (1896), proyectado por el paisajista francés Charles Thays, y la quinta Agronómica, con el objetivo claro de incorporar calidad ambiental. Asimismo, al diseño de la ciudad se añadió un sistema de riego con acequias revestidas con piedra bola y canales para el sustento del arbolado público. El trazado de calles, boulevards y grandes avenidas de circunvalación compuso una traza jerarquizada para el ordenado del tránsito y la evacuación ante posibles sismos.

 

Bajo los gobiernos progresistas, Mendoza  Dio un paso hacia la modernidad, con la incorporación de infraestructuras, servicios públicos y transporte que marcaron un cambio en las formas de vida en la ciudad. Entre ellos se destacó la llegada del ferrocarril en 1885, que dio paso al proceso de la gran inmigración y con él, al auge de la vitivinicultura, que posibilitó la formación de una burguesía vitivinícola y constituyó la base de la naciente clase media mendocina, quienes se establecieron en los sectores más depreciados de la ciudad

Recopilación Heriberto montiel: fuente fasciculado 15 historia de mendoza-Gob de Mendoza 

 

Fotos gentileza de la Señora Celia Astargo

UNA CARTA MUY MODERNA QUE TIENE 130 AÑOS. LA ESCRIBIO EL JEFE PIEL ROJA  SEATLE DE LA TRIBU SUWAMISH  AL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS, FRANKLIN PIERCE , QUE QUERIA COMPRARLE  LA TIERRAS DE SU TRIBU.

 

EL DEFIENDE COMO  NINGUN HOMBRE BLANCO AL CIELO. AL AIRE. AL AGUA, A LAS FLORES, A LOS ANIMALES…

 

 

 

¿Cómo podéis comprar o vender el cielo, el calor de la Tierra? Esta idea nos parece extraña. No somos dueños de la frescura del aire ni del centelleo del agua. ¿Cómo podríais comprarlo a nosotros? Lo decimos oportunamente. Habéis de saber que cada partícula de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada hoja resplandeciente, cada playa arenosa, cada neblina en el oscuro bosque, cada claro y cada insecto son su zumbido son sagrados en la memoria y la experiencia de mi pueblo. La savia que circula en los árboles porta las memorias del hombre de piel roja.

 

Los muertos del hombre blanco se olvidan de su tierra natal cuando se van a caminar por entre las estrellas. Nuestros muertos jamás olvidan esta hermosa tierra porque ella es la madre del hombre de piel roja. Somos parte de la Tierra y ella es parte de nosotros. Las fragantes flores son nuestras hermanas; el venado, el caballo, el águila majestuosa son nuestros hermanos. Las crestas rocosas, las savias de las praderas, el calor corporal del potrillo y el hombre, todos pertenecen a la misma familia.

 

Por eso, cuando el Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras, es mucho lo que pide. El Gran Jefe manda decir que nos reservará un lugar para que podamos vivir cómodamente entre nosotros. El será nuestro padre y nosotros seremos sus hijos. Por eso consideraremos su oferta de comprar nuestras tierras. Mas ello no será fácil porque estas tierras son sagradas para nosotros. El agua centelleante que corre por los ríos y esteros no es meramente agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si os vendemos estas tierras, tendréis que recordar que ellas son sagradas y deberéis enseñar a vuestros hijos que lo son y que cada reflejo fantasmal en las aguas claras habla de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre.

 

Los ríos son nuestros hermanos, ellos calman nuestra sed. Los ríos llevan nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si os vendemos nuestras tierras, deberéis recordar y enseñar  a vuestros hijos que los ríos son nuestros hermanos y hermanos de vosotros: deberéis en adelante dar a los ríos el trato bondadoso que daríais a cualquier hermano.

 

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestra manera de ser. Le da lo mismo un pedazo de tierra que el otro porque él es un extraño que llega en la noche a sacar de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermano sino su enemigo. Cuando la ha conquistado la abandona y sigue su camino. Deja detrás de él las sepulturas de sus padres sin que le importe. Despoja de la tierra a sus hijos sin que le importe. Olvida la sepultura de su padre y los derechos de sus hijos. Trata a su madre, la Tierra, y a su hermano, el Cielo, como si fuesen cosas que se pueden comprar, saquear y vender, como si fuesen corderos y cuentas de vidrio. Su insaciable apetito devorará la tierra y dejará tras si sólo un desierto.

 

No lo comprendo. Nuestra manera de ser es diferente a la vuestra. La vista de vuestras ciudades hace doler los ojos al hombre de piel roja. Pero quizás sea así porque el hombre de piel roja es un salvaje y no comprende las cosas. No hay ningún lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ningún lugar donde pueda escucharse el desplegarse de las hojas en primavera o el rozar de las alas de un insecto. Pero quizás sea así porque soy un salvaje y no puedo comprender las cosas. El ruido de la ciudad parece insultar los oídos. ¿Y que clase de vida es cuando el hombre no es capaz de escuchar el solitario grito de la garza o la discusión nocturna de las ranas alrededor de la laguna? Soy un hombre de piel roja y no lo comprendo. Los indios preferimos el suave sonido del viento que acaricia la cala del lago y el olor del mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado por la fragancia de los pinos.

 

El aire es algo precioso para el hombre de piel roja porque todas las cosas comparten el mismo aliento: el animal, el árbol y el hombre. El hombre blanco parece no sentir el aire que respira. Al igual que un hombre muchos días agonizante se ha vuelto insensible al hedor. Mas, si os vendemos nuestras tierras, debéis recordar que el aire es precioso para nosotros, que el aire comparte su espíritu con toda la vida que sustenta. Y si os vendemos nuestras tierras, debéis dejarlas aparte y mantenerlas sagradas como un lugar al cual podrá llegar incluso el hombre blanco a saborear el viento dulcificado por las flores de la pradera.

 

Consideraremos vuestra oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, pondré una condición: que el hombre blanco deberá tratar a los animales de estas tierras como hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de conducta. He visto miles de búfalos pudriéndose sobre las praderas abandonados allí por el hombre blanco que les disparó desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como el humeante caballo de vapor puede ser más importante que búfalo al que sólo matamos para poder vivir. ¿Qué es el hombre sin los animales? Si todos los animales hubiesen desaparecido, el hombre moriría de una gran soledad de espíritu. Porque todo lo que ocurre a los animales, pronto habrá de ocurrir también al hombre.

 

Todas las cosas están relacionadas entre sí. Vosotros debéis de enseñar a vuestros hijos que el suelo bajo sus pies es la ceniza de sus abuelos. Para que respeten la Tierra, debéis decir a vuestros hijos que la Tierra está plena de la vida de nuestros antepasados.

 

Debéis enseñar a vuestros hijos lo que nosotros  hemos enseñado a los nuestros: que la Tierra es nuestra Madre. Todo lo que afecta a la Tierra nos afecta a los hijos de la Tierra. Cuando los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.

 

Esto lo sabemos: la Tierra no pertenece al hombre, sino que el hombre pertenece a la Tierra. El hombre no ha tejido la red de la vida: es sólo una hebra de ella. Todo lo que haga a la red se lo hará a él mismo. Lo que ocurre a la Tierra ocurrirá a los hijos de la Tierra. Lo sabemos. Todas las cosas están relacionadas como la sangre que une a una familia. Aún el hombre blanco, cuyo Dios se pasea con él y conversa con él -de amigo a amigo no puede estar exento del destino común-. Quizás seamos hermanos después de todo. Lo veremos. Sabemos algo que el hombre blanco descubrirá algún día: que nuestro Dios es su mismo Dios. Ahora pensáis quizás que sois dueño de nuestras tierras, pero no podréis serlo. Él es el Dios de la Humanidad y Su compasión es igual para el hombre de piel roja que para el hombre blanco. Esta tierra es preciosa para Él y el causarle daño significa mostrar desprecio hacia el Creador. Los hombres blancos también pasarán, tal vez antes que las demás tribus.

 

Si contamináis vuestra cama, moriréis alguna noche sofocados por vuestros propios desperdicios. Pero aún en vuestra hora final os sentiréis iluminados por la idea de que Dios os trajo a estas tierras y os dio el dominio sobre ellas y sobre el hombre de piel roja con algún propósito especial. Tal destino es un misterio para nosotros porque no comprendemos lo que será cuando los búfalos hayan sido exterminados, cuando los caballos salvajes hayan sido domados, cuando los recónditos rincones de los bosques exhalen el olor a muchos hombres y cuando la vista esté cercada por un enjambre de alambres parlantes. ¿Dónde está el espeso bosque? Desapareció. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Así termina la vida y empieza el sobrevivir..."

 

 

 

MEMORIAS

 

 

 

Federico García Lorca

 

La Jueza Argentina María Servini de Cubría, quien desde el 2010 se ocupa desde Buenos Aires de los crímenes de la dictadura franquista investigará  la desaparición del poeta español Federico García Lorca, ocurrido hace exactamente 80 años, el 18 de agosto de 1935.

 

La jueza admitió la denuncia que presentó en abril la Asociación para la recuperación de la memoria Histórica  (ARMH), un colectivo que busca esclarecer las muertes ocurridas en territorio español durante el franquismo.

 

La denuncia se basa en un informe policial de 1965 que salió a la luz  el año pasado y en el que, según la ARMH, se acredita de una manera fehaciente las circunstancias de la detención y asesinato de Lorca, en su tierra natal granada.

 

En el documento se tildaba al poeta de socialista y masó0n, y se le acusaba de prácticas de homosexualismo. Hasta hoy, los restos de quien fue uno de los más grandes poetas españoles se encuentra desaparecido…  

 

 

FUE UN 23 DE ABRIL DE 2002-CUANDO PERDIO LA VIDA UN CAMARADA. UN HOMBRE CON TODA UNA VIDA POR DELANTE. UN HOMBRE COMO CUALQUIERA DE NOSOTROS QUE SUPIMOS LLEVAR EL UNIFORME AZUL.

Tal vez muchos no le recuerden, pero siento la obligación de recordarlo a pocos días de cumplir 14 años de su partida sin regreso.

Orquin criticó a los organismos defensores de derechos humanos.

No estaba previsto que hablara, y hubo que detener la marcha fúnebre que comenzaba a sonar, al fin ministro de Justicia y seguridad Leopoldo Orquin, tomó la palabra, no tuvo reparos cuando dio su discurso de despedida al asesinado subcomisario Franklin Cantos: Quiero pedirle disculpas a los familiares de este hombre por la sociedad violenta que hemos engendrado y por los que se la pasan discutiendo en lugar de aprobar las leyes que podrían quizás, haber evitado esta muerte.
EL asesinato del subcomisario Franklin Cantos (46) no puede considerarse un caso más de homicidio en este año que parece regado por la sangre en esta provincia. El hombre, uno de los policías más queridos y respetados de la provincia, era el jefe de la División Seguridad de la Casa de Gobierno y fue ejecutado de un balazo en el tórax por dos ladrones que al parecer no se llevaron nada del efectivo.
El desenlace ocurrió el sábado a las 23 en la puerta de la cochera donde Franklin guardaba su Peugeot 306. Ese día y a esa hora, el efectivo salió de su casa en Maipú al 141 de Godoy Cruz y cruzó la calle para sacar el auto y entonces es que se cree que fue interceptado por los ladrones. Estaba vestido de civil.
El homicidio se produjo en la vereda de la cochera y es muy probable que los asaltantes hayan descubierto la condición de policía de la víctima ya que Cantos llevaba en una de sus manos el handy policial. Esta situación, de acuerdo con los antecedentes, hace que los delincuentes se ensañen más aún con su víctima.
Una vecina que vive en las inmediaciones fue quien escuchó los dos disparos y cuando se asomó por el balcón vio cómo dos sujetos jóvenes corrían por la calle. Desde el lugar donde estaba la señora no alcanzó a ver a Cantos por lo que el cuerpo no fue descubierto hasta que un trabajador municipal que pasaba por el lugar lo encontró.
Esta persona llamó a un vecino quien a su vez fue a ver a un principal de la policía que vive en la misma cuadra. El efectivo llamó al Comando pero cuando los policías llegaron Cantos ya había muerto. Tenía un balazo en el tórax.
Para los pesquisas la resolución del caso se presenta por demás complicada. "No hay testigos de nada, ni tampoco elementos probatorios. Eso hace las cosas muy difíciles", explicaba ayer por la tarde uno de los encargados de esclarecer esta muerte.
Dolor
Hacia la tarde, el cortejo fúnebre llegó hasta el cementerio Campo de Descanso de Guaymallén. En ese lugar, más de cien efectivos de distintas divisiones esperaban la carroza. Al costado derecho del acceso, los funcionarios políticos todos vestidos con ropas oscuras, se amontonaban, también a la espera del auto que traía los restos de Cantos.
El Ministerio de Justicia estaba en pleno: Leopoldo Orquín, los subsecretarios Roberto Grillo, Alejandro Salomón y Gabriel Conte y el jefe de Investigaciones Omar Jadur se mezclaban con el fiscal de Estado, Pedro Sin y la jueza de instrucción Alejandra Mauricio, quien también estuvo presente.
Con el ingreso de la carroza, la banda de la Policía de Mendoza ejecutó la marcha fúnebre, mientras los familiares de Cantos comenzaban a bajar de los autos, todos presos de la pena.
Durante el funeral, muchos hicieron uso de la palabra. En ese momento volvió a ponerse de manifiesto que Cantos era un hombre muy reconocido. El sacerdote no dejó pasar la ocasión para hacer referencia a la "sociedad encarnada por la violencia".
Más tarde, Luis Covello, titular del Club de Leones de Guaymallén también ganado por la tristeza, recordó que fue Cantos quien tuvo la idea de donar una buena cantidad de libros que tenían los leones del club a la cárcel:
“Él como nadie, tenía la seguridad de que la personas se pueden regenerar en prisión", soltó como para dar un pincelazo de la personalidad del subcomisario.
Para el final quedaron las palabras del ministro Leopoldo Orquin, quien en algunos párrafos deslizó críticas al escaso trabajo de los legisladores (ver aparte).
Ya de noche y con un aire frío, la gente dejó el cementerio
Fuente: diario Uno-Los Andes
Recopila H.Montiel.

contursi
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Gerardo Matos
Gerardo Matos

LA CUMPARSITA

 

Esa marchita que no tenía nombre

 

 

 

Nació y vivió en litigios. Por la música, por los arreglos, por la letra. O mejor dicho, las letras. Incluida una en ingles. Un largo camino desde

 

La federación de estudiantes de Montevideo hasta París.

 

 

 

El tango que Gerardo Hernán Matos tocó en febrero de 1917 en u n piano de la federación de estudiantes del Uruguay (Ituzaingó 1292, Montevideo) nunca pudo tener un estreno sin turbulencias: contratos falsos, demandas judiciales, letras absurdas y amenazas de desalojos marcaron  la historia de un tema que no tuvo paz sino hasta 1948.

 

“La Cumparsita” nació sin título y sin  letra, y los estudiantes de aquella casa la llamaban simplemente “La Marchita” a la hora de pedirla al piano. A un mozo de la confitería Americana le tocó bautizarlo involuntariamente:

 

-¡Ahí viene la Cumparsita de los estudiantes!-anunció en cocoliche cuando los vio llegar esa noche de carnaval. El 28 de marzo del mismo año “La Cumparsita” llegó a manos de Roberto Firpo, que iniciaba en Montevideo la temporada de su quinteto en la confitera  La Giralda. A los 84 años, en su última entrevista, Firpo recordó  la escena: “vino un señor llamado Barqueta, o Barca, no recuerdo bien su apellido…y venía con catorce o quince muchachos, jovencitos estudiantes, y me dijo: Vea, aquí le traemos una Marchita-una marchita, así como le digo- y queremos que usted la arregle. Hay que hacer un tango”.

 

Firpo en principio se negó a arreglarla: su repertorio ya estaba ensayado, y Matos no sabía escribir en pentagramas, lo que complicaba el trabajo  que encima  le llegaba de manos de un autor desconocido. Pero cedió  un par de semanas después. Ese fue también, el comienzo de la batalla que nunca terminaría: qué cosa le agregó a la obra y hasta donde la moldeó a su oído. En aquella última entrevista Firpo repitió ante Aníbal Caructhet  la letanía de su queja: “Y después de lo que hice, nunca me regalaron ni cinco centavos. Y otros señores, que le pusieron letra, cobran el cincuenta por ciento, y yo estoy aquí mirando la luna…”.

 

 El cuarteto de Alberto Alonso grabó el tema para la Víctor en abril del mismo año. Al poco tiempo Matos resolvió viajar a Buenos Aires decidido a vender sus derechos a la editora Breyer Hermanos, representante Ricordi  en  la Argentina. Pidió demasiado y el 26 de abril Breyer le respondió con  una contraoferta de 50 pesos y 30partituras de la obra. Los cincuentas pesos terminaron en las patas de Skat, que- como en otro tango-perdió “por una cabeza “contra Le Peri Jaune en las carreras de ese domingo.    

 

En 1924, “ La Cumparsita” se estrenó con la letra de Pascual Contursi y Enrique Maroni en medio de una mediocre y olvidada pieza cómica de dos actos, Gardel, que era muy amigo de Contursi, empezó a cantarla ese  mismo año y la grabo con el titulo del primer verso: “Si supieras” Canaro toco después “La Cumparsita” en París. Matos se desespera ante el éxito de su obra vendida: le escribe otra letra  e inicia un juicio contra Maroni y Contursi que recién llegó a un  laudo con la intervención de SADAIC en 1948, reconociendo un 20 por ciento de los derechos de Contursi y Maroni. Pero ya a esa altura las letras de la “Cumparsita” eran por lo menos cinco y los arreglos sobre la melodía, una decena. A la letra de Maroni y Contursi.

 

etra de Pascual Contursi
y Enrique P. Maroni

 

I

 

Si supieras
que aún dentro de mi alma
conservo aquel cariño que tuve para ti.
Quién sabe si supieras
que nunca te he olvidado
volviendo a tu pasado
te acordarás de mí.

 


          

 

Letra de Gerardo H. Matos Rodríguez

 

La cumparsa
de miserias sin fin desfila
en torno de aquel ser enfermo
que pronto ha de morir de pena,
por eso es que en su lecho
solloza acongojado
recordando el pasado
que lo hace padecer.

 

Letra de Alejandro del Campo

 

I

 

Allá viene
alegre y muy bullanguera
la cumparsita callejera
alborotando el barrio va,
los chicos de las casas salen
sonríen las viejitas
ahí va la cumparsita
besando el arrabal.

 

Bueno hay otras letras que la compartiremos en la próxima

 

ELCIUDADANO WEB. COM
La historia de Iqbal Masih, una muerte que no mató un propósito
Después de haber vivido la esclavitud infantil su sueño era defender a los demás niños de esas situaciones. Un sueño que lo llevó a la muerte, una bala certera que le cercenó la vida a los doce años,era un 16 de abril de 1994, y los asesinos pensaron que de esa forma silenciarían las voces en contra del trabajo infantil, nada más equivocado ya que a partir de eso la lucha fue más ardua.

Después de haber vivido la esclavitud infantil su sueño era defender a los demás niños de esas situaciones. Un sueño que lo llevó a la muerte, una bala certera que le cercenó la vida a los doce años, era un 16 de abril y los asesinos pensaron que de esa forma silenciarían las voces en contra del trabajo infantil, nada más equivocado ya que a partir de eso la lucha fue más ardua.
Era costumbre en Pakistan que cuando se debía casar un hijo, se entregara otro como garantía para acceder a un préstamo, este hijo menor era vendido y debía trabajar para la persona que prestaba su dinero. Esta fue la triste historia de Iqbal Masih. Su madre a los cuatro años lo entregó a un fabricante de alfombras para obtener el dinero necesario, la deuda no terminaba de saldarse nunca, nuevos préstamos más la suma de intereses hacían que el niño tuviera que pasar doce horas diaria inclinado trenzando hilados, con una sola comida diaria por el pago de una rupia, razón por la cual a los seis años se detuvo su crecimiento. La vida transcurría en una sociedad feudal donde los pobres no tenían más que sus brazos y los de sus hijos para comer y de esa forma vivir. Así, este ritmo de trabajo hizo que Iqbal fuera teniendo grietas en sus dos manos, que como nunca cicatrizaban , se parecían a las manos de un viejo campesino, a esto se le sumaba la tos seca que padecía provocada por la inhalación del polvo de la fibras, la escasa ingesta de alimentos le había provocado raquitismo crónico y el tema de la posición más el hecho de que no lo dejaban descansar ni le daban un tiempo para estirar sus piernas, arruinó su circulación, por lo tanto a los diez años, edad en que otros chicos se dedican a jugar con compañeros en el patio de un colegio, él parecía un niño viejo.
Buscando una salida
Tenía apenas 10 años cuando asistió a una reunión sobre derechos humanos y allí su vida cambió, se unió a una campaña del Frente de Liberación del Trabajo Forzado y de esta forma consiguió su libertad. A esa temprana edad se convirtió en un militante activo en contra del trabajo infantil, su sueño era librar a otros niños de la esclavitud y la humillación. En esa primera reunión se animó y tomó el micrófono en sus manos para comenzar el relato de su vida en el taller. Algo que conmovió a los miembros del Frente.
Eran muchos los sectores que empleaban mano de obra infantil, entre ellos las fábricas de ladrillos, hecho este que lleva a crear el “Frente de los Trabajadores del Ladrillo”. Las voces pidiendo mejores condiciones de trabajo y el no empleo de mano de obra infantil cobraba cada vez más fuerza.
Una nueva etapa
Comienza una etapa donde como militante y denunciante de los padecimientos de los niños llega a Estocolmo, allí participa de una propaganda en una gran tienda donde se vendían alfombras de Pakistán, la India, China y otras partes. Para este fin lo habían vestido a la costumbre europea y lo filmaron sentado sobre una de esas alfombras. Su discurso era el siguiente: “Me gustaría decir este mensaje: ¡no compren alfombras. Son confeccionadas por niños!”
Obviamente, esto hizo que los comerciantes y fabricantes inescrupulosos que se sentían atacados al desnudarse esta verdad, vieron en Iqbal a un enemigo.
El enigma de su muerte
Tenía doce años cuando una noche de luna llena atravesaba con dos de sus primos un campo, iban los tres sobre una bicicleta riendo y de pronto se encontraron con un agricultor de la zona de quien se sospecha que puede haber utilizado un fusil y lanzar un tiro a los niños, pero nunca se supo si esto fue realmente así o si a través de esto se camufló una muerte. Detrás de la misma había pendientes muchos asuntos los asuntos de los poderosos que necesitaban comprar silencio.
Su muerte mostró una realidad de una sociedad injusta, donde a los niños se los somete de diversas formas y lo que él pretendía era que en lugar de tener un amo que lo mandara y lo explotara poder tener un maestro que le enseñara y en lugar de tener que pasar todas sus horas en un taller sucio y sin ninguna protección, poder pasarlas en un escuela bajo el cobijo de gente honesta que lo instruyera.
La bala que detuvo su vida no pudo detener la lucha que otros siguieron por él.
Recopilación H.Montiel

NIÑOS, NO   SOLDADOS.

Niñas y niños de todo el mundo sufren violencia de forma habitual en escuelas, en instituciones pensadas para su protección, en centros de detención de menores y, a menudo, en su propia casa.

 

Utilizados  por gobiernos y grupos militares para diversos fines, más de 300.000 menores en el mundo toman intervención en  conflictos bélicos. Derechos vulnerados y secuelas de un drama sin fronteras.

Sus juguetes no son autitos, ni muñecos del hombre araña, ni bicicleta, ni pelotas de fútbol ni consolas de juego. Sus juguetes son pistolas reales, ametralladoras, machetes y cuchillos. Así transcurre la infancia y adolescencia de cientos de miles de chicos que, en varias partes del mundo,  son reclutados para  tomar parte en conflictos armados de diversa intensidad.

“Nos adiestraban para disparar apuntando al corazón o a los pies antes del combate, teníamos que comer  arroz mezclado con polvo blanco y una salsa con polvo rojo.

También los ponían inyecciones. A mí me pusieron tres. Después de esas inyecciones  y de comer arroz con polvo, me convertía en un vehículo  de motor, podía hacer cualquier cosa por mis dueños. Veía a nuestros  enemigos como perros y lo único en mí mente era disparar contra ellos”, tal es el crudo testimonio de un niño de 16 años, combatiente en un grupo rebelde del norte de Mali, en África Occidental, donde desde 2012 existe una contienda bélica contra el gobierno de facto por el  por el control  del área conocida como Azawar, reclamada por separatistas tuareg.

Cada 12 de febrero se conmemora en todo el mundo el día Internacional  contra el Uso de niños soldados, ya que ese día de 2002 entró en vigor el protocolo Facultativo de la convención sobre los derechos de los Niños,  el cual entre otras  cosas-prohíbe a gobiernos y grupos armados a reclutar niñas, niños y jóvenes menores de 18 años para utilizarlos en conflictos bélicos. De todos modos,  existe la posibilidad de que los países enrolen en sus ejércitos  regulares a jóvenes de más de 16 años con la condición de voluntario.

Si bien más de 100 Estados ya ratificaron el Tercer Protocolo Facultativo  ( La Argentina entre ellos), son numerosos  los países en los   que  se sigue utilizando a niños como soldados.

El paso 20 de enero, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos y de la misión de la ONU (UNAM), denunció en un informe que el estado Islámico ha secuestrados cientos de niños en la región norte e Irak y que, cuando se niegan a luchar  en el frente de batalla, son sometidos  a azotes,  abusos y tormentos, y que, aquellos que huyen  en las contiendas,  directamente asesinados. Incluso  muchos niños son adiestrados para llevar a cabo ataques suicidas. Estos casos  actos- denuncia el organismo-pueden suponer  en algunos casos crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad  y posible genocidios.

A comienzo de marzo 2015 la ONU había lanzado  una campaña global con el objetivo de poner  fin al reclutamiento  de menores por parte de grupos armados o ejércitos involucrados  en conflictos. Situación que en el día de hoy  se encuentra una veintena de países,. De ellos, según  se desprende de un informe del secretario  general   Ban Kimoon,  seis ya han firmado documentos  con la ONU comprometiéndose a terminar  con la presencia  de niños en sus ejércitos (Afganistán , Chad, Myanmar, Somalia, Sudan del Sur y la República  Democrática del Congo),  en tanto que otro dos (Yemen y Sudán), solo han expresado hasta ahora  su compromiso  actuar con el mismo  objetivo.

Sin embargo poco después del 15 de marzo, UNICEF denunció públicamente que en el conflicto armado de Sudán dl sur se había detectado  un alarmante aumento en el reclutamiento de niños soldados.

 

 

 

CRIMENES DE GUERRA

La campaña de la ONU lleva por nombre  “niños no Soldados”, y en el mensaje de apertura – leído en Nueva York por su  representante Especial para la cuestión  de los niños y los conflictos armados,  Leila Zerrougui-Ban Ki-Moon enfatizaba-Todos los niños  merecen protección, no explotación.  Deben estar en la escuela  y no en el ejército  y grupos combatientes. Los niños deberían estar  armados con bolígrafos  y libros de texto, no con pistolas.

 

Combatientes y esposas

Para las niñas, las cargas pueden ser incluso mayores que para los niños. El estereotipo del niño-soldado es un muchacho africano con un AK-47 pero, de hecho, un número considerable son niñas. Un estudio sobre los conflictos ocurridos entre 1990 y 2003 descubrió que había niñas participando en conflictos armados en 38 países, y que en 34 de ellos eran combatientes de hecho. En países como Uganda, Colombia, Sri Lanka y otros, las niñas componen entre un 30 y un 40 por cien de las fuerzas de combate.

Las niñas llevan a cabo las mismas tareas que los niños, y en la mayoría de los países eso supone portar armas y participar en los combates. Pero a muchas las explotan también sexualmente. En el norte de Uganda, las niñas secuestradas por el LRA son obligadas a convertirse en “esposas” de los mandos y sometidas a repetidas violaciones, expuestas a enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados. De acuerdo con algunos cálculos, hay más de 3.000 hijos de muchachas esclavizadas sexualmente por el LRA.

En Sierra Leona, donde se calcula que 12.000 de los niños-soldado durante la guerra civil eran niñas, un estudio descubrió que a todas las que declaraban que su principal función era la de “combatiente” las habían obligado también a ser esposas. Por ejemplo, el Frente Unido Revolucionario (RUF, en inglés) capturó a una niña llamada Miata cuando tenía 12 años. La escogieron para ser “esposa” cautiva de uno de los mandos de menor graduación y pronto se quedó embarazada. Incluso mientras estaba embarazada, se le exigía que luchase y participó en combates hasta el séptimo mes de embarazo.

Las consecuencias de ser niño-soldado son profundas. A menudo los niños son separados de sus familias durante largos periodos de tiempo, y carecen de la socialización familiar y comunitaria de la mayoría. El trato brutal y la exposición a la violencia les causan dificultades emocionales y psicológicas. Los orientadores que trabajan con ellos explican que los ex niños-soldado sufren trastornos del sueño, problemas alimenticios, ansiedad y temor por el futuro y por sí mismos. Muchos de ellos padecen pesadillas recurrentes sobre sus experiencias.

Por lo general la educación de los niños-soldado se ve interrumpida. Tras perder años de colegio, tienen problemas para volver a la escuela después de dejar la vida militar. En algunos países, las elevadas tasas escolares hacen inasequibles los colegios para un niño-soldado.

Sin preparación civil ni enseñanza, el reto inmediato para muchos niños-soldado es ganarse la vida. Esta preocupación es mayor aún en el caso de las niñas-soldado, que a menudo regresan con bebés.

Se necesitan urgentemente programas de rehabilitación y reintegración para estos niños. Precisan ayuda para localizar a su familia, recibir asistencia médica, volver a la escuela o recibir formación profesional, encontrar un lugar para vivir y ser aceptados de nuevo en su comunidad natal. También necesitan adultos que los ayuden.

 

 

                        

 

                                     UNA DE NUESTRA DANZAS  SE LLAMA

                                             LA CONDICIÒN

 

Nuestra música, aquella que tiene influencia determinante en la vida de los pueblos, es decir,  la folklórica surge de la confrontación de dos culturas: la indígena y la española. Podemos deducir, a que se llama  folklore: folk, significa pueblo y  lore, estudio. Desde el punto de vista musical esta ciencia se ocupa del fenómeno que posee como fundamento el ser: colectivo (obra de varias generaciones de una comunidad), popular, emperico con fundamento en la práctica a rutina, no profesional), oral, localizado geográficamente y con plena vigencia.

La condición

Es una de nuestras danzas, que es una verdadera joya  de nuestro rico folklore, con una historia plena de sugestiones y rodeada de encantadora leyenda.

Su origen no ha sido definido con claridad, siendo una de las v versiones  más difundida la que nos dice que su coreografía (arte de componer baile) fue creado por Dn Manuel Belgrano, un hermano y otros varios patriotas, allá por 1812 o 1813, en honor a las tropas libertadoras del norte y agrega que su nombre se debe a que aquel invitado a bailar la, puso como 'condición" la de hacerlo con una determinada dama de aquella provincia.
Para los historiadores que aunque gusten de la poesía nunca la cambiaron por la verdad averiguada - nos dicen que, desafortunadamente, no hay documentos que abonen esas creencias, y que las tradiciones orales, sin precisar fecha, indican que el prócer bailó la Condición en Catamarca, con la Sra. Elcira González de Olmos o con la Sra. Luisa González de Motta Botello, madre de la anterior.

Según C. Vega en 1916, cuando ya nadie se acordaba de la Condición - es terrible pensarlo - afortunadamente se exhuma la danza en Catamarca, en una fiesta de beneficencia, y en 1924 vuelve a bailar se en Buenos Aires, en otra fiesta similar.
Todo es emocionante en esta danza, su música, su coreografía, .su historia. su
leyenda, su exhumación...
Pertenece la Condición al grupo de las danzas derivadas del Minué.
Su música es de neto origen europeo y lo más original está en que el allegro fue
transformado en nuestro país y se le dio movimiento de Zamba.

H: MONTIEL

HOY

        

      RECORDAMOS,

A  BENITO QUINQUELA MARTÍN

HOY                RECORDAMOS, A  BENITO QUINQUELA MARTÍN

 

Fue uno de los pintores más populares de la Argentina. Murió el 28 de enero de 1977, dejando un legado plástico que superó los límites del campo artístico. Benito Quinquela Martín fue un pintor de puertos y trabajadores, denunciando sus extenuantes y precarias condiciones de trabajo. Y fue también un enamorado del barrio de La Boca, donde fundó escuelas y museos. Autodidacta, expuso sus obras en Río de Janeiro, Madrid, París, New York, Roma y Londres. Había nacido el 1 de marzo de 1890.

Nació en Buenos Aires el 1 de marzo de 1890. Después de una infancia nada feliz  y sin hogar fue retirado de la casa de Expósitos a los 7 años para cuidar un pequeño comercio de carbonería en la Boca. Concurrió de noche a una academia de dibujo y conoció como obrero  las labures portuarias.

Mientras pintaba fue descubierto por Pio Collivadino quien lo alentó a continuar  expresándose por medio de la pintura. En 1918 concurre por primera vez al salón Nacional y a lo largo de toda su vida, el país, Europa y los Estados Unidos recogen en sus más importantes museos su obra pictórica.

El pintor del riachuelo daba a su obra un dinamismo típico, impetuoso. Quinquela quiso y fue el pintor de la fuerza. Los motivos portuarios, de su preferencia, son vigorosos y ásperos. Se estima que su obra pictórica totaliza más de 3.000 cuadros.

 La escuela museo Pedro de Mendoza en la Boca del Riachuelo muestra en pintura y cerámica el quehacer de este trabajador de los colores que enalteció uno de los barrios más característicos.

El 28 de enero de 1977 murió el gran artista, del que se ha dicho que su pintura es fiel testimonio de pueblo que  trabaja   y que sabe que solo con el esfuerzo silencioso  y cotidiano asegurará  la grandeza del futuro.


Fuente: Felipe Pigna.

Un escándalo de tintes pintorescos que conmovió la "década infame" fue el de los niños cantores de la Lotería Nacional. Todo comenzó una tarde de junio de 1942, cuando un grupo de niños cantores se reunió en el Café de los Angelitos en Rivadavia y Rincón.

Allí, uno de ellos comentó que conocía a Sabino Lancellotti, un oficial tornero que podría fabricar una bolilla de madera idéntica a la utilizada en los sorteos oficiales de la lotería, que podría ser cambiada por ellos en el momento del sorteo para obtener el premio mayor. El resto de los compañeros se mostraron interesados en la idea y el proyecto se concretó durante el sorteo del 24 de julio de 1942, cuando salió el número 31.025 beneficiado con la suma de 300.000 pesos, comprado por los "niños cantores".

Pero la indiscreción de algunos de ellos, que comentaron a novias y a amigos su plan, los llevó a la perdición, porque no fueron los únicos beneficiarios y comenzó a correrse la bolilla por todo el país, al punto tal que al día siguiente el diario Crítica publicó la noticia: "El 025, número anticipado desde ayer, salió con la grande. Un nuevo caso, tan sorprendente como los anteriores, se ha producido hoy en el sorteo de la Lotería Nacional. Desde anoche se hablaba de que la grande terminaría en 025: a tal punto llegó el anuncio que los levantadores de quinielas resolvieron defenderse y no tomar jugadas al 025. Algunos pocos lo hicieron".

La Cámara de Diputados, ante la sospecha de que los "niños" no estaban solos, formó una comisión presidida por el diputado radical por Santa Fe, Agustín Rodríguez Araya, para investigar a la Lotería Nacional. La comisión solicitó y obtuvo la interpelación de ministros y funcionarios y demostró graves irregularidades en el funcionamiento del organismo oficial que iban desde el uso de bolillas de distinto peso a maniobras con los billetes ganadores no cobrados en término por sus beneficiarios. También se demostró que entre la larga lista de compradores del 31.025 había jueces, concejales y ex ministros. De todas maneras, los únicos sancionados fueron los niños cantores Navas, López, Tambore, Sitemberg, Praino, Laddaga y Mañana y el tornero Lancellotti, que recibieron penas de tres a cuatro años, y los casuales compradores del 31.025, que seguían ese número por pálpito o costumbre, que se quedaron sin cobrar su premio porque el sorteo fue anulado. Pero a Rodríguez Araya le interesó particularmente un tema muy grave que vinculaba a la Lotería Nacional -creada por ley del Congreso de la Nación el 30 de octubre de 1895 con el objetivo de sostener la "beneficencia de los menesterosos desamparados, mediante la construcción y sostenimiento de hospitales y asilos públicos"- con la Sociedad de Beneficencia.

Se trataba de la concesión de decenas de la lotería a los "pobres y lisiados" para su venta. Eran miles de decenas que implicaban una importante renta mensual. Cuando el diputado comenzó a indagar se llevó una muy desagradable sorpresa y lo expresó en la Cámara de Diputados: "Tienen decenas parientes de ex presidentes de la República. Hay parientas de jueces, de ex ministros, hay un concejal de Balcarce, hay un cuñado de un ex ministro nacional; tiene decenas una 'pobre señora' que posee 8.000 hectáreas pobladas de hacienda en una provincia del litoral. Hay dueñas de caballos de carrera". Rodríguez Araya amplía en su libro Mientras los niños cantan la nómina de beneficiarios. "Un presidente de la Lotería distribuye generosamente decenas a sus maestros de golf; tres de ellos perciben en total 39.000; 37.000 y 29.000 pesos. Un activo revolucionario de septiembre de 1930, teniente coronel, ha hecho dar a su cónyuge decenas. Un ministro de Dios en la Tierra tiene su pedicuro y gratifica sus servicios con decenas".

Las investigaciones de la Comisión presidida por el diputado santafecino demostraron que la mayoría de estas verdaderas pensiones vitalicias estaba otorgada a gente cercana al poder y al mundo financiero. Los "indigentes" eran una absoluta minoría.

Rodríguez Araya decidió profundizar e investigar las decenas otorgadas a la Sociedad de Beneficencia. En su sede las damas le mostraron sin ningún pudor su fichero de beneficiarios a los que ellas curiosamente llamaban patrones protectores y le señalaron que "para el cumplimiento de la misión filantrópica que se habían impuesto necesitaban conquistar la buena voluntad de los personajes; y que por correspondencia de atenciones, daban preferencia a sus pedidos" 1.

El gran fichero estaba clasificado por cargos y allí podían verse miles de fichas. "Era irritante la simple lectura de las tarjetas matrices: Arzobispo de.., Obispo de.., Presidente de la República, Vicepresidente de la República, Senador Nacional, Diputado Nacional, Presidente del Banco Tal, General, Juez, señora del Ministro". La Sociedad de Beneficencia, manejada por las damas de la más rancia oligarquía, era la vía de distribución de aquellas cuantiosas sumas teóricamente destinadas a los pobres, discapacitados, huérfanos y enfermos. Tomando solamente el año de la investigación de la Comisión Parlamentaria, repartieron entre sus amistades 3.279.000 pesos, en una época en que un trabajador cobraba unos doscientos pesos por mes.

Rodríguez Araya agrega: "A pesar de su alcurnia, no son sino estafadoras que todavía no han sido procesadas las señoronas que lucraban burlando la ley; y son malversadores de caudales públicos los que acordaron tantos provechos ilícitos, ya que sólo pudieron permitirlos por cohecho o por incumplimiento malicioso de los deberes de su cargo. (..) Con esta dádiva no consignada en la legislación social de nuestro país se establece una injusticia social que justifica las reacciones de los humildes contra los beneficiarios ilícitos de estas prebendas, porque no son los pobres, ni los necesitados, ni los inválidos, que más necesitan de la ayuda del Estado, los que la aprovechan, sino aquellos otros que utilizan estos recursos para dar desahogo a sus vicios y para aumentar sus ingresos ya cuantiosos. Surge de mis manifestaciones la exacta visión de que no se trata de un negociado accidental y transitorio. Es un sistema de delincuencia organizado, permanente, que se agrava cada día al realizarlo dentro de la más completa impunidad".2


Crítica, 25 de julio de 1942.

Referencias:

1 Agustín Rodríguez Araya, Mientras los niños cantan, Buenos Aires, 1943.

2 Ídem.

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Fuente: www.elhistoriador.com.ar

MUSEO DE GARCIA GUILLOUMET.

Todo debe comenzar como un cuento,  había una vez:  en un pueblo  llamado Pareditas una persona muy reconocida  por su actividad docente, comenzó con una iniciativa privada la realización de un Museo Humanístico Interdisciplinario. Al  que llamó García Guillaumet, como decía esto nace de la iniciativa de nuestro querido amigo Omar Luna  y su familia, los que dispusieron de lugar, y desde la asociación Cultural Pareditas que tendrá a cargo los distintos talleres y actividades que pueda desarrollarse que puedan desarrollarse .

El diario local de la época decía:  Un nuevo hito cultural ha nacido en el departamento de San Carlos, puntualmente en Pareditas, el museo Humanístico Interdisciplinario   que lleva por nombre un homenaje a dos  hombres cuyo ejemplo deben seguir los jóvenes. Uno de ello es Guillaumet, piloto y héroe Francés que trabajo en estas tierras junto a su amigo  Antoine de Saint Exúpury, transportando correspondencia  entre Argentina y Chile por correo Aéreo, y que en 1930 sufriera un accidente en la inmediaciones de la Laguna del Diamante.

Su temple, su  esfuerzo,  su sacrificio para poder sobre vivir en condiciones sumamente desfavorables en pleno invierno  son ejemplo de fortaleza y valor.

Otro de los conocidos García apellido del niño puestero Juan Gualberto que a los 14 años dio un ejemplo al mundo de solidaridad y amor al salvar la vida de un desconocido, junto  con su familia, el piloto Francés  Henry Guillaumet.

Estos dos hombres hermanan a dos pueblos Pareditas de Argentina  y  Toulouse de Francia.   

Al inaugurar este museo se rescata esta conmovedora historia y muchas más de estas y será, de aquí en adelante, un punto más de referencia  que  favorecerá  al turismo en el departamento de San Carlos y especialmente a Pareditas.

Nada más indicado que haber  elegido a Pareditas como sede de este museo, que deberá contar a partir de hoy con el apoyo de todo un pueblo y de las autoridades departamentales y provinciales, y  además  con seguridad del pueblo de Toulouse, Francia.

Felicitaciones al autor de la iniciativa, Omar Luna y su familia, felicitaciones por la presentación y la calidad de los elementos expuestos.

Inauguración en una tranquila siesta Pareditana.

Omar luna procedió abrir sus puertas e invito a Gualberto García y al Profesor  Alberto Piatelli  a realizar el tradicional corte de cinta.

Realizado el acto se invitó al Prof. Alberto Piatelli para que diera una breve reseña de la historia de Guillaumet, ya que este prestigioso investigador ha dedicado mucho tiempo  a recolectar material  en una admirable tarea de investigación de los hechos  ocurrido en la década del 30. Luego  de su discurso invitó a don Juan  que contará a los presente la historia  del rescate cuando con solo 14 años fue quien encontró a el aviador y le dio el auxilio que le habría salvado la vida.  Gracias a este hecho, don Juan fue reconocido  hace tres años en Francia por el presidente Chirac quien lo nombro ciudadano Ilustre, y agradeció el haber salvado a este personaje, creando así un lazo muy importante entre Francia y esta  región  del Valle de Uco.

Omar Luna manifestó que, su intención es mantener viva la historia de Guillaumet, como así también  la historia de las familias de Pareditas ya que ya que hay mucha historia en ellas, sin dejar de lado los espacios de la cultura  (artesanías, Pinturas, Libros, fotografías, entre otros). Aquí  se puede encontrar  un poco la historia de los  habitantes  de Pareditas y espero que con el tiempo  este lleno de historia, cultura, y sentimientos. También hay un alto valor histórico en la muestra de Guillaumet material cedido por Alberto Piatelli quien a dejado en el museo mucho material de sus investigaciones los que tienen un alto valor histórico. El museo fue declarado de interés departamental por el HCD de San Carlos. El museo  se encuentra abierto al público los domingos de a1 a 19 horas.

Esto sucedía en el año 2005 en el mes de agosto.  Tuve la oportunidad de llegar a Pareditas y lo primero que hice fue ir a visitar al mencionado museo, fui atendido por Omar el que me hizo ingresar y me mostro todo lo que había, la verdad que me encanto  de la forma que está dispuesto los elementos que habían, también contaba con artesanías  y libros.

Pero duro muy poco porque fue trasladado al Municipio de San Carlos, hasta allí fuimos  y fue una lástima ver como estaban los elementos, hoy por hoy no sé qué sucedió con los elementos  que contaba este museo, tal vez estén bien cuidado y resguardado como debe ser.

 

Fuente Periodista XXI

 

H. Montiel   

      

TROLES Y TELEVISIÓN EN MENDOZA

 

En el marco de una situación económica cada vez más preocupante, con

Inflación en aumento, Mendoza siguió avanzando en los 60 en su

Desarrollo urbano y en la incorporación de innovaciones tecnológicas. La

Televisión y la definitiva despedida del tranvía con  la llegada del trolebús,

Introdujeron cambios sustantivos en los hábitos de los mendocinos.

 

TROLEBUSES, UNA NUEVA OPCIÓN PARA EL TRANSPORTE

 

En la década de los 50 la población crecía y la actividad de Mendoza se extendía. La necesidad de ampliar el servicio de transporte público se tornaba imprescindible.

Tanto era así que, debido a la falta de vehículos de alquiler, se adquirieron numerosos micros Bedford, con capacidad para 22 pasajeros sentados: el objetivo era conformar una cooperativa obrera de transporte.

En Buenos Aires ya funcionaba un nuevo sistema vehicular: el trolebús, con muy buenos resultados, y la provincia casi a finales del decenio decidió  imitar el ejemplo.

Así, en la década del 60 funcionaban a pleno los trolebuses, cuya primera línea fue inaugurada en 1958. El servicio se alimentaba con un cableado que trasmite corriente continua de 600   voltios.

Los 15 vehículos, marca Mercedes Benz, habían sido adquiridos en 1954 por el Ministerio de Transporte de la Nación.

Los  recorridos eran Parque-centro, el primero, Dorrego-Centro, y Villa Nueva-Centro.

Es que en esos años de posguerra, se produjo una nueva corriente inmigratoria de origen Europeo hacia nuestro país: 112.778 personas se sumaron a la población Nacional. En aquella época el teatro Griego  aun en construcción, fue usado por primera vez para la cantata Sanmartiniana en homenaje al Libertador en el centenario de su fallecimiento.

El cine pasaba por una etapa de florecimiento en Mendoza: se estreno la película “Lejos del Cielo” rodada totalmente en la Mendocina Film Andes.

En esos años se llamaba a concurso de proyectos para la construcción de la ciudad Universitaria y se procedía en Mendoza a la construcción de grandes barrios. El primero era el presidente Perón (luego llamado Ejercito de Los Andes)  y se completaba la primera fase de Villa Evita, en Villa Hipódromo.

TROLES EN 1913

Si bien los troles llegaron a Mendoza hace más de 4 décadas, hubo, sin embargo, un antecedente, ya que, de acuerdo con una información proporcionada por los andes en octubre de 1913, el PE autorizó la instalación de una suerte de tranvía sin rieles.

La empresa contratada era “Argentina Power and Railles TRactión Company Limite”,   que establecería en vía de ensayo una línea con un solo coche que, partiendo de la calle Belgrano, seguiría por Sarmiento hasta el acceso al cerro de la Gloria.

Al efecto decía Los Andes, la concesionaria  construiría un galpón-deposito en los terrenos de la usina, debiendo costear los gastos de fuerza motriz y otros que origine el ensayo. Pero el experimento no prospero y hubo que esperar hasta fines de los  50 para que Mendoza tuviera trolebuses.

 

  Fuente D. Los Andes

 Recopila: H. Montiel

REPASAMOS LA HISTORIA ARGENTINA

Las pericias psiquiátricas y las constancias
De la causa señalaron que Godino no había
Violado a sus víctimas. Se masturbaba luego
De consumar sus ataques. El informe final lo
Califica como “como degenerado hereditario,
Imbécil que sufre la locura moral, por definición
Muy peligrosa”.

Reunía los mayores adelantos de la ciencia penitenciaria. Por sus condiciones de seguridad, pero sobre todo por el lugar inaccesible en que se lo había erigido, se lo consideraba a salvo de cualquier evasión. Godino no fue enviado a Ushuaia, sin embargo, pues esa cárcel estaba destinada solo a reincidentes. Pero por una reforma de 1923 pasó a alojar todo tipos de presos de alto riesgo y el petiso orejudo fue de los primeros penados remitidos allí. Ocupó la celda 90.
Cayetano Santos Godino se convirtió en una celebridad carcelaria, junto con Mateo Banks, múltiple asesino de azul, y con Simón Radowitzki, el militante anarquista que mató al jefe de policía Ramón Falcón. Durante los años que le quedaron de vida, Godino, a diferencia de Banks, que fue un preso perfecto, cometió numerosas faltas de disciplina, y agresiones contra otros penados. Todo los recursos intento para recobrar la libertad fueron inútiles y murió en la cárcel el 15 de noviembre de 1944. Nunca recibió visitas de familiares. Pero fue entrevistado por varios periodistas, entre ellos el popular reportero de la revista caras y Caretas Juan José de Soiza Reilly, en 1933. Sostuvo Soiza Rilly que un cirujano, quien por entonces experimentaba en cirugía plástica, le había operado las orejas “voladoras” que conformaban el rostro inconfundible del petiso.
Cobra un valor fundamental la crónica de este reportero cuando narra, en tiempo pasado, que Godino fue castigado con una paliza por otros reclusos que cuidaban dos gatos. El ya adulto Cayetano había quebrado el espinazo de las mascotas. El testimonio de Soiza desautoriza la leyenda de que el petiso murió tras esa golpiza.
Entre los muchos misterios y fantasías que rodearon su vida y su muerte, tampoco se sabe donde están exactamente los restos de Cayetano Santo Godino pues cuando el presidente Juan Domingo Perón cerró el penal de Ushuaia, en 1947, se perdieron los registros de inhumaciones.

HERIBERTO MONTIEL

AMIGOS COMENCEMOS A RECORRER LOS CAMINOS DEL AYER
Y PARA ELLO INGRESAREMOS A : SABADO CIRCULARES

Desde el debut de su ciclo,
Pipo Mancera trabajó 664 sábados
Consecutivos. Su programa
Fue una incubadora de estrellas.

Mire, Macera, yo canto…”, argumento el niño a Pipo Mancera en la puerta del canal 13. El pequeño Santa Fesino acababa de cumplir ocho años. Alberto Antonio Gieco, se llamaba. Pero le decían León, León Gieco. Había visto a Almendra tocando muchacha ojos de papel en el programa. No fue el único espectador al que “Sábados Circulares” le cambió la vida. El show periodístico-musical de Nicolás mancera había empezado en canal 9 el día de reyes de 1962. El director del Canal le había dado cinco horas corridas y le sugirió que pusiera alguna película. “No vas a estar vos las cinco horas en cámara “, deslizó, a modo de sabio concejo. Pipo no le hizo caso y reinvento la televisión: su espacio fue cuna de las primeras transmisiones vía satélite y, sobre todo se convirtió en una incubadora de ídolos de la canción. También fue el primer conductor al que se le ocurrió televisar la boda de dos estrellas: en 1967, en pleno apogeo de la carrera de Palito Ortega, mostró en vivo el casamiento del autor Yo tengo fe con Evangelina Salazar, que alcanzaría un pico de 80 puntos de rating. Y en su programa, claro, desfilarían varias de las más grandes figuras del espectáculo mundial: Alain Delón, Sylvie Vertan, Joan Manuel Serrat…
“Sábados Circulares” no había sido la primera experiencia de Mancera en televisión. Poco antes había realizado el innovador programa musical titulado “La noche”, elogiado por todos pero que…resultó un fracaso de rating. También fue el precursor del escándalo. El programa estuvo a punto de quedarse sin aire cuando Sandro cantó por primera vez: en aquellos tiempos, mover la pelvis lindaba con lo pornográfico. Y desató otra tormenta cuando interrumpió una actuación de Piero y el Cuarteto Zupay al grito de “donde se come no se caga”, al entender que el tema “ofendía a la televisión”… lo cierto es que hizo tantas innovaciones en tan poco tiempo que, cada vez que prendemos la tele, es inevitable pensar que Mancera lo hizo antes y probablemente mejor.

UN COLOSO DE LA TELE

Nicolás Mancera debutó como cronista cinematográfico en Francia, a los 17 años. Viajó a París apenas se recibió de bachiller. Fue por tres meses y se quedó un año, contrariando los deseos de su madre. Allí vendió ponchos, cantó boleros y envió sus primeras notas a Noticias Graficas. Al regresar siguió en el diario cinco años, luego en la razón (donde trabajo quince años) y, más tarde, en la revista Gente de cine. Al tiempo idearía el ciclo que devendría en ícono de toda una época: “Sábados Circulares de Mancera”.
29.08.2011
La leyenda de la televisión nos dejó:
Ocurrió esta tarde, mientras estaba en su casa. El viernes se había internado en una clínica pero recibió el alta al día siguiente según pudo saber Clarín.com. Durante largos años tuvo récords de audiencia en sus célebres Sábados Circulares.
Nicolás "Pipo" Mancera, una leyenda de la televisión argentina, falleció esta tarde en su casa a los 80 años. El viernes se había internado en una clínica privada con un cuadro de hipertensión, pero recibió el alta al día siguiente según pudo saber Clarín.com. Durante largos años tuvo récords de audiencia en sus célebres Sábados Circulares, que se emitió por Canal 13 entre 1962 y 1974.

HERIBERTO MONTIEL

RECORDANDO A UN POLICIA ASESINADO EN EL AÑO 2008

Dolor indignación en el entierro
Del policía asesinado

La justicia busca al menos a dos sospechosos de matar a Gustavo Ramet, quien fu ascendido a Sargento post mortem. Se afirma la versión de que lo ultimaron por su condición de uniformado.

Con más de 400 personas despidieron los restos cabo 1ro. Gustavo Ramet, asesinado la noche del lunes en las Heras. El cementerio los Apóstoles se convirtió en escenario de imágenes de bronca e impotencia, que ganaron cada comentario de amigos, familiares y compañeros de labor que se acercaron a darle el último a dios al efectivo.
Buscan a dos sospechosos y no hay detenidos. La Banda de Música de la Policía de Mendoza, en la cual Ramet tocaba el Tambor-recibió con honores el féretro que transportaba el cuerpo del joven policía, ultimado de un disparo en la cabeza cuando transitaba por el límite entre los barrios Cementista y Reconquista.
“era el último que se iba de los ensayos y tenía mucha apego a lo que hacía”, recordó uno de los compañeros de trabajo que compartía su pasión por la música.
Cerca de las 19, cuando finalmente llegaron los restos de Ramet, el llanto fue inundando cada rincón del cementerio. Al final, uno de los amigos de Ramet grito entre lágrimas, frente al ministro de seguridad, Carlos Siurca: “justicia, queremos justicia. Que esto no quede impune.
El asesinato provocó fuerte rumores que comenzaron a circular desde la mañana en mensajes de texto y de boca en boca. Las versiones hablaban de un quite de colaboración entre las 12 y las 14, y hasta de un acuartelamiento o una rebelión. Al final, nada ocurrió y algunos efectivos negaron que algo así fuera a suceder.
Gustavo Ramet
Fue interceptado y baleado en la esquina de Ingeniero Cipolletti y las Moreras, en el barrio Cementista. El disparó le ingresó debajo de la barbilla y su recorrido fue ascendente, provocándole la muerte casi inmediata.
Una versión indica que lo abordaron dos jóvenes en una moto, quienes huyeron tras balearlo y robarle un maletín en el que llevaba el arma reglamentaria.
Ramet es el séptimo policía asesinado desde 2003. El más reciente ocurrió el 24 de septiembre pasado, cuando Eduardo Correas fue baleado mientras custodiaba la sede del banco Regional de la Universidad Maza, en Guaymallén.
Gustavo Ramet Giaccardi fue policía operativo tan solo el primero de sus 16 años y medio de carrera en la fuerza policial, después, dentro de las filas de la policía de Mendoza solamente integró la Banda de Música, en la que ejecutaba el tambor.
El lunes a la noche, con 36 años de edad, fue asesinado de un balazo cuando regresaba a su caso procedente del acto por el día de la Policía. Llevaba puesto el uniforme con el que se lo vio en la celebración policial.
En esa ocasión la Banda se llevó los aplausos más ruidosos de la noche por las interpretaciones que les brindaron a los asistentes al evento desarrollado en el auditorio Ángel Bustelo.
Ramet estaba casado con una profesora de inglés, con quien tenía un hijo de 5 años. El hogar familiar se ubica en José María Godoy, de Las Heras.
Al ser asesinado ostentaba el grado de cabo primero, pero su desempeño como policía de acción fue efímero Ramet ingreso a la policía el 31 de mayo de 1992. Hasta el 18 de junio del año siguiente fue policía vial, pero su vocación y las aptitudes que demostró para interpretar música lo llevaron a integrar la Banda Policial.
Nuestro amigo y camarada este mes de Mayo hubiese cumplido 22 años de servicio. Estaría pensando en su pronto retiró para disfrutarlo con su familia.
Estos es un breve recuerdo hacia aquellos que conocimos y hoy no están, pero siempre los recordaremos con mucho cariño…
F. D. Uno
Heriberto Montiel

Falleció Don Oscar Funes, un maestro rural que le cambió los días a miles de sancarlinos con su ejemplo de vida

Falleció Don Oscar Funes, un hombre que ayudó a cambiar la historia de la Mendoza de adentro. Quedará en la historia por haber conducido durante décadas un proceso educativo fuera de lo común en su pueblo. Entra a esta nota y aliméntate con su ejemplo.

Había que verlo recorrer su quinta: probar sus tomates o sus nueces, aprender de él los secretos del cultivo de los hongos, la cría de animales o enamorarse de las magnolias que se descolgaban del árbol de su patio. Ha muerto Don Funes, un hombre que logró que fuera un poco mejor el destino de esta raza.

Es así: ha muerto uno de esos hombres que dan sentido a los esfuerzos colectivos, esos que algunos llaman fundamentales. Se trata de don Oscar Funes, un maestro rural que le cambió los días a miles de sancarlinos con su ejemplo de vida.

Tanto fue así, que don Funes recibió en vida uno de los homenajes más hermosos que la vida pudo hacerle: la escuela secundaria de Pareditas, San Carlos, lleva su nombre. Y sí que hicieron justicia con la decisión.

Repitámoslo: Don Funes, el querido maestro sancarlino, murió hoy a los 81 años. Dirigió durante 30 años la escuela primaria de Pareditas, educó a todo un pueblo y formó una familia maravillosa, para quienes tenemos la alegría de conocerla.

Y lo hizo junto a Lita, su mujer, también dedicada maestra sancarlina, con quien tuvo cinco hijos, cuatro de ellos docentes y uno promotor cultural de la zona y todos comprometidos con la realidad social de su región. Ahora mismo, su familia, incluidos sus doce nietos, lo vela en su propia casa y será enterrado hoy a las 19 en el cementerio de San Carlos.

Si bien Oscar Funes nació en Rivadavia, su vida laboral lo llevó, en primer término, a El Zampal, Tupungato: “Me había recibido de maestro y quería trabajar. Un día llegué a la Inspección Nacional de Escuelas, en la ciudad de Mendoza, y el director me dice: ‘Funes ¿querés ir a trabajar a El Zampal, en Tupungato?’ ‘Bueno, cómo no’. ‘Entonces, andá que te hagan el nombramiento’. Voy a una oficina, me hacen el nombramiento, vuelvo a donde estaba el director y le pregunto: ‘¿A dónde queda El Zampal?’; ‘Ah, ¿no sabes dónde queda?’; ‘No. ‘Bueno, yo tampoco”, recordaría el querido maestro en una excelente entrevista que Federico Silva pintos le hiciera en MDZ hace un par de años.

Después, don Funes llegó a Pareditas en 1960 a dirigir una de las primeras escuelas nacionales de la provincia. El hombre llegó al pueblito “no sólo con ideas nuevas para la época, sino que encontró una comunidad dispuesta a acompañarlo. El resultado: 30 años al frente de una escuela que fue el centro del desarrollo de la zona”, recuerda la entrevista.

Aquí, una serie de retazos de la vida de Don Funes, este hombre inolvidable que olvidó el hecho de que debía seguir iluminándonos:


* El policía me pregunta: “¿A dónde lo llevo?” “A la escuela”. “No hay escuela”. “Cómo no va a haber escuela si a mí me han nombrado en una escuela que hay acá”, le digo. “Acá no funcionó nunca ninguna escuela”, me contesta. Entonces nos hicimos amigos y empezamos a recorrer casa por casa hasta que dimos con la casa de este señor. Al principio no me querían ni ver, ni el dueño de la tierra, ni la señora, ni los hijos. Claro, yo llegaba y les entorpecía todos sus proyectos. Pero al poco tiempo era como de la familia. Yo tenía 21 años. Nunca me cobraron pensión. Entonces empezamos a hacer la inscripción. No teníamos ni bancos, ni escritorio, ni nada. Empezamos a pedir cajones y tablones y arrancamos con 15 alumnos. Pero como seguía llegando gente, al poco tiempo tenía 75 chicos. Teníamos sólo dos habitaciones, y al final empecé a dar clases a la mañana y a la tarde”.

* “Se hizo el primer concurso, de acuerdo al estatuto del docente, y resultó que, por puntaje, yo estaba en los primeros lugares. Los inspectores me decían: ‘Funes, con el puntaje que tenés, te podes pedir una escuela en el Gran Mendoza, una escuela nacional grande’. Y yo decía: ‘No, ya opté. Me voy a Pareditas’. ‘Pero estás loco, con ese puntaje te podes ir a trabajar a Mendoza’. ‘Pero yo no me animo a ir a trabajar allá’. ‘¿Por qué?’. ‘Porque, desde que me inicié, trabajé siempre en escuelas de personal único’. En El Zampal era maestro, director, portero y cocinero. Y en Ñacuñán estuve ocho años, y también era una escuela de personal único. Tenía todos los grados.

* “A la Lita la conocí en un curso que se hizo para maestros rurales en Ezeiza (Buenos Aires), en el año ‘48. De ahí nos fuimos a Catamarca. Yo hubiera seguido en Catamarca, pero la Lita se peleó con la directora y no quiso saber nada más. Así que el tonto la siguió. Y entonces, vinimos a San Carlos. Nos casamos en el año ‘60. Y nos fuimos a Pareditas y ahí iniciamos la escuela de puertas abiertas: llamamos a todos los vecinos que quisieran venir, para colaborar con la escuela entre todos. Dentro de la escuela formamos la unión vecinal, la cooperativa de servicios públicos, el Club Pareditas también se reunía en la escuela, hacíamos bailes, beneficio y todo”.

* “Empezamos a luchar por la luz eléctrica, por el agua corriente y por todo lo que necesitábamos. Por muchos años, todo el progreso que tuvo Pareditas lo tuvo con centro en la escuela. No es que el director haya sido un héroe, sino que la que lo hizo fue la comunidad. Y el personal docente, claro, a esos yo les rindo homenaje”.
* “Yo llegué a Pareditas sabiendo algo de fotografía. Tenía un pequeño laboratorio que me había hecho en la cocina de mi casa, donde podía revelar y hacer ampliaciones. Así que me llamaban para todas las fiestas. Claro que muchas veces metía la pata hasta la manija. A varios los dejé sin fotos. Además, tenía una máquina de escribir. Yo aprendí a escribir con dos dedos, desde muy chico, porque mi padre tenía una máquina de escribir. Así que llegué a Pareditas con una máquina de escribir. Nadie tenía una máquina de escribir; nadie. Entonces, cualquiera que tenía que hacer un contrato decía: ‘Don Funes, no me hace el contrato’. Yo era un rey. Era una persona que sabía más que el resto de la gente. Pero los maestros se fueron quedando, quedando”.

* “Cuando llegué a Pareditas, los maestros volvían a la tarde a la escuela. Se quedaban haciendo trabajos, había máquinas de coser, hacían los disfraces para los actos. Un maestro con un solo sueldo vivía. Nunca se hizo rico un maestro, pero sí podía vivir. Hoy, -y esto va en homenaje a los maestros nuevos-, con lo que gana un maestro no se puede vivir. Entonces, tampoco le podemos exigir”.

* “Hoy resulta que tenemos alumnos que manejan una computadora mucho mejor que los maestros. Antes parecía que los maestros lo sabíamos todo y hoy nos encontramos con que los alumnos saben más que los maestros. Antes todo lo hacíamos nosotros, porque en sus casas los alumnos de escuelas rurales no tenían ni un libro, no tenían un padre que tuviera algo. La única persona que podía proveer de esos conocimientos era el maestro. Además, hoy a un maestro no le da el cuero para más”.

 hoy por hoy una escuela de nivel secundario lleva su nombre.

 La obra requirió una inversión superior a los $6.000.000 y beneficia a más de 200 alumnos.

el subsecretario de Infraestructura Educativa, Hugo Quiroga, junto a la secretaria de Educación,  Mónica Soto, inauguró el edificio de la escuela 4-211 Maestro Ángel Funes de San Carlos, obra muy esperada por la comunidad educativa. El establecimiento se encuentra en el distrito de Pareditas.

es de nivel  secundario técnico, con orientación en la producción de bienes y servicios, agraria y agroambiental.

La obra comprendió la construcción de 1.120 m2, con una inversión oficial total de $6.100.000, que fue financiada con fondos nacionales mediante el plan “Más Escuelas” del Ministerio de Planificación Federal de la Nación. Los trabajos fueron ejecutados y supervisados por la Subsecretaría de Infraestructura, a través de la empresa Agrinda SA.

FESTIVAL EN CALLE ANGOSTA

 

Lo mejor de la música cuyana tiene su cita

En diciembre, en Villa Mercedes.

 

A comienzo de  siglo esa calle angosta de los arrabales de Villa Mercedes, ya convocaba a los noctámbulos de la segunda ciudad de San Luis.

Cuando la noche mercedina se llamaba a sosiego, y solo permanecían las luces tenues de los refugios “nonsanctos”,  los señores buscaban el último trago en los boliches de esa callecita sin nombre donde crecían los álamos.

De un lado, las tierras del ferrocarril, con su campanillas silvestres, del otro, las casas y la única vereda, alta y despareja, y en el medio la calle que entonces era de tierra y ahora viste adoquines. Y en la entrada los álamos altos y allá, al final,  el molino harinero que supo de mejores tiempos.

Los boliches eran los típicos almacenes de ramos generales, donde convivían las cebollas y las puntillas, y el centro de la vida social del pueblo. En esos días un chico oriundo de  ojo de Rio cumplía con los mandados para su madre y escuchaba a los guitarreros. Tanto los escuchó que sus manos aprendieron el lenguaje cantarina de las bordonas.

 

UNA CUECA MUY POPULAR

 

 Cuando apenas tenía nueve años los Reyes Magos le trajeron con mucho esfuerzo una guitarra. El chico se llamaba JOSÉ ZABALA y siempre supo que alguna vez cantaría a la calle angosta de una vereda sola. A la calle de los boliches de Don Miranda, don Manuel y don Calixto.

Con el tiempo José fue el mentor de lo que hoy es la fiesta grande de San Luis: Fiesta Nacional de la Calle Agosta, que se realiza en la primera semana diciembre y que tradicionalmente  convoca a los mejor de la música cuyana y a otras manifestaciones de la cultura.

Fiesta  que tiene un anfiteatro para seis mil personas en los terrenos aledaños a la calle angosta, tierras que a comienzos de siglo eran del  viejo ferrocarril Buenos Aires Al Pacifico.

 

UNA DEUDA SALDADA

 

El escenario principal fue bautizado Alfonzo –Zabala,  nombre de un dúo de guitarreros  mercedinos que tocaron    con los Trovadores de Cuyo, el legendario conjunto de don Hilario Cuadros.

Lo que nunca imagino que fue esa cueca que escribió en España en 1964, durante una gira de nueve meses que realizó con Juan Carlos Mareco, tuviera la trascendencia que tuvo.

Villa Mercedes está a 99 kilómetros de la ciudad de San Luis, la capital provincial.

Villa Mercedes  se levanta  sobre el Río V, fue fundada el 1 de diciembre de 1856 por Justo Darac, bajo el nombre de Fuerte Constitucional.

La fiesta Nacional de La Calle Angosta fue declarada Fiesta nacional en 1994 por la secretaria de Turismo de la Nación.

 En 1875, cuando llega la primera línea del Ferrocarril Central Oeste Argentino, se construyó una estación de trenes 4 km al norte de la ciudad. Se intentaba unir así Rosario con Córdoba y sacar un ramal que llegara a Cuyo para absorber la producción regional. Así, Villa Mercedes se convirtió en punta de rieles.

La famosa Calle Angosta tiene su historia: por detrás de las vías del tren, a la altura de la estación ferroviaria, se fue configurando un angosto pasaje, por donde pasaban las carretas que traían la producción del norte de la provincia, para ser embarcada en tren hacia Buenos Aires. Recorrían la calle De los Álamos y pasaban por un sendero para salir a la “Calle ancha”, como se conocía a Tres de Febrero (hoy Pedernera). Se hizo más angosta cuando el ferrocarril tendió un alambrado que le quitó varios metros.

Enfrente fueron construidas las casas de los empleados del ferrocarril. Eso la convirtió en una calle de una sola vereda. En los almacenes de ramos generales, cuando los ferroviarios terminaban sus tareas, cantaban música cuyana, convirtiéndose esos lugares en refugios de tonadas y cuecas.

Fuente

D. Uno

Recopila H. Montiel

EN  SAN CARLOS EXISTIERON TRES FUERTE:

 

El fuerte San Carlos, instalado en la villa  cabecera

El fuerte Aguanda y el Fuerte San  Juan.

 

Ante las constantes avanzadas y malones de los indios y con el fin de dar mayor seguridad a la población de la Villa y las estancias circundantes, se proyectó la construcción de una línea de fortines para reforzar su defensa.

La fundación de un nuevo fortín estuvo a cargo del comandante Don Juan Manuel Ruiz, el 16 de marzo de 1774, colocándole el nombre de “Fuerte San Juan de Nepomuceno” por conmemorarse el día del Santo. Estaba ubicado más o menos, a 14 leguas al sudoeste de la Villa, era una pobre construcción rodeada de tapiales, empalizada y un mangrullo como puesto de observación. Servía en él una modesta guarnición militar, lo que no impidió que cumpliera una importante función, en defensa de las florecientes estancias que a su abrigo comenzaron a formarse en Paso de Las Carretas, El Colmallin y junto al mismo Fuerte de San Juan.

Años más tarde, sin embargo, las incursiones indígenas continuaron. El Comandante de arma del Fuerte de San Carlos. Don Francisco Esquivel y Aldao, y el Comandante de Armas de Fronteras, Don Francisco de Amigorena, resolvieron  reforzar la línea de defensa contra los indios. Creando un nuevo fortín entre los dos anteriores.

La fundación se realizó el 11 de junio de 1789,  denominándoselo “Fortín Aguanda” estaba ubicada unas 8 leguas al sur de la Villa de San Carlos. También su construcción era precaria y sencilla. Esta fortaleza sirvió para frenar los ataques de los indios que no se resignaban a perder sus tierras.

En 1804, el Comandante de Armas de Mendoza, Faustino Ansay, informa al Virrey Sobremonte  “que el Fuerte de San Carlos y el poblado están en ruinas. La familia de los soldados se hallan en la miseria”. El Fuerte ya no cumplía  con su función atento a esto se decidió construir el Fuerte De San Rafael. 

Con la creación del Fuerte de San Rafael, en 1805, los Fuertes de San Juan Nepomuceno y Aguanda comenzaron a decaer y fueron deteriorándose paulatinamente, cumpliendo funciones hasta 1833, fecha desde la cual no hay más antecedentes de los mismos.

Tanto el Fuerte de San Carlos fue el primero, desde 1770 hasta la década 1830, en que ocupó el edificio la sede de la subdelegación de San Carlos y de la Comandancia General de Fronteras. En 1857  se establecieron los departamentos de Tunuyán y Tupungato, continuando las autoridades con su asiento  en el Fuerte San Carlos, denominándolo Cuartel de Policía. En 1895 se convirtió, además, en la sede municipal, en 1903 se estableció la jefatura de  política de San Carlos. En 1923 el Gobernador Lencinas autorizó los gastos para edificar la casa departamental de San Carlos, en el mismo predio en que se encontraba la jefatura política. En 1927 se inauguro en nuevo edificio. Finalizando así la vida del antiguo Fuerte San Carlos. 

Recopilación H. Montiel

LA VILLA DE SAN CARLOS

El 3 de octubre de 1772 se encuentra en el Fuerte el corregidor, Juan Manuel Ruiz, su comandante Gregorio Morel, el ingeniero capitán José Almeida Gordan el cura vicario del Valle de Uco, Gregorio Álvarez. El corregidor procede a fundar la Villa hacia el oeste del Fuerte. Contigua a sus murallas y bajo la protección de su artillería, distribuye los solares de la planta urbana y cuadras para las quintas anexas. Entre los primeros pobladores están el comandante, Gregorio Morel y el maestre, Juan Martínez de Rosas además de las familias de algunos soldados ya establecidas en ranchos cercanos.

La Villa de San Carlos era en un principio sólo u n conjunto de ranchos y chacras. La vida de los soldados y de los habitantes de esta pequeña población se caracterizaba por una existencia precaria,  llenas de penurias, e incluso compartían su existencia con los presos destinados a aquel lugar.

La villa y el Fuerte de San Carlos eran destinos de los marginados y de las capas más bajas de la sociedad. El capitán General de Chile, Javier Morales, ordenó en 1772, que los pobladores de la Nueva Villa fueran gente sin tierra. Los que por su costumbres fueran incómodos a la ciudad y los extranjeros, a quienes se les dará carta de naturaleza. Todos ellos quedarán  exceptuados de impuestos. En 1778, el Cabildo de Mendoza dispuso que todo peón que no tuviera conchabado y no tuviera oficio fuera remitido a la fortaleza.

El 4 de noviembre de cada año se festeja, erróneamente, un aniversario más de la creación de la Villa, ya que esta fue creada el 3 de octubre. En realidad lo que se hace es rendir homenaje a su Santo Patrono San Carlos Borromeo, en el día de su fallecimiento. aquí encontramos otro error histórico ya que el cardenal Carlos Borromeo falleció el 3 de noviembre de 1584 y fue proclamada su santidad por el Papa pablo V, el 1 de noviembre 1610.-

Recopilación H. MOntiel

LEYENDA DE LA CUEVA DE SALAMANCA

Cuenta la leyenda que el Diablo en persona impartía clases de nigromancia y esoterismo en esta Cueva, a grupos de siete estudiantes durante siete años.
Al concluir los estudios uno de los estudiantes, elegido por sorteo, había de quedar al servicio del demonio como pago a sus enseñanzas. El Marqués de Villena fue uno de los elegidos. Consiguió huir con vida, aunque en su huida perdió la sombra, lo que le hizo quedar señalado como seguidor de Satanás.

En mi pago,  existe el Arroyo La Salamanca, para ser más exacto en  Paso de Las Carretas un paraje perteneciente al departamento de San Carlos-Mendoza. El que atraviesa la ruta  Nacional  143 que comunica con el sur de la provincia, muy cerca de este paraje también se encuentra la llamada vuelta de los Gitanos, esta leyenda se ha transmitido por varias provincias porque según nuestros antepasados la salamanca  es una cueva que usaban las brujas para realizar fiesta, y rituales y de adoración, donde se hacía presente el mandinga,  se dice que muchos paisanos les tocaba pasar por allí y sentían miedo de hacerlo porque una música muy hermosa llegaba a sus oídos y los atraía al lugar de la fiesta, en una noche de muy oscura iba rumbo a su rancho un paisano lugareño muy conocedor del lugar el que nunca le temió a estas cosa, cuando iba pasando costeando el arroyo comenzó a escuchar mucha algarabía era una fiesta, algo comenzó a bajar por su columna vertebral y recordó los relatos de los viejos del lugar, pensó para sus adentro veremos de que se trata, inconscientemente  su caballo comenzó a guiarlo  al lugar, la pocha sin saber llega a la famosa fiesta inmediata mente fue recibido por unas damas que lo invitan apearse e ingresar,   era una fiesta extraordinaria con un lujo impresionante, a esta altura y viendo que no había nada de malo se  baja del caballo y pasa, podía ver a todo tipo de gente bien vestidos los hombres usaban trajes negros y la mujeres bellos vestidos, había mesas con manteles con dibujo dorados, copas de plata lo mismo que los cubiertos, era todo de plata y oro, para sus adentro el paisano  pensaba, que después del  banquete que se iba a dar, aprovecharía para llevarse algún tenedor, cuchillo y lo que pudiera, se puso muy linda la fiesta seguían llegando mujeres y hombres en sulky y a caballo, el baile está muy bueno, llego la hora de la cena se acomodaron todos eran largos mesones, los mozos comenzaron a servir la comida, la cual era muy varia había de todo, la bebida de primera calidad, el paisano se echó el sombre para atrás y comenzó a comer y a beber hasta hartarse, de cuando en cuando se metía un tenedor o un cuchillo al bolsillo de la bombacha,  de vez en cuando salía y se dirigía dónde estaba atado a un palenque su caballo y dejaba en las alforjas lo que se había guardado en los bolsillo, con una sonrisa pícara volvía a ingresar y seguía comiendo y bebiendo todo era risas y baile,  bueno con la panza llena y corazón contento se dijo el paisano que es hora de partir, pero  puso en su bolsillo unos trozos de pan con carne para ir mascando por el camino.   Es cuando la música y las voces se le fueron alejando, parece que se había quedado dormido, cuando despierta eran como las siete de la mañana y estaba a un costado del arroyo la Salamanca, comenzó a recordar que allí había una hermosa fiesta y que él había comido y bebida hasta hartarse, pero que paso donde están los demás, entonces recordó que en su bolsillo tenía trozos de pan, pero grande fue su sorpresa cuando comprobó que lo que había en su bolsillo era estiércol de caballo, de un salto se puso de pié y se dirigió a sus alforjas porque  también allí había guardado cubiertos y copas que se había robado de la fiestas, pero cuando abre las alforja se quedó paralizado sólo habían trozos de palos, eso eran los que él se había robado de la fiesta, y ahora pone atención a su caballo que estaba atado a un algarrobo,  siendo que lo había atada a un palenque. Nuevamente siente el escalo frio que recorre su columna vertebral, ¿entonces existe la Salamanca?,  que fue lo que comió y bebió esa noche. Yo me estoy imaginado que fue lo que el paisano bebió y comió y usted…

Se dice también que Sólo puede encontrar la entrada aquel que conoce la palabra que hace visible la cueva. En su interior, el aventurero debe pasar por tres "pruebas iniciáticas": la primera consiste en resistir el ataque de un chivo maloliente de ojos rojos, la segunda es aguantar la presión de los anillos de una enorme serpiente peluda llamada viborón o culebrón y la última vencer a un "basilisco criollo" de ojos centellantes. Las tres pruebas pueden superarse si se demuestra a las amenazas que no se les tiene temor.
En la provincia de Catamarca, según Villafuerte,1 a la Salamanca se debe entrar desnudo, siendo guiado por un cuervo; al momento de entrar el futuro iniciado debe escupir sobre una imagen sagrada, generalmente un crucifijo.

A veces el mismo Diablo sale de la Salamanca para buscar adeptos; en esos casos toma la forma del    mandinga, y se aparece como un gaucho vestido lujosamente, con adornos de plata. Los que han estado en la cueva pueden reconocerse porque, dice la tradición, no proyectan sombra.

Una vez superadas las pruebas, se ingresa a una gran sala de piedra iluminada por lámparas de aceite humano, allí se reúnen para instruirse en la brujerías, hechiceros, adivinos, brujos, animales colaboradores y espíritu familiar.

Reina allí un gran alboroto de risas, gritos y llantos. Los concurrentes pueden aprender artes como la curandería y el idioma de los animales, o simplemente a hacer daño.

Fuente:

Heriberto Montiel

Wikipedia

 

 GRAN AMIGO


Quiero recordar a un amigo de corazón, el que dejo  este mundo físicamente, pero su espíritu sigue latente en todos aquellos que lo conocimos y compartimos momentos de tristezas y alegrías.

Siempre nos juntábamos en la tarde bajo el nogal, allí  tomábamos  unos mates y charlábamos de cualquier cosa, nos hacíamos jodas estúpidas el asunto era compartir, y como  él decía saborear el olor a bosta de caballo que dejaban los equinos del vecinos colindante.  Que días que pasábamos compartiendo nuestras penas y sueños. Un día recuerdo que mientras  jodía con unas plantas que había colgado del nogal me dijo che Willy cuando te mueras como vas a querer que te enterremos, estás loco viejo a mí no van a enterrar porque he pedida la cremación le respondí. Pero como vos te vas a morir primero pedí vos.  Se sonrió y siguió con sus plantas, entonces le dije hermano yo no voy a ir a tu entierro  porque quiero recordarte en vida y no dentro de un cajón. Y hasta el día de hoy hermano te llevo en mi mente como el primer día en que te conocí, no conozco tu tumba porque sé que no estas allí, porque te veo aquí en tu pueblo que tanto querías.     

Que mejor recuerdo que plasmar uno de sus escritos y me pareció oportuno   compartir UN ROSARIO POR VALVINAS, recopilación de su libro Beatriz por los Baños.

 

UN ROSARIO POR VALVINAS

“PAPÁ:

Te escribo desde un pueblo del sur, provincia de Santa Cruz. La guerra ha finalizado…Terminan algún día las guerras? Lo cierto es que me encuentro aquí esperando el momento de subir al tren, avión o unimog que nos regrese a Mendoza. Sueño con llegar y pasear por sus calles, con saberme con vos y con  mamá saboreando un rico asado en el parque y prendernos en algún picadito y en el olvido de esta locura que fue Malvinas.

Cómo están mis hermanos? Espero que no hayan regresado la cinta de los Rilling. Cuando llegue voy a saturar mis oídos de música hasta quitar el bramido bélico de mi conciencia. Quiero vivir, papá. Sentirme íntegro, saberme cuerdo. No tenes idea de los absurdos que fue todo. Creo que mí vida será poco rato para olvidarlo. La guerra, al igual que el servicio militar, lo único que tiene de bueno es la baja. El saber que terminó, que regresemos a casa, a nuestros afectos. Escribo y al hacerlo zafo de este sabor que aun empalaga, vi morir, sabes? Contemplé ojos dilatados, saturados de espanto. Una tardecita, sentí el terror de manos endurecidas que imploraban  ayuda entre bramido. Que podía hacer para  que dejara de sufrir? Grite pidiendo ayuda y no ocurrió nada. No fue como en las películas. Ni una camilla, ni un trapo blanco de la Cruz Roja. Nada papá. Nada ni nadie. Sólo encandilamiento y estampidos llenando de esquirlas y presagios. Sí viejo. Tuve miedo…No soy tan héroe…Héroe…que palabra! Héroes los jugadores del setenta y ocho. Héroes nosotros. Héroes nuestros políticos y generales. Parecemos ávidos de héroes. Claro que tampoco fui un cobarde, te lo    aseguro. Estaba allí luchando por lo que más amo pero era conciencia del poderío al que nos enfrentamos. No quería esta guerra. Alguien la quería acaso? En distintas partes del mundo se debatiría sobre las guerras y sus connotaciones.  Sobre el desarme y varios temas más resultantes de esta forma estúpida de avanzar hacia el siglo veintiuno. En una radio escuchamos que los aviones ingleses aterrizaban en Chile y de ahí se nos venían. Es verdad, papá? Aquí, en tanto, sólo  había gemidos, bocanadas de sangre, ganas de matar, de vencer, de recuperar. Ni tiempo para elevar la mirada teníamos. Dios era como un bastión al que se aferraban algunos. Dios: Papá, Dios.    Tenía que encontrarse allí. Era el padre, el creador de esta humanidad que se estaba matando y sin embargo…dónde carajos estaba.

Lo encontré. S{i viejo, lo encontré. Caminada hacia no s{e dónde tropecé con… el  cadáver…sólo eran pedazos del Sargento primero. La boca torcida y entreabierta como anhelando un cacho más de vida. Las retinas asombradas y un puñado de trapos verdes, tierra y patriotismo mezclados. Allí estaba,          a su costado destellaba una cruz de plata que levante llorando. Sí viejo. Lloraba aferrado a ella y comprendí, entonces, que pese a no entender el porqué de esta guerra, Dios está junto a mí en nuestra isla. Era un bálsamo en el centro del combate que me fortalecía indicando que luego, de un modo u otro, venía la vida. Sí, papá, lo sentí . sentí que Dios estaba en Malvinas.

Podría contar tanto, viejo. Pero sería como ofrecerte susurros de dolor y sólo pretendo tu comprensión, tu risa y tu apoyo para borrar de mí las muertes y el dolor de ver los cuerpos mutilados. Hay tanto, viejo! Entre el grupo que aguardamos para regresar se encuentra Ricardo. Un Sanjuanino que trato de animar. Está muy confundido, sabes? Yo le hablo de coraje, de fuerzas. Pretendo que acepte que puede llevar su vida con dignidad y disfrutar de ella pese a estar lisiado. Hay cosas más importantes que una pierna, no te parece? Claro que al Ricardo le faltan las dos y también la mano izquierda.  Pienso que lo importante  es que lo suma y comience así el reintegro a la sociedad en la que seguramente tendrá un lugar digno.

Malvinas, papá. Malvinas…Espanto? Coraje? Patria? Patriota? Patoterismo? Patriotería? Patontería? Cuándo analizamos en Argentina lo acontecido. Al principio estamos todos de acuerdos.  Todos unidos en Plaza de mayo esperando que desde el balcón nos arrojen delirios de poder que no escuchamos por el ensordecedor ruido fanatismo. No quiero imaginar que Malvinas es fruto de la necedad de un grupo de hombres ni concibo la idea de que sea resultante del juego inevitable de potencias y comercio. Necesito creer, papá. Creer  en mí país. Recordar a San Martín, a vos y a Mamá que optaron por quedarse y a los abuelos que decidieron venir.

Escribo y escribo apoyando la hoja sobre la marmita. Es como acortar distancia. No veo la hora de encontrarme en casa. A vos, mamá, que seguramente leerás esta carta, te pido que prepares unas milanesas bien grandes con sus correspondientes papás fritas, pedile a la abuela un frasco de salsa de tomate casera. Prepara mucha porque  convencí al Ricardo, ya que está tan  bajoneado, de pasar unos días en casa. Quizás juntos podamos darle el valor que necesita y hasta podríamos, papá llevarlo en el auto a San Juan y de paso vamos a la difunta Correa que le hice una promesa.

Bueno los dejo. El papel se termina, pero mis ganas de hablar con ustedes no. Mira papá, si querés escribirme hacelo, aunque   no creo que la reciba ya que muy pronto partimos. POR FIN A CASA!!!!

                                                                 Los Quiero Mucho

                                                                                                                Alberto

 

Querido hijo:

Termino de leer tu carta  y te respondo con prisa y brevedad para que la presente llegue a tus manos y sepas que las mías están apoya en el umbral de casa donde te aguardo. Desde que termino esta guerra estuvimos impacientes por saber qué había sido de vos. No imaginas lo angustiante que fueron las noches y los días hasta que supimos…Bueno, hasta que supimos  que estabas vivo. Vivo, hijo mío! Están cayendo lágrimas sobre el papel.

Hijo, estamos orgullosos de vos. A tu regreso, seguramente  nos enfrascaremos en reflexiones sobre las guerras y está loca humanidad que se cree superior porque alguien lo garabateo en algún libro. Pero dejemos eso para después y promete  que cuando llegué, vamos a  prendernos en un picadito en el parque con tus amigos. Eso sí, nada de trancar fuerte a su padre, eh?

Alberto: Tu imagen ha crecido frente a nosotros. Te mereces todo nuestro respeto, nuestra admiración y nuestro cariño. Hay un montón de sensaciones bullendo por toda la casa. Los muebles, las ventanas, los momentos hasta las miradas indican estar aguardando que llegues. Tus hermanos preguntan a cada rato por tu llegada. Claro que no por eso dejan de hacer los líos que  siempre  hacen. Tu madre está muy sensibilizada por estos meses de incertidumbre. Está bajo tratamiento médico y seguramente se va a fortalecer con tu presencia y juntos podremos iniciar una nueva etapa en nuestra vida de familia tan sacudida por esta demencia gratuita en que nos involucraron los obsecuentes de las guerras.

Alberto, admiro tu capacidad para enfrentar la vida y darle valor a tus compañeros lisiados, pero como te dije, mamá se encuentra muy delicada y me pide que te diga que  no  cree que pueda soportar la presencia de Ricardo. Comprende, por favor. En la vida  hay circunstancias que no exigen una actitud egoísta en busca de proteger a nuestros seres más queridos. Sé que no es tu modo de pensar, y me alegro de que sea así, pero reflexiona y trata de evitar a tu madre el resultado de esta guerra. Te prometo que después, con el tiempo, nos damos una vuelta por San Juan para ver a Ricardo.

Hijo, te aviso que en el barrio te están preparando una sorpresa. Te consideran su héroe y tienen  muchas razones para hacerlo. No te imaginas lo bonito que va a ser. Me dan ganas contarte pero por respeto a nuestros vecinos debo callar.

Alberto, antes de sentarme a escribir di una vuelta por tu cuarto. He dado tantas…Vi el casete de los Rolling y escuche un poco… Cómo puede gustarte eso! Cuando llegues voy a “homenajearte” con uno de Piazzolla. Eso sí que es música!

                                                                 Te esperamos. Con mucho cariño:

                                                                                                                                     Papá”

“Señor Juan Alberto Gorbites:

                                                                                                                                                                                                                                                                  Quien suscribe;  Teniente Primero Jorge Luis Aruano, le informa a usted, en nombre del Ejército Argentino, que su hijo, soldado Alberto Gobites, luego de desempeñarse heroicamente en gesta de Malvinas, con toda la integridad y hombría de bien  de soldado argentino, posiblemente en estado de alteración mental, puso fin a su vida descerrajando un disparo en su cien, acaso motivado por no soportar las secuelas de esta guerra en que perdió sus extremidades inferiores y el brazo izquierdo…”                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                      

RECORDANDO A BALDERRAMA.

 

 Murió Juan Balderrama, el dueño del mítico boliche salteño

El propietario del "templo del folclore argentino" falleció a los 79 años.

03.04.2013


El reconocido Juan Balderrama, propietario del mítico "Boliche Balderrama", considerado el altar nacional del folclore, falleció ayer por la tarde por una insuficiencia cardíaca. Sus restos fueron velados en la peña situada en la esquina de San Martín y Esteco, en la ciudad de Salta.

Balderrama, de 79 años, fue internado esta madrugada, en la sala de terapia intensiva de una clínica privada de la capital salteña, y murió esta tarde, pasadas las 15, por un ataque cardíaco que no pudo superar.

Balderrama era hijo de Antonio Balderrama y Remigia Zurita, quienes a mediados del siglo pasado instalaron una picantería que después pasó a ser no sólo de Juan sino también de sus hermanos Daría y Celestino.

Con el tiempo, se convirtió en el "templo del folclore argentino", por haber inspirado a artistas salteños y de todo el país, incluso a Manuel J. Castilla y Gustavo "Cuchi" Leguizamón, quienes escribieron la zamba "Balderrama", que Mercedes Sosa hizo conocer en el mundo.

"A orillitas del canal, cuando llega la mañana, sale cantando la noche, desde lo de Balderrama...", dice la zamba.

El boliche se convirtió en el punto de encuentro de artistas y bohemios salteños, que se juntaban en el lugar a cantar, guitarrear y saborear comidas típicas y buenos vinos, y después convocó a folcloristas y cantantes de todo el país.

En su 50 aniversario, en 2003, la peña fue declarada sitio de "Interés Turístico" por el Ministerio de Turismo, Cultura y Deporte de la Nación, y el Concejo Deliberante de la ciudad de Salta lo declaró "interés arquitectónico, histórico y cultural".

Actualmente, los turistas que visitan Salta consideran al Boliche Balderrama -que posee su apariencia intacta- un paso
obligado, ya que se convirtió en un ícono cultural y turístico y allí se puede disfrutar de espectáculos folclóricos todas las noches

 


A orillitas del canal
Cuando llega la mañana
Sale cantando la noche
Desde lo de balderrama

Adentro puro temblor
El bombo con la baguala
Y se alborota quemando
Dele chispear la guitarra

Lucero, solito
Brote del alba
Donde iremos a parar
Si se apaga balderrama

Si uno se pone a cantar
Un cochero lo acompaña
Y en cada vaso de vino
Tiembla el lucero del alba

Zamba del amanecer
Arrullo de balderrama
Canta por la medianoche
Llora por la madrugada

Cementerio del Andinista. fotos Diario Uno Mendoza
Cementerio del Andinista. fotos Diario Uno Mendoza

BERNARDO EL CABALLERO DE LA MONTAÑA

 

“¡Pequeño gigante! Tu paz esté entre las montañas”. Esa es la frase que desde ayer indica que en una sencilla tumba del cementerio del Andinista, ubicado a un lado de la Ruta Internacional a Chile y a un paso de Puente del Inca, descansa don Bernardo Razquin.

A 22 años aproximadamente de la muerte del meteorólogo  autodidacto, arqueólogo aficionado,  astrónomo amateur y experimentado montañista, entre otras funciones que supo cumplir de puro curioso y benefactor, sus hijos decidieron trasladar sus restos del cementerio de Capital, y el lugar elegido fue ahí donde, según creen, él hubiera querido reposar eternamente: la alta montaña que tantas veces recorrió para aprender acerca del clima y la naturaleza y luego compartirlo a través de los diarios o la radio con el resto de los mendocinos durante gran parte de los 82 años que vivió.

“En su pequeña contextura no cabía un espíritu tan inmenso. Dedico su vida al servicio”, comentó América, una de sus hijas, para justificar el epitafio. “nunca nos dijo dónde quería ser enterrado porque no pensaba en morir: ama a la vida. Pero pensamos que ésta habría sido su voluntad”, añadió la mujer; que estuvo acompañada por sus cuatro hermanos varones, dos de los cuales viven en Estados Unidos y vinieron especialmente para la ocasión.

La ceremonia se realizó con un marco de cerros multicolores, estuvo a cargo de la VIII Brigada de Montaña. Del Ejército Argentino, institución a la que Razquin  brindo muchas veces  apoyo meteorológicamente para   facilitar las tareas. Si bien se trato del entierro de un civil, ante los ojos de sus familiares y medio centenar de amigos y conocidos se lo homenajeó con el protocolo que se sigue con las más altas jerarquías militares.

Así, en el campo santo en el cual también ha sido enterrado andinistas que intentaron escalar el Aconcagua,  militares que murieron en servicio y gente de la zona, se formaron uso 50 efectivos de la Compañía de cazadores   Montaña, se oyó a la Banda de Música de la Guarnición del Ejército de Uspallata, un capellán brindo un responso en su memoria y se dispararon siete tiros de salva.

Don Bernardo fue muy querido por los Mendocinos, cuantos recuerdos tenemos de este gran hombre, yo en mi adolescencia lo escuchaba por radio LV10  cuando daba el estado del tiempo, su voz era  única. Después en mi juventud 22 años, tuve el honor de conocerlo Don Bernardo vivía a dos cuadra de La Estación Terminal de Ómnibus Mendoza,  Guames y Yapeyú, en ese entonces   yo trabaja en esta vieja estación  ómnibus.  Recuerdo que el sereno era el Señor Morón que llevaba muchos años trabajando para el Gobierno de Mza, y destinado allí,   recuerdo que todo los días a eso de las 4 de la madrugada aparecía este gran hombre cruzando la terminal previo charlar un rato y comentar que él había plantado algunos de los arbolitos que allí habían,  nos pedía que los regáramos y cuidáramos, que no lo fueran a romper los chicos, y  seguía viaje hacía el observatorio que había en el challao, era un hombre que amaba la naturaleza, jamás pensé que iba a conocer a este caballero de Las montañas.  

Don Bernardo nació en Mendoza el 9 de febrero de 1906. Aunque nunca curso estudios secundarios, su capacidad de observación le permitió llegar a ser “un sabio en varias disciplinas”, pero su fama en el común denominador de los mendocinos se debe a sus conocimientos sobre meteorología que comenzó a publicar en diario Los Andes a mediados de la década de 1940.

Lugo sus vaticinios llegaron a Radio Nacional y posteriormente se podían escuchar a las 06.30 por Radio de Cuyo. Se hizo tan popular que su nombre es hasta hoy recordado en otras provincias.

Do n Bernardo falleció en la provincia el 15 de marzo de 1988.  Don Bernardo siempre te vamos a recordar.

Fuente: Diario Uno

Heriberto Montiel

 

 

EL ANIMA PÉRDIDA
 En calle la Argentina en el departamento de Tunuyàn, a 2 km al oeste de ruta 40  se encuentra ubicado el cementerio. Como es conocido cada pueblo ciudad tiene su historia o   leyenda  Tunuyán no es la excepción. Por tal circunstancias redactaremos una de las tantas que existen, la elegida es la del ANIMA PERDIDA:
Se dice que una mujer de nombre Jacinta concurría diariamente al cementerio al caer la tarde y esto llamaba la atención de los empleados comunales que trabajaban en el lugar esto se debía por que no faltaba nunca. El rostro de la mujer siempre lo tenía cubierto por un pañuelo que le cubría la cabeza. Traía flores blancas. Siempre entraba sollozando y secaba sus lágrimas con un pequeño pañuelo. Los trabadores estaba acostumbrados  a verla y antes de retirarse y cerrar constataban que está se hubiera ido.
Se dice que Jacinta había perdido una hija pequeña en un accidente, y a pesar de tener otros niños, no encontraba consuelo, por la tarde después de servirle la media tarde a  sus otros hijos, partía hacia el cementerio, llegaba a la tumba caminaba buscaba agua cambiaba las flores, al parecer miraba el nombre de la hija en la cruz lo cual la trastornaba. Buscaba la salida cuando le avisaban e iban a cerrar. Una tarde llego y al parecer ninguno de los empleados la vieron ingresar, lleva cuadernos, ropas, calzado, que pertenecían a su hijita y lo coloco sobre la tumba, la tristeza la embargaba, busco agua cambio las flores como de costumbre. Así pasaron las horas sin darse cuenta, de improvisto se dio cuenta que oscurecía de inmediato busco la salida pero al llegar al portón de salida se encontró con los portones con candado. Llamó, grito sin tener repuesta. Nadie la escuchaba. La calle La Argentina estaba desierta, no había casas cercanas.
Al parecer se aterro al encontrarse sola en ese lugar y comenzó a correr entre las cruces se enganchaba la ropa en las cruces y gritaba con desesperación, se le rimpió el vestido perdió el calzado, finalmente se desplomo sobre la tumba de su amada hija ya no tenia fuerza para seguir corriendo y gritando no tenía voz.
Al día siguiente cuando los empleados municipales llegaron y comenzaron abrir los portones de entraba se le arrimo un hombre que montaba un caballo y les comento que, en la noche había pasado por allí y había escuchado gritos, y como había sentido miedo se fue rápidamente del lugar, el empleado se quedó pensativo luego comenzó a recorrer el lugar, tenía un presentimiento. Fue al sector sur oeste, y grande fue su asombre allí sobre la cruz que había caído se encontraba Jacinta.  Estaba Muerta.
Dicen que nadie se presentó a reclamar el cuerpo, por eso la sepultaron allí junto a su hijita, desde entonces la llamaron EL ANIMA PERDIDA.  Su tumba es visitada por grandes y chicos, su tumba se encuentra llena de cuadernos, flores, velas y otros utensilios que le llevan los creyentes dicen que es milagrosa. Esta es una de las tantas versiones, hay otra de esta misma ánima pero la dejaremos para la próxima…

CORONEL PRINGLES EL HONOR DE SER VALIENTE

 EL MONUMENTO A PRINGLES

 

Bajo la dirección  técnica del artista Rafael Radogna, se construía el basamento en el que debía colocarse la estatua ecuestre de Juan Pascual Pringles. El hecho preocupaba a todo el vecindario de San Luis y repercutía en los centros de estudios.

Alrededor de la plaza principal, se ubicaban tres colegios destinados a la enseñanza secundaria.

El acto de la inauguración estuvieron  presentes autoridades nacionales y de la provincia de San Juan y Mendoza. Estas enviaron brillantes  delegaciones.

Con toda solemnidad se descorrió el velo que cubría el monumento. Se  escucharon dianas  y salvas de artillería. Era el 12 de octubre de 1912 y ejercía la gobernación de la provincia  el doctor Adolfo Rodríguez Sáa.

 

PRINGLES

 

Fue un guerrero valiente y leal. Leal a su patria y leal consigo mismo. Vivió un tiempo de guerras y batallas, de tumultos y asonadas, de intrigas y violencias. Participó en las guerras de la Independencia bajo las órdenes de San Martín y Bolívar. Peleó en Junín y se dio tiempo para salvarle la vida al general Necochea. Bajo las órdenes de Sucre probó el filo de su espada en Ayacucho, la última batalla de la Independencia.

Su carrera militar fue breve. Apenas diez o doce años. Se inició como alférez, y cuando murió era coronel. No fue un militar de escritorio. A diferencia de nuestros contemporáneos, oyó silbar las balas, sintió la mordedura del plomo en la carne. Todos los ascensos los ganó en el campo de batalla. Allí también ganó las medallas y esas otras medallas que quedan marcadas para siempre en el cuerpo de un guerrero: las heridas y las cicatrices de las heridas.

Ganó y perdió batallas. Nunca se rindió. No concebía que un soldado se rindiera sin pelear hasta el último cartucho. “Hemos venido al Perú a pelear, no a rendirnos” le contestó a un asombrado oficial español que no terminaba de entender por qué, después de guerrear con quince hombres contra un batallón de 500, había rechazado toda oferta de rendición. Ese capítulo de nuestra historia militar seguramente el capitán Astiz no la leyó, cebado en asesinar adolescentes desarmadas y entretenido intelectualmente en desentrañar los enigmas metafísicos de la picana eléctrica.

Asegurada la libertad de la patria grande, se metió de lleno en las guerras civiles. Fue uno de los brillantes oficiales de Paz. Alguna vez fue soldado de Isidoro Suárez, el ilustre antepasado de Jorge Luis Borges. En ese punto, su biografía se confunde. Luego está al lado de Paz en San Roque, La Tablada y Oncativo. Participa en expediciones militares donde diariamente se juega la vida peleando cuerpo a cuerpo, facón a facón, bala contra bala. En uno de esos encontronazos -en medio de un paisaje áspero y desolado- perdió la vida. Artimañas del azar. Murió en San Luis, su provincia. Herido de muerte, clamaba por un trago de agua que nunca llegó. Tenía 36 años, y desde los veinte su único oficio había sido la guerra.

No conozco biografías importantes de Pringles. Las he buscado y no las he encontrado. Sé que hay un texto escrito por Gerónimo Espejo en 1888. Después hay comentarios sueltos, fragmentos, anécdotas que se confunden con la leyenda. Sarmiento lo menciona en un discurso. Bolívar lo recuerda por haberle entregado la Orden del Sol. San Martín lo menciona cuando le entrega otra medalla. Mitre le dedica algunos párrafos. Algo parecido hacen Paz y Lamadrid en sus Memorias. Nadie habla demasiado de él pero todos coinciden en destacar su valentía, su coraje temerario. No era soberbio ni necio, mucho menos infatuado. Con esos reconocimientos a él le alcanzaba.

Juan Pascual Pringles nació en San Luis el 17 de mayo de 1795 y murió cerca de río Quinto el 19 de mayo de 1831. Sus padres fueron Gabriel Pringles y Andrea Sosa. La leyenda cuenta que su casa paterna estaba levantada en la esquina de 9 de Julio y Colón. No se sabe muy bien dónde estudió. Es probable que haya aprendido a leer y escribir en su casa o con algún maestro particular. El futuro guerrero de la Independencia se inició como empleado de comercio en Mendoza. El destino se empecina en tejer esos pequeños contrastes. Durante dos o tres años el joven Juan Pascual se desempeña detrás de un mostrador en la tienda de don Manuel Tabla. En algún momento decide dejar las comodidades del empleo para asumir su destino militar.

Bajo las órdenes de Vicente Dupuy, gobernador de la provincia, el joven Pringles aprende a manejar las armas. Para esa fecha se casa con Valeriana Villegas que será la madre de su única hija: Fémina Nicasia. A mediados de 1818, soldados y oficiales realistas están confinados en San Luis. Es la sanción impuesta por San Martín a los derrotados en Chacabuco. En febrero de 1819 los prisioneros se amotinan bajo las órdenes del general José Ordóñez. No se sabe bien si tomaron la Casa de Gobierno o estuvieron a punto de tomarla. Lo que se sabe es que la respuesta patriota fue fulminante y los amotinados fueron reducidos. Dos personajes se destacaron en ese operativo. Uno se llamaba Pringles; el otro, Facundo Quiroga. Hay que prestar atención a este detalle porque años más tarde el destino volvería a juntarlos.

Un pequeño drama de amor acompaña estas jornadas. El general Ordoñez se enamora de Margarita Pringles, la hermana de Juan Pascual. También está enamorado de ella Bernardo de Monteagudo, pero los favores de la dama son para Ordóñez. Se dice que la pasión amorosa tuvo alguna relación con la rebelión y el posterior ajuste de cuentas. Lo que se sabe es que Monteagudo ordenó fusilar a Ordóñez. En materia amorosa, Monteagudo no era buen perdedor. Tampoco le temblaba el pulso.

En las Chacras de Osorio, el joven Pringles se incorpora al ejército que San Martín estaba formando para marchar a Perú. La expedición sale de Valparaíso el 20 de agosto de 1820. Tres meses después Pringles vivirá su hora más gloriosa. San Martín le había encargado que acompañara a un emisario que debía negociar la deserción de un regimiento español integrado por americanos.

Pringles sale con diecisiete granaderos. En la Caleta de Pescadores, cerca de Chancay, decide hacer un alto. De pronto aparecen en el horizonte dos escuadrones de dragones armados hasta los dientes. Son más de 500 hombres contra 17. El jefe español exige rendirse. El único grito que se oye en el silencio atroz de la tarde es su voz gritando “a degüello” . Los godos no podían creer lo que estaban viendo. Apenas diecisiete hombres se abalanzan sobre ellos como si fueran soldados de juguete.

Después del primer encontronazo, Pringles y un puñado de sobrevivientes quedan acorralados. Al frente, los españoles; a sus espaldas, el océano. La voz de general Valdez vuelve a reclamar rendición. Pringles no lo duda. No ha venido al Perú a rendirse. Se envuelve en la bandera y se lanza con sus soldados al abismo. El coraje es contagioso. Desde el acantilado, los soldados españoles saludan a los bravos. Las olas los arrastran hasta la costa. Valdez propone ahora la rendición condicional. A Pringles y a sus soldados se les respetará la vida y no están obligados a entregar documentos o a revelar secretos.

Unas semanas después, los prisioneros serán canjeados por prisioneros españoles. Valdez le envía un parte al coronel Alvarado en el que pondera las virtudes guerreras de Pringles. San Martín, cuando se entera de la noticia, no lo duda. Ordena que se forjen medallas para Pringles y sus hombres. La medalla tiene inscripta esta frase: “Gloria a los vencidos de Chancay”.

Y entramos ahora al último tramo de la historia. El escenario son las soledades de San Luis y Córdoba. Otra vez la mano del destino. Pringles acaba de ser derrotado por las tropas de Facundo Quiroga en San José del Morro. Se repliega hasta la provincia de San Luis. Está rodeado. Lo sabe y no le importa. Confía en su estrella. Ha conocido momentos peores. En las orillas del río Quinto es derrotado otra vez. Un oficial le ordena rendirse. Pringles dice que sólo entregará su espada al general Quiroga. El oficial le dispara a quemarropa.

Durante dos o tres días Pringles agoniza en medio del desierto. La patrulla llega finalmente hasta el campamento de Quiroga. Orgulloso, el oficial le muestra el cadáver. Quiroga ya está enterado de todo. Siempre sabía todo. Sus ojos negros brillan furiosos. La leyenda cuenta que los destinatarios de aquellas miradas fue lo último que vieron en la vida.

“ ¡Por no manchar con tu sangre el cadáver del valiente Pringles -le dice- es que no te hago pegar cuatro tiros ahora mismo!. ¡Cuidado otra vez -miserable- que un vencido invoque mi nombre!” Quiroga se ha sacado su poncho, el poncho que lo acompañó en tantas batallas y que lo protegió del frío y de la lluvia, de la soledad y de las derrotas. Se ha puesto de rodillas. Los hombres lo miran en silencio. Con un cuidado, con una delicadeza que ninguno de sus soldados conocía, cubre el cuerpo del bravo coronel Pringles. Imposible un homenaje más justo y más digno.

 

Fuente:

El Litoral.com

Mi vida en el recuerdo

Recopila H. MOntiel

Como quedaron las poderosas turbinas  de 6500HP cada una  en las salas de Maquinas, en ocasión que perdieron la vida dos operarios. Sus nombres eran  CIRIACO ORTIZ  y JUAN KELESI.
Como quedaron las poderosas turbinas de 6500HP cada una en las salas de Maquinas, en ocasión que perdieron la vida dos operarios. Sus nombres eran CIRIACO ORTIZ y JUAN KELESI.

El aluvión de Cacheuta: problemas por la falta de agua y electricidad.

 

El 10 de enero 1934. Mendoza vive la importante creciente del siglo, un rodado deslizado desde un ventisquero sirvió de dique a las aguas del rio plomo, afluente del Mendoza. La tremenda presión de las aguas determino el desplazamiento del rodado. Desde el zanjón amarillo se informó que la creciente avanzaba a una velocidad de 20 a  30 kilómetros por hora.  Se organiza una red informativa de estación en estación  ferroviaria.

El caudal arrasa el puente  de Cacheuta, se descarga sobre el Valle destruyendo las termas, invade las instalaciones de la usina hidroeléctrica donde el operario de turno ofrece un caso de abnegación reservado para los héroes, consciente de que su tarea puede representar la salvación de muchas vidas río abajo, permanece en su sitio controlando el suministro de energía a la población. con el agua al cuello sólo atina a informar sobre sus últimos instantes “me ahogo…”, siendo encontrado al día siguiente, estrellado por la fuerza del agua, contra el techo. Se llamaba Juan Kelessi.

El río, que habitualmente transporta 100m3/s, arrastra un caudal de3 3.500m3/s. se teme que el dique Cipolletti no soporte la presión del agua, el murallón queda desbordado, el agua destruye tres defensas y abre una brecha de cien metros para reencauzarse .. ese giro es que salva al dique,. De otra forma el peligro que hubiesen corrido Lujan, Maipú, Godoy Cruz, Capital. Guaymallén y Las Heras, hubiese sido su destrucción.

Al llegar al puente de Palmira, el caudal ha invadido terrenos de Rodeo del Medio y Beltrán, destruye la línea telefónica, alcanzando una altura de ocho metros sobre el nivel de lo normal.

Solamente con las luces del día puede observarse la magnitud de la catástrofe, catorce vidas segadas, destrucción de gran parte  de la vía del trasandino lo que impide la llegada de trenes de auxilio desde Mendoza y Chile, a medio día del 11 aún el río traslada 500m3/s. El gobierno solicita a la Legislatura una partida de 300.000 pesos del plan de emergencia para reparar puentes. El 13 aun Mendoza carece de iluminación eléctrica, las dos  usinas de la zona urbana no alcanzan a satisfacer la demanda. El radio urbano ha quedado cubierto de lodo.

El 16 de enero se desbordan los ríos Diamante y Atuel destruyendo caminos y parte de la red ferroviaria, se dispone de un subsidio de 100.000 pesos para esa zona.

El 20 en Mendoza aún se trata de solucionar el suministro de agua potable, el único hidratante emplazado en San Juan y Garibaldi, abastecen a los vehículos que reparten el líquido, venido de las secciones Cuarta y Quinta, la de menores recursos, el resto, debe trasladarse al sitio para ser abastecidos, conformando largas colas de paciente espera. El servicio solo podrá ser normalizado en febrero.

 

 

 

 

 

 

 

 

PEDRITO VILLEGAS

8-8-2004

Vaya a saber por qué la mayoría de las historias de boxeadores están marcadas por un desenlace sombrío. Ya fuera de las luces y la fama, pocos son los que viven un presente con un trabajo estable o disfrutando de su carrera pugilística le dejo. La pesada cruz del box, afirman contundente, afirman contundentes algunos.

Y Pedro Florindo Villegas cayó casi en el olvido de muchos, luego de ser uno de los máximos representantes mendocinos en la década del 80,90, luego de conquistar  como amateur 4 campeonatos mendocinos y tener una carrera profesional ascendente a nivel nacional que lo llevo a pelear por el título mundial de los plumas en 1990.

Una de las peleas que lo proyecto a nivel mundial fue la que le ganó a Pedro Decima, lo tire dos veces y él dominaba  la categoría. Allí Tito Lectoure me llevo a pelear a Italia ante el campeón en ese momento. Kamel Bou Alí. La pelea, en la que no estaba en juego la corona, la empatamos y luego me dieron  una segunda oportunidad. Allí Alí me dio un cabezazo que no me dejo seguir y el combate lo dieron nulo, resume  Villegas, pugilista que nació en Concepción Chile,  llegó a Mendoza junto a sus padres cuando todavía no cumplía un año.

Sobre sus inicios. Pedrito rememora: “Yo vivía en el barrio Parque y allí comencé a boxear cuando tenía 12 años. Mi primer profesor fue don Lorenzo Espinoza, de quien siempre voy a estar agradecido. Luego comencé a entrenar con Héctor Mora y finalmente mi maestro fue don Paco Bermúdez. Con él aprendí toda  la escuela de defensa mendocina.

El presente de Pedro Villegas no es fácil. Trabaja con un plan social en el hospital Lancinas y gana 15 pesos.  Con lo que tiene que llevar adelante  una familia de cuatro hijos, muchos ahora se olvidan de uno que representó al país y eso es un poco triste. Pero a pesar  de mi difícil momento yo quisiera conseguir un trabajo que me permita no vivir al límite como estoy, podría enseñar boxeo, es un deporte que amo y hay muchos chicos en la calle a los que les vendría bien, aunque no esté arriba del ring sé  que tengo mucho más  para dar.  

 

Fuente Diario Uno

Recopila H. Montiel

Damián Hudson y sus recuerdos sobre Cuyo

El notable libro de Damián Hudson “Recuerdos históricos sobre la Provincia de Cuyo” está en vías de ser reeditado. Dos historiadoras de fuste repasan aquí vida y obra de este mendocino ilustre.

 

La obra de Hudson se eleva como testimonio de un pasado que mantiene todo su vigor.

Notas relacionadas

Fragmentos biográficos de Hudson

Por Beatriz Bragoni Historiadora-Cricyt y UNCuyo

Fuente diario Los Ande

Recopila H. Montiel

En un momento caracterizado por la contracción de la lectura y por la expansión de apelaciones a la memoria y a la historia, Recuerdos Históricos sobre la Provincia de Cuyo, que integra la colección Literatura Cuyana del Exilio, está en vías de ser reeditado con el fin de promover el conocimiento del pasado y alentar la circulación de bienes culturales en ámbitos que superen los estrictos círculos académicos.

Contextos de edición

Después de 1852 un puñado de intelectuales-políticos, en su mayoría emigrados del rosismo, dio origen a una serie de relatos sobre el pasado argentino. En el exilio, no pocos habían percibido las implicancias potenciales de los relatos históricos y el uso de los mismos en la creación de lazos, identificaciones y sensibilidades colectivas; inspirados en la historiografía liberal nacionalista que florecía en la Europa de la restauración, y atentos a esa necesaria selección arbitraria de olvidos y recuerdos sobre el mito de origen al que aludía Renan, esos ejercicios de escritura procuraban ofrecer a las nuevas generaciones relatos verosímiles sobre los orígenes de la nacionalidad argentina.
Si ese clima resultaba propicio para que Bartolomé Mitre y Vicente F. López emprendieran verdaderas empresas historiográficas que, a pesar de haber aparecido en un contexto de escasa institucionalización estarían destinadas a perdurar, ese momento resultaba igualmente oportuno para que otras figuras, como Damián Hudson, llevaran a cabo sus propios ejercicios de memoria.
Al igual que los padres fundadores de la historiografía, la Revolución de 1810 representaba el punto de partida de su relato cronológico sobre la antigua Provincia de Cuyo. Como en López, el final coincidía con la caída de Rosas en 1852. La densidad de la narración política que ambos hitos sujetan convierten "la reconstrucción de la nacionalidad argentina" en el nervio de su relato. Como otras historias de provincias publicadas en aquellos años, la aparición de la obra póstuma del cuyano, editada en Buenos Aires en 1898, en la imprenta de Juan Alsina, coincidía con un momento de cristalización para la historiografía argentina: en 1893 Mitre había dado origen a la Junta de Historia y Numismática, que a diferencia de proyectos anteriores logró estabilidad, a la que se sumaron más tarde otras instituciones orientadas a preservar documentos como a difundir conocimientos históricos. Ese momento resultaba favorable para hacer circular el voluminoso manuscrito que Hudson había escrito entre 1852 y 1870, que se diferenciaba de las versiones ofrecidas en sus Apuntes Cronológicos para servir a la historia de la antigua Provincia de Cuyo, editado en la Imprenta de El Constitucional en 1852, y que completaba los Recuerdos Históricos sobre la Provincia de Cuyo, aparecidos regularmente en La Revista de Buenos Aires entre 1863 y 1874. Los editores respetaron el diseño originario ideado por su autor: el lapso que transcurre entre la Revolución de Mayo y Caseros resulta narrado en cinco épocas que son acompañadas por apéndices documentales. El historiador cuyano no consideró relevante dar cuenta de ningún suceso posterior a ese hito decisivo para la institucionalización del país. A su juicio, lo que venía después poco podía interesar a los eventuales lectores de sus memorias.
Dos ediciones le siguieron a la pionera: en 1931 los Recuerdos fueron recogidos por Juan Draghi Lucero en forma de entregas periódicas en la Revista Mendocina de Ciencias. La elección del recopilador del valioso Cancionero Popular Cuyano (1938) se afirmaba en condiciones históricas distintas. Primero la Gran Guerra, el acontecimiento que demolió las ilusiones alimentadas desde la era de las revoluciones, luego la crisis económica que mostró por primera vez los estragos del desempleo, resquebrajaron la confianza que hasta el momento se había depositado en el progreso indefinido. Esas desilusiones no vinieron solas. Ellas precipitaron la desconfianza en las élites dirigentes sobre los beneficios del liberalismo, la democracia y el sistema de partidos. También era distinto el clima cultural e historiográfico en el que Draghi Lucero recuperaba a Hudson. Si a fines del siglo XIX el romanticismo histórico no encontraba dificultades de enlazarse con la matriz positivista y erudita dominante en la historiografía, el predominio del nacionalismo vernáculo en los círculos intelectuales situaba en otro lugar el papel del pasado. Ahora no se trataba sólo de narrar lo ocurrido siguiendo las huellas del ritmo ascendente de la Nación, sino de revisitar el pasado para localizar las claves de los dilemas que ese ascenso había dejado a su paso. El impacto inmigratorio sobre todo. A juicio de algunos, esa avalancha de europeos con escasa calificación que había permeado la sociedad, la política y la cultura había arrojado resultados inesperados, convirtiéndose en una ostensible amenaza para una Nación que era pensada en un cuerpo homogéneo de territorio, raza, idioma y religión. De allí la importancia de interpelar el pasado nacional en particular clave provinciana, atendiendo a las costumbres y tradiciones locales, que para Draghi eran populares. Esa dirección asumida primero por la literatura y que desde luego englobaba a la historia estaría destinada a perdurar. Ricardo Rojas, en su Historia de la Literatura Argentina, afirmaba en 1917: "[Creo] que una buena historia literaria de la América española, o una buena antología continental, no podrá lograrse sino cuando la obra crítica regional se haya realizado, y cuando cada una de las regiones comience a colaborar, con aporte propio, en la obra general".
Tres décadas más tarde, y en un contexto cultural e historiográfico institucionalizado de la región, con el apoyo del gobierno provincial, el intento de Hudson de dar una interpretación en clave nacional del pasado cuyano a través de una narración cronológica, conoció una nueva edición en 1966. La ocasión de celebrar los 160 años de la Independencia argentina resultaba propicia para que el presidente de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza, Dr. Edmundo Correas, recuperara un hito ineludible de la tradición liberal cuyana y señalara el itinerario historiográfico posterior, en el cual coincidían ya nuevas instituciones dedicadas al oficio de historiar, como los institutos de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo, de la cual había sido su rector organizador. Como profesional de la historia que asumía los preceptos eruditos de los hacedores de una Nueva Escuela historiográfica, y en particular de su máximo exponente, Ricardo Levene, el estudio preliminar de Correas destacaba dos aspectos del quehacer historiográfico: el erudito y el institucional. El detallado registro que realizaba sobre la documentación édita e inédita procuraba completar el cuadro ofrecido por las memorias de Hudson. Esas menciones de expedientes y de testimonios de los contemporáneos que le permitían poner recaudos a estos Recuerdos, venían acompañados de una apelación a la localización y preservación de documentos que el Estado debía garantizar. Sólo de esa forma, los historiadores presentes y futuros conseguirían tener condiciones propicias para realizar una historia integral de Mendoza y de Cuyo que a su juicio todavía se hallaba demasiado incompleta.
El contexto que sirve a esta nueva edición difiere sustancialmente de los anteriores. Las distancias aludidas atañen no sólo al momento argentino que asistimos, envuelto, quizá como nunca antes, en un clima de penumbras y desolaciones en torno al futuro de la Nación. En el marco de la recuperación de la democracia que sin embargo exhibe sustantivas evidencias de exclusión social, postergando las tradiciones igualitarias que distinguieron al país de sus pares latinoamericanos, la obra de Hudson se eleva como testimonio de un pasado que, aunque clausurado, mantiene todo su vigor. Una feliz combinación de estrategias narrativas que aúnan literatura e historia consiguen crear una atmósfera envolvente de acontecimientos y actores que nutren la vida de las provincias cuyanas durante la primera mitad del siglo XIX. La narrativa hudsoniana exhibe ricas descripciones en las que relatos y anécdotas se alternan con la transcripción de documentos que consiguen sumergir al lector en las zozobras de aquel momento incierto en el que las provincias argentinas dirimían su presente y porvenir. Hudson es capaz de contar una historia con los recursos literarios que tiene a su alcance: aquella convicción sarmientina y de toda una generación de intelectuales hispanoamericanos que concebía el lenguaje como expresión estética y herramienta de transformación política, sostiene el relato hudsoniano. El pasado cuyano que evoca entonces consigue ser iluminado tanto en el "fondo" como en las "formas". Esa dupla de categorías que revela alguna filiación herderiana es la que vigoriza una narración fluida en la cual sus pasiones y obsesiones políticas se ubican concretamente en un contexto histórico donde las costumbres, las tradiciones y el paisaje social emergen como escenario activo de una realidad que urgía modificar.

La obra y su trama

Con sus “Recuerdos” Hudson intentaba sumar un eslabón significativo a la cadena de historias provinciales, con el fin de completar las versiones consagradas por los padres fundadores de la historiografía en torno a los orígenes de la nacionalidad argentina. Si el sitial ocupado tanto por Mitre como por López no era cuestionado sustancialmente en su trama erudita, literaria e interpretativa, merecía ser ajustado con dimensiones locales en la medida que éstas permitían reconocer el papel jugado por las provincias en la edificación de la nueva Nación que había despertado de la "siesta" colonial en 1810.

El papel de Cuyo en esa trama no debería resultar ser un tema ajeno al lector de estas páginas: se trataba sobre todo de dar a conocer una narración respetuosa de la cronología de la participación cuyana y de su líder indiscutido en la gesta emancipadora de la América del Sur. Allí San Martín se eleva como el héroe protagónico no sólo en la organización del Ejército Libertador y del genio militar que ideó el célebre Cruce de los Andes: San Martín, para Hudson, representa algo más. Es el artífice de una solución política centralista - de allí la definición de "ordenador"- que no sólo sirvió a su plan continental sino que imprimió importantes rasgos de la cultura política sobre todo de Mendoza y de San Juan. Se trata de una cultura política unitaria que Hudson no sólo valora sino a la que adscribe, y de la cual traza una genealogía que arranca con la Revolución de 1810 en cuanto representa un momento de "regeneración política" dirigido por las "luces, el progreso y la democracia", que habría de ser interceptado por la "hidra de la anarquía" dramáticamente en 1820. Como Mitre, Hudson también advierte que desde entonces aquel destino argentino libertario y democrático siguió latiendo en las instituciones provinciales que adoptaron la fórmula republicana a pesar de estar sumergidas, muy en contra de ellas, en un "aislamiento" crónico que se prolongaría hasta 1852 y aún más. Ese poderoso obstáculo que había sepultado la antigua unión de las provincias que se declararon libres del yugo español en 1816, no impidió que Hudson identificara la manera en que cada una de las provincias erigidas en 1820, como consecuencia de la fragmentación de la gobernación cuyana, resolvieran en términos "soberanos" la edificación empírica de los inestables y precarios poderes del Estado, como del conjunto de instituciones y procedimientos que los alimentaban.
Se trataba de un momento político al que Hudson asiste y del cual forma parte como uno de los jóvenes ávidos de empaparse en las novedades de una época liderada por la ilustración. Ese magma teórico que englobó a toda una generación confiada en los beneficios de la razón, estaría destinado a iluminar como faro paradigmático las formas de una nueva sociedad y una nueva política cuyo núcleo residía en un sujeto político radicalmente diferente al que hasta entonces había dominado el escenario de un orden colonial en agonía que era preciso y necesario destruir. A diferencia del vecino que había alimentado la única instancia electiva registrable en el esquema monárquico del antiguo imperio español, el ciudadano moderno se convertía en objeto a construir. Era necesario formar hombres virtuosos, y éstos sólo podían emerger de una sociabilidad eminentemente pública dirimida en el debate de ideas, en la prensa, el teatro o asociaciones políticas y literarias. Hudson destaca en su ejercicio de memoria esa poderosa innovación que comenzó a regir en el espacio cuyano en los primeros tiempos independientes: si la creación del Colegio de la Santísima Trinidad (1817) como la Sociedad Lancasteriana (1822) representaron peldaños decisivos para salir de los tiempos oscuros de la colonia, sus menciones a la biblioteca pública como a los exponentes de la prensa ilustrada mendocina le sirven para ilustrar los beneficios de los luces en las "ciudades agrícolas".
Hudson no se reserva para sí el título de historiador. En su lugar opta por reconocerse como un "mero compilador de sólo hechos que forman la historia de la antigua Provincia de Cuyo". Esa narración en la que galvaniza sus memorias con la tradición en la que se ubica, no queda restringida a la acción omnipresente de los hombres más notables. Diversos protagonistas nutren la vida histórica que nuestro autor reconstruye. Confiado en las virtudes de un género biográfico usado libremente, como muchos de su generación, Hudson logra interceptar una amplia gama de vidas ejemplares en la trama de su relato cuyano. Esa estrategia narrativa cruza diferentes itinerarios y tipos sociales. En ese tránsito del antiguo régimen colonial al republicano y representativo, los curas de la Revolución ocupan un lugar tan relevante como los eclesiásticos que no sumaron sus esfuerzos a la defensa del "sagrado sistema de la libertad". Si los prototipos de Lorenzo Güiraldes, vicario castrense del ejercito sanmartiniano, o de su bien recordado maestro el cura Lamas le sirven para ubicar con precisión los avatares de un proceso de secularización en clave provinciana, las trayectorias de los oficiales del ejército le sirven para ubicar concretamente la importancia de los profesionales de la guerra no sólo para expulsar a los godos que habían oprimido a los pueblos sudamericanos, sino, sobre todo, para destacar la disciplina y la lealtad que había estado ausente en Arequito (1819) y que había disparado contra el orden y la unidad de las provincias argentinas.
Pero Hudson no sólo traza una jerarquía entre conductores y oficiales -esos soldados de la Independencia que, según una célebre expresión del salteño Eustaquio Moldes, ni siquiera sabían a qué patria iban a pertenecer- , sino que incluye en su relato a los milicianos de las ciudades y del campo: esos notables actores que vigorizaron el proceso de militarización y ruralización de la política que acompañó a la Revolución de independencia no sólo en Cuyo, sino en todos los territorios del antiguo virreinato rioplatense. Los perfiles milicianos eran muy diversos, por lo que nuestro autor se encarga de situar las vicisitudes a las que se enfrentaron esos conglomerados sociales en diferentes contextos y frente a distintas configuraciones políticas. Esas trayectorias le sirven para elevar el papel de esos personajes que la Revolución convirtió en políticos que actuarían como capitulares, congresales, representantes y gobernadores; otros itinerarios, en cambio, representan verdaderos contrapuntos del cursus honorum que figuras como Hudson podían llegar a valorar.
Siguiendo las huellas sarmientinas del Facundo en la fabricación del prototipo bárbaro, Hudson reconstruye bosquejos biográficos para ubicar los perfiles sociales y políticos que favorecieron el derrumbe del poder central que coincidió con la pulverización de la gobernación cuyana en 1820. Ante todo "anarquistas", es decir, sujetos incapaces de favorecer el orden y de aceptarlo como dado, aparecen vinculados a los caudillos del Litoral, esos señores de la guerra que entendían la "federación a su modo", a diferencia de la fórmula "federal-mixta" por él propiciada. Cuyo exhibe un conflicto particular de esa puja de poder. Por un lado, la ruptura de la cadena de mandos militares y el creciente poder de los comandantes de las milicias de frontera; por otro, el influjo del emigrado chileno José Miguel Carrera y sus montoneras, que cuestionaba a los herederos del poder sanmartiano. Si Hudson no deja de lamentar el trágico final del postergado caudillo de la Patria Vieja chilena, atribuyéndolo al difícil momento por el que atravesaba la Guerra de la Independencia, los pasos que sigue en la reconstrucción del acontecimiento agregan sustanciosas evidencias de una complejidad política que -entre otras cosas- invita a ser revisada con mayor rigor. Pero será sobre todo el perfil del Fraile Aldao el que concentrará la atención de Hudson, como expresión local del nuevo esquema de poder que emerge hacia 1827, cuando el liderazgo de Facundo Quiroga favorezca la conformación de un centro de poder en el Interior capaz de poner reparos a la hegemonía del Litoral que exhibía ya el ascendiente del gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. Se trata de un fragmento del pasado cuyano que lamenta porque lo juzga como retroceso, una disrupción no deseada por aquellos confiados en la política como instrumento de cambio ascendente, lineal y progresivo de la realidad social. Aun así, la narración de Hudson muestra una cronología de episodios de enorme significación para concluir esa nueva etapa oscura -de "crepúsculo", "encierro", "terror" y "muerte"- de la experiencia argentina reciente. Allí, en ese lugar, la biografía vuelve a emerger como estrategia narrativa, aunque ahora se trata de la biografía de un grupo, el de los cuyanos emigrados del rosismo, dispuestos a cumplir con el programa inconcluso de Mayo.

 

 

 

NO HAY JUSTICIA

 

 

Siempre se dice que nuestras  cárceles  están superpobladas. Sin embargo a uno lo gana sensación de que en ellas falta gente, ¿O será  esa superpoblación la que lleva a muchos magistrados a no mandar presos a tantos a tantos corruptos?

     Todas las  semanas los diarios dan testimonio desde sus titulares de algún que otro escándalo

Delictivo que involucra, aunque más no sea  tangencialmente, Ya sea este político, empresario, funcionario, legislador, concejal, etcétera. Tras lo cual sigue un rito procesal que habitualmente  termina en la impunidad:*el juez decreta secreto de sumario;

                                               *los fiscales hablan de listas –siempre desconocidas –que involucran a renombrados ciudadanos;

                                               *los testigos que se animaron a dar la cara son amenazados de palabras o hecho;

                                               *los detenidos son liberados bajo fianza  mientras se instruyen nuevos procedimientos;

                                               *los medios de  comunicación se olvidan porque aparecieron nuevos escándalos;

                                               *la impunidad se acumula;

  No dejan de apresarse  superbandas con sus jefes que van desde ex supermontoneros hasta ex  superservicios de súper inteligencia.

Para  impedir la destitución de los colegas  procesados los concejales de los partidos mayoritarios hacen gala de “espíritu de cuerpos “para salvaguardar la honorabilidad de la institución, como si hubiesen sido elegidos para defender sus propios intereses  y no los de los ciudadanos.

Funcionarios allegados  al poder, sospechados de corrupción y algunos casos procesados, se resisten a renunciar como si fueran primeros ministros.

Pero nada les impide seguir mostrándose impúdicamente en público ni aparecer en las revistas  cholulas ni darse el lujo de hacer posgrados en el extranjero. Después de todo el policía no es más que la ocasión para hacer contactos que aseguren el porvenir.

Aunque sea queda el consuelo de que la gente castigada muchas de estas conductas con el voto, haciendo de estos personajes candidatos impresentables en sociedad. El 10de abril pasado parece haber sido un signo de ellos.

                                NO HAY DERECHO

La muerte del soldado Omar Carrasco reimplantó un viejo remanido tema: el del servicio militar obligatorio.

Los lugares comunes ya son conocidos:

                                                                       *hay que aprender a defender a la patria:

                                                                        *el servicio militar forma ciudadanos:

                                                                        *es educativo para los chicos “;

                                                                        *un poco de mano dura viene bien;  

                                                                        *la colimba no es la guerra.

Sin  embargo el conscripto Omar  Carrasco podría decir lo contrario: la colimba, en algunos casos , puede ser más cruel , más cobarde ,más vil y más cínica que la propia guerra , que aunque absurda , da la impresión de tener un sentido.

…Son cosas que pasan “dijo el presidente. “Son cosas que no deberían pasar”, aclaró el jefe del ejército .Son  cosas aberrantes “, piensa la gente.

El hecho  hizo reflotar proyectos  de ley que quiten la obligatoriedad del servicio militar, proyectos que figuran en las plataformas electorales desde 1983, cuando el retorno de la democracia . Proyectos que para Omar Carrasco –que  además de ser pobres cometió el delito de no ser católico – llegan irremediablemente tarde…

En esta época donde las instituciones parecen reciclarse, hay  algunas que se resisten al paso del tiempo.

                                           “NO HAY MILITANCIA” 

No es un tema nuevo el de la “profesionalización “de la política. Paulatinamente, desde la recuperación de la democracia, el militante fue cambiado por el “contratado”, y el antiguo “puntero “por el mas aggiornado “operador”.

Pocos ven en la política o en la función pública un sentido que trascienda el del propio ascenso o el de la propia supervivencia. Esto condice con los elevados sueldos –irónicamente llamados “dietas” –que perciben ya no solo legisladores nacionales –cosa que hasta parecería lógica –sino simple concejales, quienes se dan el lujo de contar con inexplicables  equipos de asesores y  hasta con voceros de prensa –cargo que hoy ni siquiera existe en el poder ejecutivo nacional –para una función que en los últimos años solo sirvió para legislar la excepción.

Nos escandaliza que un concejal haya incrementado su patrimonio en siete millones de dólares (¡) en los últimos años . Pero también debiera  escandalizarnos  la política entendida como gestión empresarial, por un lado, y como espectáculo por el otro, lifting incluido, como una nueva vertiente   del jet set.

Seria acusado de nostálgico aquel que añore el valor de la militancia de otra época. Pero así como muchos jóvenes del mayo francés  del 68 hoy integran la burocracia gerencial europea o la intelectualidad del nuevo orden mundial, también muchos integrantes de la” gloriosa” Jo tapé (juventud peronista) de los 70 hoy se apoltronan en los sillones de su despachos oficiales.

Es la seducción de la alfombra.

Algo ha quedado en el lenguaje. Como una extraña reminiscencia semántica hoy los Argentinos desentrañan un nuevo trabalenguas;”aefejotapé. A propósito, ¿ya se decidió?

                            

                                NO HAY LUGAR

 En los últimos tiempos nos llegaban  noticias de vecinos ofuscados porque sus barrios  iban a ser  invadidos  por” villeros” trasladados. Distintas  obras en marcha , como la autopista que pasa por retiro y la mezquina necesidad de liberar  zona que pueden ser rentables ediliciamente determinaron la decisión de reubicar a los habitantes de varias villas porteñas  , aun prescindiendo del  decreto que hace dos años les otorgo a los villeros de la posesión de sus tierras .

Entre las muchas aristas que presenta el tema , no es una menor la reacción de los potenciales anfitriones , lo que se convirtió en muchos casos en renovadas manifestaciones del racismo nunca desmentidos de nuestra sociedad , a veces camuflado en súbita preocupaciones por el medio ambiente y la calidad de vida

Bandera de Los Andes

 

HISTORIA DE UNA ODISEA.

 

LA ENSEÑA CREADA POR LAS DAMAS MENDOCINAS TUVO DESTINO PARECIDO AL ACTA DE LA INDEPENDENCIA: FUE EXTRAVIADA Y ENCONTRADA FORTUITAMENTE POR U N COMERCIANTE MENDOCINO RADI CADO EN BAHIA BLANCA. HOY ESTA EXPUESTA EN LA PROVINCIA ANDINA.

 

El 10 de junio de 1903 una triste noticia corrió rápidamente entre los habitantes de Bahía Blanca: había muerto el prestigioso vecino Elías Godoy Palma. Nativo e Mendoza y bahiense   por adopción, tenía entonces 59 años de edad y había llegado a esta ciudad en 1884. Pocos sabían que doce años antes de su arribo, en 1872, Godoy palma había recuperado fortuitamente la extraviada Bandera de los Andes, la enseña con la cual  el general José de San Martín-quien la hizo bendecir y la exhibió en la plaza Mayor el 5 de enero de 1817-crzó la cordillera en épica campaña libertadora.

Cuando San Martín regresó a Mendoza, listo para continuar hacía Perú, pidió al gobernador mendocino que recuperara la Bandera, que había quedado en Santiago. Luego de idas y venidas. La enseña llegó, a fines de 1823, a la casa de gobierno mendocina. Sobrevivió en ese lugar al terremoto de 1861, pero no pudo con el vandalismo de los hacedores de una rebelión ocurrida en 1867, quienes huyeron hacía Chile llevándosela junto con otros objetos de la casa de gobierno.

No se supo más de ella, hasta que Elías Godoy Palma tuvo la gran sorpresa de su vida: pasaba la noche en una posada de la Cordillera cuando se dio cuenta de que algo del colchón lo incomodaba. Era un paquete con cuatro banderas, tres españolas y reconoció de inmediato- la de Los Andes no pudo Elías llevarla en esa ocasión, pero arreglo con los dueños de la posada para entregarles una importante suma de dinero a cambio de tan preciado tesoro. Regreso a Mendoza, impuso de la historia a las autoridades y regreso comisionado en “misión oficial” para recuperarla.

Curiosamente, no fue la última aventura de la enseña. En 1880 fue trasladada a Buenos Aires para cubrir el féretro que, desde Francia, traía los restos del Libertador. A los pocos meses, nadie sabía dónde estaba. Debieron pasar 4 años hasta que don Tiburcio Benegas, gobernador de Mendoza, volviera a dar con ella de manera casual, en un taller de cuadros de la calle Florida, donde había sido dejada mucho tiempo antes para colocarle un marco. Así una vez más, regreso la Bandera a Mendoza. Allí se la exhibe actualmente, en la llamada “Sala de la Bandera”. Hasta la década del 70, el regimiento V de Infantería solía realizar algunas ceremonias frente a la hoy casi centenaria tumba del hombre que recupero la Bandera de Los Andes. Hoy el lugar pasa desapercibido para todos y el nombre de Godoy Palma  es poco menos que ignorado.

Curiosamente, la bandera tuvo un destino semejante al del acta de la Independencia. Habría que pensar si tantos extravíos no son, en el fondo, otra cosa que una metáfora de nuestra historia.

Fuente Revista Nueva

Recopilación H. Montiel.  

 

A Bandera de los Andes

Viernes, 19 de abril de 2013

 

La Bandera de los Andes fue impulsada en la noche de Navidad de 1816. En esa cena el Libertador les propuso a las mujeres presentes confeccionar una bandera antes del 5 de enero, la noche de Reyes.

San Martín explicó detalladamente cómo debía ser la insignia. A la mañana siguiente las señoras presentes en esa reunión recorrieron la ciudad en busca de la tela. Cuando la decepción las ganaba un tendero de la calle del Cariño Botao (actual General Paz) las entusiasmó para que entraran en su tienda. Lo hicieron para comprar alguito y dejar conforme al insistente comerciante.
La sorpresa fue mayúscula cuando descubrieron el paño celeste que buscaban. No era seda, como se lo habían propuesto, era sarga común, pero celeste intenso como les había pedido el General. Entonces se dieron a la tarea coser y bordar. Las patricias del encargo eran Dolores Prat de Huisi, Manuela Corvalán, Narcisa Santander, Mercedes Álvarez, Laureana Ferrari y Remedios Escalada de San Martín. A la bandera fueron a parar las lentejuelas de oro de varios abanicos de Laurena y una roseta de diamante, para adornar el óvalo y el sol, también perlas de un collar de Remedios. Según el testimonio epistolar de Laureana Ferrari, no descansaron para poder terminar. Pero lo lograron. El 5 de enero de 1817 se ungió como patrona del ejército a la Virgen del Carmen y la bandera fue bendecida en la Iglesia matriz de Mendoza. San Martín habló a sus soldados: “Soldados: esta es la primera bandera independiente que se ha alzado en América”. La agitó tres veces en medio de los gritos, los vivas, los aplausos y las campanas que tocaban a alegría. En los escritos del General Espejo se afirma que intervinieron en la confección tres monjas del Monasterio de la Buena Enseñanza, las reverendas madres María de las Nieves Godoy, Andrea de los Dolores Espínola y María del Carmen del Niño Dios y Correas. La bandera del Ejército de los Andes se muestra en el memorial que comenzó a construirse durante el gobierno de Celso Jaque y fue terminado por el de Francisco Pérez. Con unción debe verse, con mucho respeto, porque por ella murieron muchos mendocinos de entonces para alcanzar la libertad de cinco países.

Disidencias
Algunos investigadores dan como fecha de iniciación en la confección de la bandera el mes de agosto de 1816 y no la noche de Navidad de ese año. Argumentan que no pudo realizarse la tarea en tan poco tiempo, cuatro días y cuatro noches.
El monasterio de la Buena Enseñanza se transformó con el tiempo en el Colegio de la Compañía de María, hoy en San Martín y Gutenberg de nuestra ciudad.
Existe una carta de Laureana Ferrari a quien fue su esposo, el Coronel Manuel Olazábal, recordando la propuesta de San Martín y los quehaceres que desarrollaron las damas para cumplir con ella.
El título de dama le quedaba grande a varias de las mujeres que intervinieron en la confección de la bandera. Eran más bien niñas de entre 13 y 16 años, Laureana tenía 13 años, Mercedes Álvarez tenía 16. Las señoras eran Remedios y Dolores Prat de Huisi, patriota chilena refugiada en Mendoza después del desastre de Rancagua.
Arrepentimiento
Ya había llegado a la ciudad la noticia del triunfo de Chacabuco. La gente vivía la felicidad propia de los grandes pueblos cuando se saben posibles, cuando luchan y ganan la fortuna de mandarse solos. Sin embargo, muchos padres y muchas esposas soportaban la angustia de no saber nada de los suyos. Mendoza era otra ciudad, se mezclaban la alegría y la incertidumbre.
Laureana y Remedios paseaban por la Alameda. Remedios comentaba a Laureana las noticias que le había hecho llegar su esposo desde el frente de la guerra. Ella también temía, pero en su rostro, como una bandera, flameaba su sonrisa.
Por la calle del Cariño Botao pasaron por la tienda de aquel hombre que les había vendido la sarga celeste. Entraron. El comerciante las recibió de buen agrado.
–Seguramente encontrarán aquí lo que andan buscando.
–No vinimos a comprar. Vinimos a agradecerle.
El hombre puso cara de no entender.
–¿Recuerda el trozo de sarga celeste que nos vendió unos días atrás?
–Claro que lo recuerdo, señora. Parecían ustedes muy satisfechas con la tela.
–Satisfechas y aliviadas. El General San Martín nos había encargado la bandera del ejército y no podíamos encontrar un paño celeste. Usted nos salvó.
Quedó tieso el hombre con lo que terminaba de escuchar.
–¿Usted quiere decir que esa tela…la tela que yo les vendí… esa tela…sirvió para hacer la bandera?
–Así es mi amigo, ese trozo de tela que usted nos facilitó se habrá paseado orgulloso por el campo de Chacabuco, dentro de una bandera triunfante. Estará ahora en Santiago dando noticias de la libertad. Le reiteramos nuestro agradecimiento.
Se fueron. El comerciante quedó unos minutos tieso mirando la puerta. Después pegó un tremendo golpe con su puño sobre el mostrador de madera. Se dijo con enojo:
– ¡Y pensar que yo se lo cobré!
La mañana de Mendoza sonreía, no solamente en Mendoza, también en Chile, estaba empezando a ser celeste y blanco el sur de América.

Las peladas de la corrupción
No fueron solo las patricias las que cosieron, también lo hicieron “las peladas de la corrupción” o “Las peladas corruptas”. Eran mujeres recluidas en los centros penitenciarios y sanitarios de la época. Se las conocía por ese apodo, debido a las prácticas éticas y de higiene que mandaban pelar a las mujeres recluidas. Ellas confeccionaron uniformes, capotes, orillaron mantas, talegas, alforjas y otros enseres. Ellas también fueron parte de esta historia, de ellas también un trozo de la gloria.

Nuestras Mujeres
No somos soldados, somos
las mujeres mendocinas
no llevamos uniformes
ni sables, ni carabinas,
llevamos un corazón
que por la patria palpita.

Por eso nos corresponde
Ser llamadas las patricias
No sabemos de batallas
De guerras y de guerrillas
Pero sabemos de amor
Por quienes son nuestras vidas
En nuestro campo de honor
Se lucha todos los días.

les dimos los hombres,
les dimos los padres,
les dimos los hijos,
les dimos la sangre.
Y también les dimos
Flores de coraje
Y un poco de altura
Para andar los Andes.

Nosotras somos las damas
Que a la bandera bordaron
San Martín hizo el pedido
Y cumplimos el encargo
Con hilitos desteñidos
Con manos de guijarros
Fuimos cosiendo una estrella
De color celeste y blanco.

Somos las pobres sin pelo
Por corrupción encerradas
En nuestras celdas sin soles
La aguja fue nuestra espada
Pensando en la libertad
Pasamos las noches mansas
Con madejas de algodón
Y Dios en cada puntada

CUENTO Y POESÍA
La historia de este colectivo de mujeres trabajadoras y revolucionarias que tuvieron a su cargo la confección de todos los pertrechos textiles del ejército, lleva ya 200 años oculta.

Aun hoy en los colegios públicos mendocinos se sigue hablando de las Patricias Mendocinas, como de las únicas vestidoras del Ejército de los Andes –únicas también propietarias del patrimonio cultural cuyano–, sin contar la hermosa participación de este colectivo de mujeres revolucionarias, encomendadas por la Gobernación General de Mendoza –a través de su gobernador general: Don José de San Martín –el Gran José–, para dichos trabajos y menesteres, quienes tuvieron a su cargo: una parte importante de la tarea.

¡Lean las cartas de José, señores!

De este modo y divididas en grupos, estas mujeres santas, chinas Huarpes y negras de las Sociedades Congolés, eran encomendadas a los patios traseros de las familias criollas, cuyas señoras tenían a su cargo la organización del trabajo.

La historia de este colectivo de mujeres revolucionarias constituye uno de los episodios de mayor y más persistente ocultamiento a lo largo de nuestra historia. También resulta curiosa la larga cadena de complicidad y silencio que aun hoy se ha tejido y se sigue tejiendo en torno a esta bellísima historia.

Reasignar los roles, decir la historia, permitir que la historia sea dicha… aclarada… ¡esa es la manera de curarla, esa es la manera de celebrarla!

¡Entre todos y con todos!

Señores de la cultura: ¡no se puede cantinfliar con este tema!

Los hombres de San Martín:

Por Jorge Sosa.

Recopilación H. Montiel.

 

 

DIARIO DE ANTAÑO

 

Noticias Mendocinas del Tiempo de Ñaupa

 

Un malón causó

Terror en la paz

Sucedió en noviembre de 1868. Hubo robos, incendios

Y toma de cautivas. Se denunció que entre los “salvajes”

También había “gauchos ladrones”.

FRONTERA VIOLENTA: UN NUEVO MALÓN  ASOLÓ A LA VILLA DE LA PAZ

Está crónica dio detalles de una “invasión salvaje i de gauchos ladrones” a lo que era un punto clave para la provincia. A la vez, criticaba la inacción  del gobierno nacional para controlar lo que era algo habitual.

Diario el Constitucional

Jueves 26 de noviembre de 1868

 

La provincia deplora en estos instantes los sangrientos sucesos ocurridos en Villa de la Paz.

Una nueva invasión de salvajes i de gauchos ladrones ha venido a desolar otro pedazo de nuestro rico territorio. Todavía no se conoce con exactitud el alcance de los males ocasionados por los bárbaros en esta su última correría a inmediaciones del Desaguadero, ni se sabe tampoco si simultáneamente ha llevado el robo, el incendio i el cautiverio hasta la orilla del rio 5º,  como ya se anuncia en  círculos privados.

Repetir las consideraciones políticas que surgen de un hecho semejante sería levantar por la milésima vez el clamor  doloroso de las aterradas poblaciones de la frontera.

¡ A qué levantarlo pues, cuando mil veces ha llegado a oídos de Gobierno Nacional, i mil veces lo ha desatendido, porque siempre pospuso los intereses de la Republica  a los de bandería, o a los de ambiciones personales!

Bien lo conoce la actual administración, bien sabe que el luto  i la miseria son el patrimonio de los habitantes de la frontera, ¡ que mui pronto lo serán   también de comercio de tránsito,  si una vez  por todas no barre la metralla a los salteadores de caminos, si  una vez por todas no se abandona la vergonzosa i funesta defensiva  de la de frontera, i se emprende con ella  una guerra ofensiva  sobre el desierto, sin tregua  ni consideraciones para con sus hordas de bandidos.

La administración del actual Presidente de la República  se debe en gran parte a la protesta del país  entero contra los mandatarios que la precedieron.  Confiemos entonces en que  Sarmiento será digno de las altas aspiraciones que le elevaron a la primera magistratura de la Nación.

¡Será entre tanto,  la asolación de la Paz, la postrera desgracia que apresurará  las medidas de seguridad reclamadas de aquel Gobierno!

 

“desnudos, sin camas i sin tener qué comer”

No puede ser más triste el estado en que se encuentran los vecinos de esta  importante villa, a consecuencia de la invasión d indios que ha sufrido. Sus habitantes sin distinción  han quedado en la última miseria, i la mayor parte sufre ahora la desnudez, i aun el hambre.

No es sólo la perdida de familias lo que tienen que lamentar los que han sido privados  de ellas por la cautividad: la falta absoluta de todos los elementos necesarios para satisfacer las primeras necesidades  de la vida, hace a estos desgraciados dignos de la compasión pública, i acreedores a la filantropía de sus conciudadanos, que nunca se ha desmentido para socorrer  al desgraciado.

La Villa de  la Paz ofrece  actualmente  el triste espectáculo  de un pueblo cuyo habitantes se encuentran desnudos, sin camas  i sin tener qué comer, los indios lo han robado todo, i lo que no podían llevar, ha sido destruido  ó quemado por ellos mismos. Muebles, útiles de mesa i cocina, todo ha desaparecido, al extremo de no encontrarse una olla de cocina, un plato o una cuchara.

Pasajero ha habido que se han quitado  la ropa del cuerpo para cubrir la desnudez de algunos de estos desgraciados.

…La sociedad de Mendoza que tan solicita i  compasiva se ha mostrado por la víctima del Perú, no puede abandonar a la Villa de la Paz, que,  por ser de un mismo suelo, tienen mejor derecho que aquellas a ser socorridas con preferencias.

Por eso creo que la idea de emplear en su favor el producto  del concierto que las señoritas de esta sociedad van a dar para proporcionar  a aquellas algún alivio, sería aceptada por ellas mismas, i en este caso no se negarían a repartirlo más tarde para el objeto que se habían propuesto.

La comisión encargada de recoger limosnas o recrear fondos para los que  han sobrevividos a la catástrofe del  Perú, podrían, con conocimiento de los que dieron este encargo, emplear esos fondos en obsequios de los más hayan perdido en la Villa de la Paz,  i  se encuentren ahora sin  amparo alguno…

En VILLA DE LA PAZ

El Constitucional sábado 12 de diciembre de 1868.

 

Recopilación   H. Montiel


DIA DE TODOS LOS  SANTOS
UNA  DEVOCIÓN DE MILES DE FIELES
1  de noviembre se celebra el día de Todos los Santos, quienes tienen la devoción  de miles de creyentes  y que son conocidos  no solo por su esencia   sino también  por que han llegado a la gloria. Son, los que en distintos momentos  históricos, tanto de la iglesia como de la humanidad, se constituyen  en los testigos de cristo.
El creador de esta fiesta fue el padre Alcuino de York (Albinus Flaccus)  que nación en  la ciudad Británica del mismo nombre  el año 735. Fue teólogo, filósofo  y humanista, y era apodada  “la enciclopedia  viviente”. Para él sus hijos eran todos  los santos.
Desde que se c constituyó  el “índice de las causas de los santos”  han sido elevados  a los altares  2.465 santos beatos. También fue uno de los maestros de la escuela palatina, donde tuvo como alumno al emperador Carlos Magno.  La Vasca María Josefa Sancho  de Garay y la Sudanesa Josefina Bakita han sido sus últimas hijas santas”.
A  lo largo de los siglos, la iglesia tuvo sus santos,  primero “los mártires”, cuando la iglesia contempla  a los que son capaces de testimoniar a Cristo, y que eran perseguidos en el imperio Romano, hasta los últimos que representan las distintas  formas de vivir la santidad.
En un comienzo, los santos surgen  por la con ciencia de pequeños pueblos  de descubrir  en ellos virtudes prodigiosa s que viven con una radicalidad muy fuerte, las exigencias del evangelio.
Luego, comenzaron  procesos muy largos, donde se investigaban las características personales,  el carisma, milagros, escritos, para alcanzar la santidad.  Es así  que la santificación no es solo por la vocación popular sino porque hay causas que certifican que esa persona es santa.
Para la fe cristiana este es un día de alegría porque además de reconocerlos como hermanos, los santos muestran la acción  de gracia de Dios y son el modelo en el caminar de la vida de las personas.
Los santos tienen características esenciales en su calidad de persona  humana, la gracia y virtudes que alcanzan con la identificación con Cristo y también  la repuesta  permanente con  la iglesia y las necesidades de los hombres.
Por ejemplo San Francisco de Asís fue un hombre carismático, tocado por la gracia divina que vive su vocación  con una radicalidad el evangelio de la pobreza, precisamente, frente a una sociedad que ostentaba riqueza.
Santo Domingo de Guzmán responde más allá  de su carisma particular, la vocación   de predicar y fundar la orden  de predicadores  de padres dominicos, antes el silencio  y la necesidad de evangelizar y difundir la palabra de Dios.
EL VUELO DE COPERTINO
El 8 de diciembre de 1642 los novicios cantaban las vísperas en su capilla. En un rincón apartado estaba el padre José, en oración.
Durante la función entro el custodio del convento, padrea Rafael Palma, que al ver a José, fue a saludarlo familiarmente:”¿Qué haces aquí paisano?”
El siervo de Dios no contestó, estaba absorto  en la contemplación  de las bellezas de María.
De repente dio un grito: “padre custodio, di: ¡hermosa María, hermosa María”¡ El superior repitió en voz alta pero José no pareció satisfecho, y le pidió al padre que lo hiciera más fuerte.
El superior volvió a repetir la frase con todo el aliento de su garganta. ¡Nada¡  José  no quedó conforme, no percibía en la voz del superior todo el ardor que abrazaba su corazón.
Por la tercera vez dijo: “Padre custodio, grita más fuerte: ¡hermosa María¡”.
Apenas termino de pronunciar estas palabras,  abrazo firmemente la cintura del superior y como leve pluma lo elevo en el aire entre el estupor  y el susto  de los novicios, que asistían a la escena , al grito de ¡hermosa  María, hermosa María¡ emitido por  el superior de su convento, el santo se eleva  en el éxtasis ante la hermosura de la virgen, llevando en su vuelo al atónito fray Rafael.
Minutos después, ya vueltos  los dos a la tierra, José avergonzado y7 confundido,  pidió perdón a los novicios: “ovejuelas de Dios perdónenme… me he dormido un poquito, y bajando la cabeza  sobre su cabeza, se retiró mortificado a su celda.
Fuente: Diario Uno
Recopilación H. Montiel

EL ÑATO GASCON. FUE EL QUE TRAICIONÓ A BAIROLETTO
EL ÑATO GASCON. FUE EL QUE TRAICIONÓ A BAIROLETTO

PLEGARIA PARA UN BANDIDO

 

La historia de Juna Bautista Bairoletto, el Robín Hood de las pampas, cuya tumba en General Alvear, Mendoza, se ha  convertido en el lugar de peregrinación para cientos de personas que creen en el santo ladrón

 

De delincuente a santo. De perseguido a rescatado. De indeseable a venerado. De encarnación del mal a bandido bueno. Parece que Juan Bautista Bairoletto fue uno en vida y otro después de muerto.

Para León Gieco, un bandido rural, según le canta. Para el poeta Enrique Rodríguez, el último bandido romántico. Lo cierto es que el “pampeano” tuvo un abultado prontuario policial que lo convertiría primero en el delincuente y luego en leyenda cuando recién cumplido un aniversario de su natalicio, están quienes  todavía “ven” su ánima vagando por los campos.   

Los registros policiales se inauguraron para él a la una y media de la tarde  del 4 de noviembre de 1919, cuando disparo dos balas de su pistola. Una clavo las agujas del reloj que colgaba de la pared de un boliche parroquiano de Eduardo Castex. La Pampa. La  otra le agujereo el cuello a un policía. Fue su modo de saldar una cuestión de pollera. Después se sucederían otros delitos hasta acumular 35 robos caratulados, más hurtos, disparos de arma de fuego, lesiones, atentados contra la autoridad y otros siete homicidios. Por sus andanzas, Bairoletto movilizaría a las policías de la Pampa, Mendoza, San Luis, Rio Negreo y Neuquén.

Juan Bautista Bairoletto, fue mucho más que un bandido rural

Una historia de amor, injusticia y muerte. Así se puede titular la historia de Juan Bautista Bairoletto, el último bandolero romántico de la pampa argentina. Se dice que durante su juventud en Colonia Castex, provincia de La Pampa, frecuentaba los burdeles de la zona. Fue allí donde habría conocido las ideas anarquistas y el amor de una mujer posiblemente llamada Dora. La mujer también era pretendida por otro de los clientes, un cabo de la policía de apellido Farach o Farache.

Juan Bautista Bairoletto fue mucho más que un simple bandido rural

Enterado Farach de los desvelos de Bairoletto mantuvo varias discusiones con él. Un día, con cualquier excusa lo encarceló sometiéndolo a torturas para luego expulsarlo de Castex. Eran los primeros días de noviembre de 1919 y no todo iba a resultar tan sencillo al abusador cabo Farach. Bairoletto se armó de un revolver y fue a buscarlo al boliche. El policía cayó muerto de un disparo y Vairoletto fue preso.

 

Juan Bautista Vairoletto buscado

 

A partir de allí nace el mito que se entremezcla con la realidad. “El pampeano” o “el tigre de las pampas” eran solo algunos de los nombres que la gente le daba a Vairoletto. Se dice que sus robos solo eran dirigidos a los poderosos para luego repartir el botín entre los humildes. Estas acciones le hicieron ganar también el nombre del “Robín Hood de las pampas”. Lo cierto es que los campesinos lo protegían y ocultaban de las autoridades.

Las hazañas del bandolero rubio de ojos verdes

Era hijo de los inmigrantes italianos Vittorio Vairoletto y Teresa Bondino. Juan Bautista fue el quinto hijo de ese matrimonio y habría nacido el 11 de noviembre de 1894. En una orden de captura podía leerse su descripción; ojos azules o verdosos, cara granosa, pelo rubio y peina con raya al medio. Estatura 1,68 metros. Se sabe que vestía bombacha de campo, camisa oscura y chambergo con pañuelo al cuello calzando alpargatas o botas. Tenía dos tatuajes, uno con la figura de una mujer y otro un triángulo encerrando el número 13 y sus iniciales; J.B

Juan Bautista Vairoletto – Otro recorte con su pedido de captura

Como en todos los mitos populares las múltiples hazañas que se le atribuyen no pueden ser verificadas. Se cuenta que haciendo gala de su astucia, cuando murió su padre concurrió al velatorio en el rancho rodeado de fuerzas de seguridad que lo estaban esperando. Ningún efectivo se dio cuenta que esa mujer que llegó casi a medianoche vistiendo luto, llorosa, con un niño entre sus brazos y otro colgado de sus polleras era Bairoletto. Se dice que los civiles presentes se dieron cuenta del engaño pero callaron para protegerlo. Luego se supo que los niños eran los nietos del dueño del carruaje en que llegó “la señora”.

Cansado de huir pacta su entrega con la condición de no ser herido. Se cumple el pacto y es encarcelado. Luego de casi dos años es liberado pero muy desmejorado de salud. Retorna a Castex para reencontrarse con su familia y con Dora. Esta vez ella le rompe el corazón saliendo con otro hombre. Desde ese momento Vairoletto se convirtió en un hombre sombrío. Se relaciona con los políticos locales y cae varias veces detenido por pocos días. Deja Castex y se muda a Victorica. Allí vuelve a ser detenido y pasa varios meses en la cárcel de Santa Rosa. Al salir ya tiene una idea fija, nunca volver a prisión.

 

Préstamo a tasa cero

 

Otra hazaña que se le atribuye a Bairoletto es un curioso préstamo y devolución en pocas horas. Se dice que ya como bandolero, en conocimiento que una viuda iba a ser desalojada de su chacra por una deuda que no podía pagar. Bairoletto le dice que la va a ayudar. Concurre a la estancia de un poderoso ganadero de la zona y le pide un préstamo comprometiéndose a devolverlo en pocos días. Le entrega el dinero a la viuda para que pague su deuda sin pedirle nada a cambio. El acreedor concurre a cobrar el dinero y cuando regresaba se encuentra con Bairoletto, quién Winchester en mano que le exige la entrega del dinero. Luego devuelve el dinero al hacendado sin tocar una sola moneda.

 

Otra vez el amor

 

Cansado de huir, matar y robar Juan decide dejar esa vida. Regresa con su novia Telma Ceballos, ella 14 y él 41. Ella queda embarazada y entonces deciden retirarse a una chacra en General Alvear, Mendoza, bajo el nombre de Francisco Bravo. Viven un tiempo feliz y tienen dos niñas. Un ex cómplice, el Ñato Gascón, lo delata y a las 5 de la mañana del 21 de enero de 1949 con el rancho rodeado le dan la voz de alto.

Ñato Gascón, el “amigo” que lo traiciono.

El ñato Vicente Gascón, compañero de andanzas y entregador de Vairoletto.

 -¡Entrégate Bairoletto!

-¡Vengan a buscarme!- Dice Telma que su marido gritó empuñando sus dos revólveres. En el feroz tiroteo hiere a varios policías y también es herido. El último tiro se lo pega él. Meses después el traidor gascón aparece misteriosamente apuñalado en un campo de la pampa.

Entrevista a Telma Ceballos

“Juan Bairoletto fue un hombre bondadoso, ayudaba a los pobres”

A pesar de su frágil salud, la mujer que compartió su vida y tuvo seis hijos con el mítico personaje, habló con Tiempo Argentino. “Él se volvió así por cómo lo trató la policía”, dijo.

Juan fue un hombre bondadoso. En el campo, donde vivíamos, ayudaba a los pobres. La gente lo quería mucho”, dice Telma Ceballos, que hoy cumple cien años. Es la viuda de Juan Bautista Bairoletto, considerado por muchos el último Robin Hood argentino.
A pesar de su salud frágil, Telma dialogó con Tiempo Argentino y recordó al hombre detrás del mito. Cuando Juan murió, Telma dejó la casa que compartía con él en General Alvear, en Mendoza. Actualmente vive con su hija Juana en la capital provincial. ¿Por qué algunos persisten en asociar la figura de Bairoletto a la de un bandido? Luego de un largo silencio, Telma contesta: “Quizá los primeros años lo haya sido, pero para mí fue por los maltratos que le dieron a él en la cárcel, y por cómo lo trató la policía. Después, fue un hombre bueno, con muchos amigos que siempre lo defendieron.”
La mujer prefiere reivindicar el lado humano, y no mítico, del hombre con quien tuvo seis hijos. “Cuando ya no tenía escapatoria, y temía por nuestro futuro, el mío y el de mis hijos, mi esposo decidió tomar esa medida (el suicidio), para que sus enemigos nos dejen tranquilos”. Juana, su hija –e hija de Bairoletto–, agrega: “En realidad, gracias a un libro que escribió mi hijo, y al interés de mi hijo por mi padre, es que la gente de aquí de Mendoza se enteró que éramos familiares directos de Bairoletto. Yo tengo ahora 70 años, y recién a los 65 recuperé mi apellido paterno, porque no queríamos llamar la atención”.
El hijo de Juana, Favio Erreguerena, estudió al personaje y al hombre, y escribió un libro escuchando el relato de la abuela Telma. “Sucede que cuando mi padre falleció –añade Juana–, mi madre se mudó porque no quería tener relaciones con ningún amigo de él. A mí me pone contenta cuando se enteran de que soy hija de Bairoletto, y me dicen: ‘Tu abuelo era amigo del mío, y mi mamá me comentaba que él era muy amable.”
Amable, sí, pero también furioso cuando quería serlo. Porque Bairoletto fue el último “gaucho alzado”, es decir, el último gaucho rebelde al que asfixió una nueva época, más moderna e institucional. Como suele decirse, Bairoletto murió en tiempos en que nacía una nueva Argentina, y en que la industria imponía códigos urbanos, legales, a todo el territorio nacional. Adorado y odiado en partes iguales, cosechó sólidos vínculos con el mundo de la delincuencia, pero también con figuras menores que levantaron las banderas del anarquismo rural. Porque murió violentamente (prefirió suicidarse antes de caer abatido por una redada policial, el 14 de septiembre de 1941), se convirtió inmediatamente en un mártir, cuya fama excedió a la región en la que vivió y murió.
Bairoletto fue el segundo de seis hijos. Adoraba los prostíbulos y las casas donde se apostaba fuerte. El mito dice que robaba a los ricos y ayudaba a los pobres, o a sus amigos. En la década de 1930, se lo hacía responsable de todos los crímenes. A su funeral, asistieron miles de personas llegadas desde La Pampa, donde había nacido. Hoy peregrinan hasta en su mausoleo cada vez más fieles.
Hoy, su esposa cumple 100 años de vida. “¿Si vendrá gente del gobierno al festejo? Nooo, de ninguna manera”, dice Juana, fiel a la tradición anarquista de su padre. «¡la pampa te ha de vengar!«

Muchas obras se inspiraron Bairoletto, entre ellas, el ensayo compuesto por su nieto, Favio Erreguena. El cine lo honra con una película dirigida por Atilio Polverini y protagonizada por Arturo Bonín, de 1985. Una milonga lleva el nombre de “San Bautista Bairoletto”, cuyos primeros versos dicen: “Amparaba al que debía / al pobre, al necesitao / al que era castigao / y a aquel que nada tenía. / ¡San Bautista Bairoletto, / la pampa te ha de vengar!”. León Gieco lo homenajea en su disco Bandidos rurales, a partir de una investigación del historiador Hugo Chumbita. Cuando Gieco presentó este disco, en 2002, llegó hasta Mendoza y cantó con Telma el tema “Sólo le pido a Dios”

 Fuente

Revista Rumbos

 Mundo Historia

Recopilación H. Montiel

Fray Luis Beltran
Fray Luis Beltran
El General San Martín y Fray Luis Beltran
El General San Martín y Fray Luis Beltran

FRAY LUIS BELTRAN

FRAY LUIS BELTRA
Fray Luis Beltrán fue clave
PARA QUE EN ENERO DE 1817
EL Ejército Libertador se lanzara
A cruzar los Andes

El bronce posiblemente  no sea el destino más adecuado para los próceres. Sin embargo, es  el mejor modelo perpetuar a Fray Luis Beltrán (1784-1827).
Creativo y puntilloso, con cargo militar pero sin abandonar el sayal de franciscano, se encargó de la dirección técnica del Ejército de Los Andes  y de convertir  cuanto objeto de bronce había en la Mendoza de 1851 en la artillería de la gesta libertadora. Fue así uno de los tantos hombres clave que contribuyeron  al éxito de la empresa del general  José de San Martín, que comenzó a concretarse en enero de 1817.
Marcelo Luis Beltrán era Sanjuanino, e crió en Mendoza donde ingreso a la orden franciscana en 1800-y luego pasó a Chile a seguir sus estudios religiosos. Ahí se inició en la maestranza del ejército, del que también fue capellán. Tras el fallido levantamiento patrio   de Rancagua 1814, volvió a esta provincia junto a otros mendocinos y expatriados Chilenos: la leyenda dice que lo hizo  a pié llevando a cuesta sus herramientas.
Aquí se asiló en el convento de San Francisco, adonde en 1815 fue a buscarlo San Martín para que asistiera espiritualmente a su naciente fuerza. Pero también para que,  como teniente  de artillería, se encargara de la fragua de armas, proyectiles, herraduras y todo metal que pudiera proveer a su ejército.
A cargo de la maestranza y laboratorio del estado de Mendoza y por un sueldo de 25 pesos mensuales, montó y manejó  una verdadera industria militar que se ubicó entre las actuales calles Corrientes, Ituzaingó,, Montecaseros, Córdoba, e incluyó  fundición, montaje, carpintería, pinturería, útiles de guerra y cohetería.
Para cumplir con su encargo Beltrán recurrió a sus conocimientos científicos de autodidactica: se convirtió en artillero, pirotécnico, herrero, armero, ebanista, relojero, fundidor, arquitecto, cordonero, en su recuerdo históricos Damián Hudson rememoró: se multiplicaba por decirlo así, de día y de noche, infatigable siempre .

Recopilación  

H. Montiel
    

RODOLFO ISELÍN
EL PRIMER POBLADOR.

H. Montiel

La historia de San Rafael actual
Pareciera girar alrededor de la influyente figura que fuera el francés Rodolfo Iselín. Es que a partir de su presencia en la zona, al adquirir grandes extensiones de tierra al ingeniero Julio Gerónimo Balloffet y a la esposa de este, doña Aurora Suarez, el lugar tuvo un significativo cambió, nacido en el Havre Francia, Iselín llego a esta parte de la argentina hacía 1884. A partir de entonces y basándose en creatividad, empuje y en el gran poder económico, la zona se desarrollo de acuerdo a lo que proponía.
Fue hábil e inteligente para los negocios. Su intención fue progresar y mantener su condición de principal propietario. Manejo también influencias poderosas a nivel provincial de manera que su radio de acción supero los límites locales.
Uno de sus propósito fue que “su” Colonia Francesa pasara a ser en pocos años la cabecera del nuevo departamento, Iselín se instalo con su familia su esposa era Matilde Winslow, descendientes de ingleses, y los hijos-en una amplia casona situada junto al canal cañada del cerrito (todavía subsiste en lo que es la finca La Abeja), lugar donde recibía a los principales vecinos.
Al ser su objetivo el hecho de que la cabecera del departamento estuviera en “su colonia”, es por eso que comienza a donar parte de sus tierras para los distintos edificios públicos que en ella debían instalarse como la municipalidad (llamada por entonces casa o edificio municipal), la policía, la plaza central, el correo, una escuela y comenzar a sí mismo con el trazado de las calles tanto paralelas como perpendiculares al carril nacional o carril de Donoso (hoy avenida Hipólito Irigoyen y Bartolomé Mitre),camino principal de entonces.
Los concejales de la época decidieron ponerle su nombre a la calle que iba desde el carril Donoso hasta lo que sería la estación del ferrocarril: Boulevard Iselín así se llamó primero, pero años más tarde se le quito esa denominación y en la actualidad lleva el nombre de avenida San Martín. Años más tarde otra avenida trazada también de norte a sur si se le impondría definitivamente su nombre.
Con el correr de los años y la llegada del nuevo siglo, la Colonia progresa ostensiblemente lo que le vale conseguir el traslado de la capital del departamento, lo que ocurre a principio de siglo en coincidencia con la llega del ferrocarril.
Iselín luego de soportar problemas familiares vuelve a Francia. Sin embargo retorna a San Rafael para estar con corto tiempo y decide alejarse definitivamente.
Falleció en el viejo mundo en 1930. En sus últimos tiempos subsistió gracias a la venta de flores que realizaba en el centro de la capital gala después de haber sido un afortunado que recaló por estas tierras.
Igualmente Iselín fue uno de los principales hombres que contribuyeron al progreso de lo que es San Rafael hoy.

OTROS PIONEROS

San Rafael. Aparte de Iselín otros hombres contribuyeron al engrandecimiento de estas tierras del sur provincial hacia fines del siglo XIX.
Don Julio Balloffet –nacido en Saint-Etienne, Francia, en 1831-llegó 41 años más tarde y participa activamente en el desarrollo económico del departamento. También realizó tareas de mensuras en las nuevas tierras contribuyendo con ello al crecimiento urbanístico de lo que es hoy el actual San Rafael.
Construyó el fortín Aurora, imponiéndole ese nombre en honor a su esposa, el que se ubico sobre la margen norte del río Diamante. El objetivo del fortín era la protección contra los malones de indios rebeldes.
Entablo importante relaciones con Rodolfo Iselín y también intervino en la traza de los canales El Cerrito y Toledano. El cura Marco fue otro progresista pero en este caso afincado en Las paredes aunque también junto al Diamante. Aunque su progreso decae luego debido a problemas de índole climático fue el propulsor para que llegaran a San Rafael los inmigrantes Italianos. Al arribar estos luego se suman al trabajo de Iselín e incluso forman su propia colonia en tierras aledañas a lo que es hoy calle Italia.
El Comandante José Antonio Salas participa en la campaña del desierto en la década del 70 se afinca también en zona, en lo que es hoy cuadro Nacional, funda el mismo. Instala un cuartel Militar y demás contribuye al progreso agrícola con la plantación de viñedos y frutales.

Rodolfo Iselín y Julio Balloffet.

REC ORDEMOS A UN MENDOCINO NACIDO EN LA PAZ
Pero se crió en Buenos Aires, en donde vivió hasta 1929 cuando se radicó definitivamente en Chilecito (La Rioja). Por parte de su madre Doña María Natividad del Señor Peñaloza, nacida en Olta (La Rioja), era descendiente del caudillo federal riojano Ángel Vicente "El Chacho" Peñaloza.

EL SIMBOLO, EL FUTBOL Y LOS CARDOS
Coria Peñaloza nunca aprobó el homenaje que se yergue en pleno barrio de la Boca, un símbolo porteño y argentino con in finita reminiscencia desde la seducción el tango hasta la gloria del equipo de futbol más popular de todos en el país, Boca Juniors, pues sostuvo que “es otro caminito en el que me inspire para componer los versos, un sendero ubicado en la localidad de Olta”.
Quien no lo canto alguna vez: Caminito que toda la tarde feliz recorría cantando mi amor no le digas si vuelve a pasar que mi llanto tu suelo regó.
Caminito cubierto de cardos la mano del tiempo tu huella borró
A tu lado quisiera caer y que el tiempo nos mate a los dos.
EL TANGO ELIGIO OTRO CAMINITO
Se supo que el autor de la letra del famoso
Tango, un mendocino, no se inspiró en la
Boca para escribirlo, lo cual echa por tierra
Toda una leyenda.
El tango caminito no está inspirado en la tradicional callecita frente a la vuelta de Rocha del barrio porteño de La Boca, sino un sendero de la localidad de Olta, al sur de la capital de la Rioja.
La letra del tango es obra de Gabino Coria Peñaloza, con música de Juan De Dios Filiberto, y según los porteños, fue una inspiración de este último cuando vio una pareja de enamorados caminar por un sendero paralelo a las vías del tren, conocido como la vuelta de Rocha, en el barrio de la Boca.
INVENTO PORTEÑO
Sin embargo, en un reportaje, cuando se le preguntó al poeta si había escrito el tango basado en un “caminito a orillas del riachuelo en La Boca”, Gabino contestó: “eso es un invento de los porteños”. ¿Cómo puede creer usted que pueda existir un camino bordeado de juncos y cardos en flor, en la podredumbre de las orillas del Riachuelo?
El autor evadía pronunciarse sobre la verdadera historia, ya que cuando se lo consultaba, daba distintas versiones para no develar el incognito de una relación sentimental de juventud, que con gran honor ocultaba y que se llevó a la tumba.
Coria Peñaloza, quien además es autor de obras famosas como el pañuelito, el besito, y el tamito, entre otras, nació en Mendoza el 19 de febrero de 1889 y en su juventud abandonó el hogar materno para vivir en Buenos Aires, donde comenzó a publicar sus versos en revistas de la talla de Caras y caretas.
Posteriormente se radico en la ciudad Riojana de Chilecito, donde se casó con Catalina Oyarzun, una chilena con quien tuvo dos hijos-Ricardo Facundo y Federico Gabino, este último murió en 1981 en un accidente aéreo.
UN AMOR DE JUVENTUD
Aunque Coria Peñaloza nunca contó la verdadera historia del nacimiento del tango Caminito, en 1972 su esposa aseguro que nació del recuerdo de un amor de juventud que tuvo Gabino en la localidad de Olta, departamento General Belgrano.
En un diario de la época, basados en relatos de vecinos del lugar, se reafirma ese argumento: Don Gabino de 21 años en ese entonces, llegó a Olta de paso a Mendoza, y tuvo que quedarse unos días por la creciente del río, ya que no podía ir a lomo de mula ni en carro, que eran los únicos medios de movilidad en ese entonces.
En una velada entre vecinos Gabino conoció a María, una profesora de piano de una escuela de preceptores, y de familia muy conocida, que tocó para él y así nació el amor entre ambos, añade el periódico.
Los días que permaneció en Olta, Coria Peñaloza y María aprovechaban para hacerse promesas de amor mientras recorrían juntos ese “ese caminito bordeado de trébol y juncos en flor”,
“Al culminar la creciente, el joven regreso a Mendoza y su vuelta prolongó por más de un año, dándose con la cruel verdad de que su amada había sido trasladada a las afueras de la provincia, tras verla penar por el amor frustrado, y por su tardío regreso.
DESDE QUE SE FUE…
Dolido por el amor perdido, dicen que Gabino Coria Peñaloza se inspiro y fue así que en 1903 escribió: “desde que se fue/ nunca más volvió/seguiré sus pasos/ caminito adiós”.
Años después, Coria Peñaloza se radicó en Buenos Aires donde conoció a Juan de dios Filiberto, quien le tarareó la música de un tango que n o tenia letra, y le pidió a su amigo que le escribiera unos versos.
Gabino le recitó entonces la letra de su canción, pero como no acordaba demasiado con la música, Filiberto le pidió que cambiara algunas estrofas, a lo que Coria Peñaloza se negó, Filiberto adapto finalmente la música y así fue como nació el inmortal caminito.
En 1926 Coria Peñaloza presentó el tema en un concurso de canciones organizado por la municipalidad de ciudad de Buenos Aires, en la sociedad Rural. Obtuve el primer puesto de canción porteña, pero eso no impidió que resultara “abucheado” por el público presente.
Posteriormente, ese mismo año, la orquesta de Francisco Canaro, junto a Carlos Gardel y las guitarras Ricardo y Barbieri, lo grabaron, y a partir de allí caminito compartió con el choclo, la comparsita, a media luz y adiós muchachos, el sitial de los tangos de mayor difusión universal.
En 1959, el intendente de Buenos Aires Hernán Giralt impuso el nombre caminito a una calle de La Boca, cien metros curvos desde Garibaldi y Lamadrid hasta Pedro de Mendoza, frente a la vuelta de Rocha, que se convirtió en una suerte de de museo y lugar de atracción para los turistas.
Falleció en Chilecito la Rioja 31 de octubre de 1975

LOS INGLESES Y LA VENDIMIA

La militancia ideológica  y política de dirigentes como Raúl Scalabrini Ortiz, contribuyó a construir, a partir de la década de 1940, una imagen muy negativa  de la administración británica d los ferrocarriles de la Argentina. Aquellos textos enfatizaban  temas como las altas tarifas, la demora en pagar  multas y soborno  de gobernantes ( con frecuencia, estas firmas  contrataban a altos funcionarios públicos como  miembro de los directorios locales de las empresas), como resultado,  eran muy frecuentes  los casos de prevaricato, sobre todo entre los 30 años a caballo del 1900.
Las duras críticas de esa bibliografía culminarían con la nacionalización de todos los ferrocarriles ingleses  a partir de 1948. Que muchos festejaron  como una autentica conquista del pueblo Argentino.
De todos modos aquella visión  fue sesgada. No tuvo en cuenta otros aspectos de los ferrocarriles británicos, que también dejaron huellas indelebles al impulsar actividades importantes en el país.
Los hoteles de turismo( Puente del Inca, 1903, Uspallata, 1936 y el Sosneado, 1938),  los centros experimentales de investigación  agrícola ( Los  de Trapiche y Rama Caída),  las cámaras frigoríficas con túnel de pre enfriado para exportación  para exportación de frutas en fresco a Europa y EE.UU, son algunos  aspectos del servicio que prestaron los ferrocarriles ingleses en el desarrollo de Mendoza,  que no figuran en la clásica historia de los ferrocarriles Argentinos, de Raúl Scalabrini Ortiz.
Tampoco aparece el apoyo que la empresa del Ferrocarril Buenos Aires al Pacifico bridó  a los emprendimientos culturales de carácter popular, como la Fiesta Nacional de la Vendimia.
Sin embargo basta recorrer  las páginas de las publicaciones de la época,  como la quincena social, la revista mensual  Bap o los diarios del periodo 1937-1947, para encontrar informes  y fotografías como la presente, al igual que otras entidades  representativas  del medio, el apoyo d los ferrocarriles ingleses  a la naciente fiesta de la vendimia, contribuyó a fortalecer  sus primeros pasos y le facilito el camino hacia la consolidación  como gran Fiesta Nacional.
Los británicos fueron cofundadores de la Fiesta Nacional de la Vendimia. Apoyaron el nacimiento de esta tradición, con una fuerte promoción y con la participación directa de un carro del Ferrocarril  Buenos Aires al Pacifico en el carrussell.

El ferrocarril y la industria conservera fueron aliados importantes en el crecimiento de San Rafael. Así nos lo cuenta la Profesora e Historiadora María Elena Izuel, esta semana.
El Ferrocarril B.A.P. ( Buenos Aires al Pacífico) comenzó a publicar, en 1917, una revista mensual llamada B.A.P., que fue la primera revista del país, especializada en temas agropecuarios, distribuida por el Ferrocarril llegaba a todos los productores del país. Una de las estaciones del Circuito Ferroviario se llamó Rama Caída y fue ahí donde durante la década del 20 se instaló un vivero que vendía frutales a los agricultores, certificadas y controladas rigurosamente por la entidad y provenían de injertos efectuados sobre pié sano y vigoroso, y únicamente comprendía variedades de valor comercial. La calidad tenía su origen en el éxito de la aclimatación llevada a cabo en otro vivero en Buenos Aires, donde utilizaban el riego por aspersión, manipulado por vez primera en el país, de este modo regaban los portainjertos, recibidos a contra estación, desde Francia y destinados a ser plantados en el vivero de Rama Caída.
Anterior al circuito tuvieron que construir un puente ferroviario sobre el río Diamante, ya que en un principio se pensó que los puentes de la Isla podrían  utilizarse para el ferrocarril, pero luego se vio que no era conveniente y se instaló otro un poco más al Oeste, donde ya no hay isla, el puente lo hicieron de hierro, del mismo estilo que los dos puentes sobre la isla del Diamante, conocido como el puente Colorado.
Con el tiempo, al lado del vivero de Rama Caída, instalaron un secadero, que se constituyó en la playa de secado al sol, más grande del mundo. También instalaron hornos deshidratadores, cámaras azufradoras y maquinaria muy moderna.
En 1937, se fundó sobre la base del secadero, la compañía A.F.D.( Argentine Fruit Distributors Ltd.S.A.) , cercana a la estación de San Rafael, tenían los galpones de empaque de fruta fresca que se llevaban a Bs. As. y de ahí a Londres.
Este emprendimiento dio trabajo a muchos jóvenes de la zona, llegando a tener un plantel de 350 obreros, al frente del mismo se hallaba el Sr. Leslie Brown. En Rama Caída se instalaron varias familias inglesas, que vinieron como empleados del B.A.P., algunas se radicaron y otros se fueron, especialmente cuando comenzó la 2° Guerra Mundial.
Realizaban exposiciones de sus productos en las grandes Ferias que se organizaban en Mendoza  para la fiesta de la Vendimia y en otros sitios de la República.
Los ingleses no sólo aportaron sus conocimientos técnicos sino también la práctica de deportes que para la zona, eran nuevos como el Rugby, el golf y el tenis. Junto con los lugareños formaron el Club Deportivo del Secadero, también organizaron equipos de Fútbol. Con el tiempo nació el Rugby Club San Rafael.
También fue muy importante la acción social, realizaban bailes, para todas las familias y después de la cosecha, un divertido  pic-nic, al que asistían todos los empleados con sus familiares. En los festejos vendimiales, la A.F.D. presentaba a las reinas, jóvenes de la zona. Luego de la nacionalización de los ferrocarriles, el Estado también compró la A.F.D. que siguió trabajando hasta 1960.En el lugar donde estuvo el secadero hoy se encuentra el I.N.T.A.
En la década del 30 el Ferrocarril ofreció un nuevo servicio a los bodegueros: el Vagón Tanque, lo que hizo disminuir los costos en el flete. El vino se cargaba en los tanques y era fraccionado en las zonas de descarga, lo que favorecía muchas acciones que iban en contra del vino, por lo que durante tanto insistió San Rafael para que se estableciera el Fraccionamiento en origen.
El ferrocarril transportaba las estacas de vid a distintos lugares de San Rafael, realizaban acuerdos con los viñateros, dueños de importantes viñedos, poseedores de vides finas y les compraban las estacas que luego y gracias al Ferrocarril, eran repartidas  a quien lo deseara dentro del circuito ferroviario, a un costo de cinco centavos la estaca.
Los pedidos debían dirigirse a la Administración del Ferrocarril de Buenos Aires al Pacífico, que estaba situada en  Florida 783 de Bs. As., sitio donde hoy se  hallan las famosas galerías Pacífico, sitio comercial y turístico , en pleno centro de la Ciudad.
La Revista B.A.P. de mayo de 1941, fue muy especial, estuvo dedicada a nuestra bellísima reina de la Vendimia, Srta. Irene Roldán.
Prof. María Elena Izuel
Recopilación H. Montie

Juan Crisóstomo Lafinur
Juan Crisóstomo Lafinur

JUAN CRISÓSTOMO LA FINUR

 

Una Breve reseña histórica

 

Juan Crisóstomo Lafinur, nació Cañada Honda (Carolina) San Luis, el 27 de noviembre de 1797, sus padres fueron el militar español Luis de Lafinur y Bibiana de Pinedo y Montenegro, criolla de Córdoba y descendiente de familia colonizadora. A pesar de la brevedad de su vida, tuvo tiempo de convertirse en uno de los primeros docentes que tuvo nuestro país.

Estudio en Córdoba en el colegio de Monserrat y en la universidad de esa ciudad. Allí Lafinur obtuvo el diploma de bachiller, licenciado y maestro de artes. Sin embargo, por su carácter vehemente y por su prédica liberal, fue expulsado de la universidad en 1814, lo que lo obligó a marchar a Tucumán. Conoció a Belgrano y se incorporó al Ejército del Norte.

En 1819 en el gobierno del director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, accede a la cátedra de Filosofía en el colegio de la Unión del Sud, donde permanecerá hasta 1920.

En sus manos y por primera vez, el curso de filosofía no se dictará en latín, ni tendrá un sesgo notoriamente religioso. No fue un curso organizado ni riguroso, porque no era así su titular: en él se mesclaban elementos del escolasticismo (especialmente cuando a lógica y metafísica)y la ideología(Condilac, Cabanis, etc.) en una amalgama que carecía de toda sistematicidad pero que, según Gutiérrez , “pasa revista a toda la antigüedad , y encargándose con Aristóteles , le arrebata el centro del mundo literario por la mano de Gassendi, de Galileo , de Descartes, y especialmente de Newton , de cuyo sistema dice que es el dominante en todas las academias científicas del mundo “. Lafinur abría así nuevos rumbos en la enseñanza de la filosofía.

Más tarde marcho a San Luis y a Mendoza. Allí fue contratado para dar clases de filosofía y elocuencia en el colegio de la Santísima Trinidad, además de llevar adelante los cursos de francés, economía, literatura y música. También llego a ser vicepresidente de la Sociedad Lancasteriana, de apoyo a la educación popular

y a dirigir la Gaceta  Ministerial.

En la ciudad cuyana, Lafinur redoblo su lucha en pos de la reforma de la enseñanza. Con sus grandes dotes de polemista, y sin distinguir  jerarquía ni títulos a la hora de crearse enemigos, rápidamente se generó  una corriente de opinión muy fuerte en su contra, Así en 1822,  el Cabildo Mendocino lo exoneró.

Entonces, se trasladó a Chile, donde arribó con su  fama de polemista y famoso filósofo.

En Santiago, estudio derecho civil en la Universidad de San Felipe,  y abrió una oficina de abogados. Escribió en El Mercurio , en El Liberal, en El Tizón  Republicano , en El Observador Chileno y El Despertador  Argentino , y publico algunas obras de carácter  histórico ,  como canto elegíaco a la muerte de Belgrano , Oda a la jornada de Maipo, Oda a la libertad de  Lima , entre otros.

Lafinur exalto poéticamente los magnos  episodios de la epopeya nacional; entre otros se destacan  “Cantos fúnebres “;”Himnos patrióticos; “A ella”; A una rosa; Los ojos, etc.

Dejó una obra de  tesis “Curso de Filosofía “.

El 13 de agosto de 1824, mientras montaba, su caballo rodó y sufrió  graves heridas que le ocasionaron la muerte a los 27años.              

foto revista primera fila
foto revista primera fila

SOLO SE SABE QUE SE LLAMABA FRANCISCO  TAPIA Y ERA UN LINYERA

 

Es una obviedad, pero el Arco Desaguadero no podría estar enclavado en ningún otro lado. Si fueron seis días de jornadas de tiempo completo, con una de merecido descanso, dios tiene que haberlo construido en cuarto o quinto día de intensa actividad creativa. Es una de las primeras de las primeras sensaciones cundo se llega hasta la misma sombra de las construcciones. Quizás una mala sensación, pero cierto es que existe, más cuando uno se detiene en un lugar de paso para quedarse más tiempo de lo habitual.

Porque ese lugar te llama la atención, es por esa curiosidad la que te lleva a preguntar por esas cruces  que se encuentra al lado de la ruta 7, kilómetros antes de llegar a Desaguadero. Los lugareños conocen la historia y responde es la tumba del Linyera Francisco tapia.   

Inscripciones grabadas sobre cruces de madera que la gente ha clavado en la arena de un pequeño santuario, ubicado a 3 km al oeste de la localidad de Desaguadero, en el costado norte de la ruta nacional 7. Allí fue donde vivió, durante 22 años, Francisco Tapia, un linyera que se transformó en toda una leyenda entre los camioneros y habitantes de La Paz.
Dicen que la fe puede mover montañas y quizá éste sea el caso de quienes están convencidos que "Don Tapia", como todos lo llaman, los ha curado de sus problemas de salud.
Alejandro Benítez (65), vecino de Desaguadero, es uno de los memoriosos que recuerda la historia de Don Tapia. "Nacimos el mismo día y en el mismo año, el 9 de julio de 1936", dijo el hombre, quien resaltó la coincidencia. Y relató que Tapia llegó al pueblo en la época en que se estaba construyendo la ruta 7, a fines del '69 o principios del '70, por lo que en un principio todos pensaron que era un trabajador más, pero con el tiempo se dieron cuenta de que se trataba de un vagabundo sin rumbo. "Parece que aquí encontró su lugar", comentó Benítez.
Pocos días después, Tapia se instaló a la orilla de la ruta. Hizo una especie de cueva en la arena y de techo colocó algunas bolsas y trapos viejos. Esa fue su vivienda hasta el día en que murió.
"Nunca molestaba a nadie y para algunos camioneros que transitaban la ruta, Don Tapia era milagroso en vida, por lo que ellos mismo relataban. No nos animábamos a preguntar en qué consistieron esos supuestos milagros porque considerábamos que era algo muy íntimo, pero afirmaban que les había concedido gracias", aseguró el lugareño.
Benítez, con el tiempo, se hizo amigo de Tapia. “Siempre lo iba a ver en las mañanas, a eso de las 10. Yo le preguntaba: Don Tapia ¿qué hora es? y él acertaba sin error, aparentemente se guiaba por el Sol", recordó.
Solitario y callado
El vagabundo no solía frecuentar el pueblo, pero la gente siempre iba hasta su cueva para visitarlo. Desde su llegada, sólo una vez pisó Desaguadero y fue porque había estado internado en el hospital y la ambulancia lo llevó hasta allí. "Recuerdo que salimos todos de las casas para verlo y saludarlo".
El hombre nunca pidió nada a la gente del pueblo, sólo salía a la banquina, se sentaba y colocaba junto a él un tarrito, eso era seña de que necesitaba agua. Los camioneros le llenaban el recipiente y le dejaban comida y ropa, que nunca usaba para vestir, sino que la acomodaba en la cueva a modo de cama.
Don Tapia era un hombre robusto y de mediana altura, de tez morena, larga barba y tristes ojos marrones. Tenía dificultades para hablar, sólo respondía con palabras sueltas y todo el tiempo repetía una frase que llamaba la atención a los lugareños: "Juez de Paz, Tafí Viejo y Tucumán", por lo que suponían que era oriundo de esa zona.
"Una vez le pedimos a un camionero que viajaba a Tucumán que tratara de averiguar si tenía familia. A su regreso nos comentó que una señora le había dicho que era su hermano y que vendría buscarlo, pero jamás apareció", explicó Benítez.
Del pasado de Don Tapia nadie supo nada seguro y fueron muchas las conjeturas que se tejieron en aquella época. Lo cierto es que eligió Desaguadero para quedarse, hasta que una mordedura de víbora lo mató en la siesta del 23 de abril de 1989.
Sin ser tan famoso como la Difunta Correa o la mediática bailantera Gilda, que generan veneración entre sus seguidores, el linyera hoy también es motivo de ofrendas y agradecimientos.
En realidad la tumba de Tapia está en el cementerio local. Y muchos lugareños van hasta allí aparentemente en busca de consuelo ante enfermedades.
Pero lo que más llama la atención es el sitio donde vivía el linyera. Allí hay una pequeña gruta, donde la gente deja botellas llenas de agua, cruces de agradecimiento, ramos de flores artificiales, placas recordatoria y distintos objetos personales a modo de ofrenda.

En realidad nadie sabe la historia de Tapia, del porque estaba allí quien era realmente, de donde venia, tenia familia o no. Son muchos los lugares que tienen distintos comentarios sobre Tapia, pero nada se sabe de su anterior vida, hoy descansan sus restos   en el  cementerio Local. Solo sé que se llamaba Francisco

Tapia   

Recopilación

H. Montiel

Fuente Revista Primera Fila

Diario Los Andes

foto diario los andes
foto diario los andes

Filman la vida de Francisco, el ermitaño que vivió en La Paz

Francisco Tapia llegó a Desaguadero en 1969. Una choza fue su hogar en el desierto durante 20 años y murió mordido por una víbora. Casi no tuvo contacto con la gente. Dicen que era una persona muy respetuosa. Hoy, varios camioneros visitan su tumba.

En 1962. Se lo vio caminar a Don Tapia por las vías del ferrocarril. En 1969 armó su refugio a un costado de la ruta 7. Murió en 1989.

Durante 20 años y hasta que en 1989 lo mató la mordedura de una víbora, Francisco Tapia vivió metido en un agujero al costado de la ruta 7, a pocos kilómetros de Desaguadero. En todo ese tiempo, el hombre tuvo muy poco contacto con la gente, aunque quienes lo conocieron aseguran que se trató de una persona respetuosa y gentil, "que nunca le hizo daño a nadie". Vivía de lo que los camioneros le dejaban en su paso por la ruta y su figura, una vez muerto, se volvió milagrosa para algunos. Ahora un grupo de jóvenes está reconstruyendo su vida de ermitaño en un documental y también en una película. El proyecto ha sido declarado de interés provincial y, entre otras cosas, busca determinar por qué Tapia decidió vivir los últimos años de su vida aislado de la civilización, sumergido en la soledad y el rigor del desierto paceño.
No hay datos certeros sobre quién fue Francisco Tapia antes de 1969, sólo suposiciones. Marcelo Albarán, director del proyecto 'El Ermitaño' cree que fue un militar, al menos eso es lo que ha podido reconstruir de la charla con vecinos de Desaguadero y camioneros (ver aparte). "La primera noticia que tenemos de Tapia es de 1962. Ese año, lo vieron caminando por las vías del tren en Alto Pencoso (San Luis)", dice Albarán. Desde entonces y durante siete años Tapia vivió como nómada, ingresó a Mendoza y muchos lo vieron seguir el curso de las vías por donde habría llegado hasta Palmira, donde, y sin motivo conocido, decidió volver sobre la marcha. Quienes lo recuerdan de aquellos años, cuentan que el hombre se movía haciendo postas, "avanzaba unos 300 metros cargando algunas bolsas y trapos, las dejaba y volvía por otros bultos que habían quedado más atrás". Por fin, en 1969 llegó a Desaguadero.
"Al comienzo, nadie notó su presencia porque Tapia se confundía entre los obreros que en ese momento trabajaban en la ruta 7, pero la obra siguió avanzando y él se quedó", explica Juan Carlos Vázquez, el asistente de dirección del documental y de la futura película.
Tapia se ubicó a un costado de la ruta, en una larga curva a cuatro kilómetros de Desaguadero y con paciencia, usando sus manos y alguna herramienta precaria, cavó un pozo debajo de dos algarrobos y sobre él armó una estructura de palos, ramas y trapos. Ese fue su pequeño refugio en el mundo durante los siguientes 20 años. "No tomaba alcohol, no fumaba y era muy respetuoso, en eso coinciden todos. Vivía de lo poco que le quitaba al desierto y de la ayuda de los camioneros que pasaban por la ruta. Cuando alguien lo visitaba en su cueva, ahí nomás preparaba un yerbeado y lo ofrecía, dicen que se ofendía cuando se lo despreciaban", cuenta Albarán, que junto con la productora Luma, viene trabajando en la realización de un documental desde comienzos de año.
Tapia nunca pedía nada y en muy pocas ocasiones bajaba al pueblo de Desaguadero. Cuentan que al principio iba seguido pero que alguien, en un chiste de mal gusto, le prendió fuego la barba y desde entonces dejó de ir. Los realizadores del documental entrevistaron a más de 20 personas y creen que Tapia murió cuando tenía 65 años. "Fue en el hospital de La Paz, a las 4 de la tarde del 23 de abril de 1989. Dos meses antes lo había mordido una víbora, él se hizo un torniquete con alambre y fue auxiliado por un camionero que lo encontró tirado en la ruta. Sabemos que estuvo internado en La Paz y también en el hospital Lencinas, pero al final volvió a su cueva, aunque nunca se repuso de la mordedura".
Entre algunos vecinos juntaron dinero para el cajón y fue enterrado en el cementerio de La Paz. Los camioneros mantienen su tumba limpia y arreglada, incluso, y pagando alguna promesa cumplida, alguno construyó un techo de chapa que cubre la lápida. Tanto en su tumba como en lo que queda de la cueva hay mensajes de agradecimiento. "En su cueva hay cartas, cuadernos, botellas y hasta una casita en miniatura de alguien que supone que Tapia lo ayudó desde el más allá a conservarla. Es un hombre muy recordado, especialmente entre los camioneros que pasan por Desaguadero", concluye

RECOPILACIóN

H. Montiel

Fuente Diario Los Andesd

EDGARDO PECHEMIEL.

Destacado deportista en fútbol y básquet,

Dirigente  de varias instituciones deportivas,

Políticas, vecinales y empresarias, entre ellas

El Sport Club Tunuyán, la cooperativa de

Viviendas Tunuyán, la cámara de comercio y la

Sociedad Rural. Fue Conejal por el PJ.

 

Aut.Evelina V. de Triviño.

Recopilación H.Montiel

 

Nacido en General Alvear, Mendoza el 8 de noviembre de 1936.

Llegó a Tunuyàn en 1944. Asistió a la escuela Vicente López y Planes completando estudios hasta 6º grado. En su dilatada campaña deportiva integro el primer equipo de Tunuyán Sport Club formando parte en varias oportunidades de la selección Tunuyanense, asimismo integro el primer equipo de básquetbol del Tiro Club Sportivo Tunuyán, participó en el club Unión Juvenil Luján de la federación Mendocina de básquetbol.

Como dirigente del Tunuyán Sport Club formo varias veces parte de su comisión directiva en la década del setenta.

Fue tesorero de la cooperativa de vivienda Tunuyán Limitada desde el 70 hasta el 76 fecha en que fueron terminadas de entregar las 123 viviendas para lo que fue creada dicha cooperativa.

En época del proceso militar fue activo dirigente de la Sociedad Rural del Valle de Uco y durante su gestión se realizó el primer paro y movilización que se concretó en el país contra la política nefasta de los militares.

En el año 1983 con el advenimiento de la democracia asumió como conejal por el partido Justicialista en la comuna de Tunuyán.

Llegó a ocupar la presidencia de dicho concejo en forma transitoria.

Participó en numerosos  proyectos entre los que los que se destacan, la ubicación del nuevo hospital Antonio J. Scaravelli y Barrio Los Cóndores y la conservación del que ocupara el hospital Carlos Ponce hoy barrio Cívico.

Fue  presidente de la comisión de ayuda a los damnificados en el sino del 26 de enero de 1985, recibió una mención especial por el trabajo realizado.

En 1988 después de una larga trayectoria como dirigente gremial empresario, asumió la presidencia de la cámara de comercio e industria y agricultura de Tunuyán.

Realizó intensas gestiones  y reuniones con funcionarios de primer nivel  provincial y nacional para tratar de superar las profundas crisis que se sucedieron en los sectores productivos, especialmente en los frutihorticolas.

 La entidad asumió un rol gravitante en las decisiones que especialmente el gobierno de la provincia adoptó para paliar las diferentes crisis que se fueron produciendo, entre las acciones a destacar figuran:

a) La implementación de los créditos a valor producto otorgados por el gobierno de la provincia en los años 89/90, hecho histórico, considerado que era la primera vez que esto ocurría en favor de los sectores productivos primarios, en donde el presidente y miembro de la cámara comercio tuvieron activa participación en las negociaciones, ya que en la iniciativa de esta operatoria surgió de dicha entidad y el protagonismo de sus integrantes fue fundamental en la implementación de los mismos.

b) los dictados de cursos de empresas joven que se materializaron  en los años 90/91/92 capacitando a más de  100 jóvenes para tareas específicas de la actividad agroindustrial de la zona.

c) activa y relevante participación en las negociaciones para la implementación de la refinanciación de los años 92, 94.

d) ampliación del edificio propio con que cuenta la entidad en  oficina que sirve para el desarrollo de las actividades de “codeme” (clearing)   de morosos de la provincia y oficina del colegio profesional de ciencias económicas.

e) computarización, servicio de fax, amueblamiento integral y otros equipamientos que hacen a la eficientizacion de los servicios que presta la cámara.

Al dejar el cargo el 23 de junio de 1995, la imagen exterior de la cámara refleja, en los sectores gubernamentales y entidades colegas de toda la provincia, un alto grado de consenso por la responsabilidad, capacidad, criterio y honestidad con que se manejaron las arduas  negociaciones y tareas llevadas a cabo.

Es de hacer notar que la gestión no se limitó a su misión específica, sino que trascendió a la comunidad con acontecimientos culturales y educativos a través de becas y donaciones.

Entre los que formaron parte de las diferentes comisiones que se formaron entre el 88/95, que el presidiera, que contó el valioso aporte de Alberto Agnese, Juan Ginart, Pedro Vidal, Julio Neme, Antonio Vendrell, Alejandro Fadel, Tiberio Passini, Walter Perales, José Di Batista, Leonardo Hisa, este último asumió la presidencia en el  año 1995.

En el terreno estrictamente empresario desarrollo sus tareas en diferentes rubros a saber:

Cadete de tienda, bicicletero, panadero,  propietario de camiones, confitería, restaurant.

Hasta 19774 dedica su actividad la horticultura intensiva,  produciendo en un año normal, aproximadamente, 1.500.000 kg de tomates, 200.000 kg  de ajos, 100.000kg de zanahorias, 100.000 kg de cebollas, asimismo incursionó con suerte en diversos proyectos de envergadura como la planta Agro Industrial productores integrados SA en el año 89/90 de la que fue su presidente y gestor principal.

Cabe destacar que en este emprendimiento trabajaban alrededor de 100 personas entre operarios, administrativos, técnicos y profesionales. Este estableciente tuvo que cerrar sus puertas al producirse la apertura indiscriminada de las importaciones con la implementación del plan de convertibilidad, hecho que decreció el precio del producto que se elaboraba a valores irrisorios lo que fue factor determinante en la desaparición de la empresa.

LA HISTORIA Y EL MITO

La Deolinda, linda como

Dios. Así la llaman algunos,

Otros prefieren dirigirse a ella

Como “la difunta Correa”.

Siempre con mucha devoción

Y con una cuota de confianza.

Así los devotos se dirigen por

La cuesta de Las Vacas, en el

Km 63, de la ruta nacional 141

Y encuentra el camino al santuario

De la Difunta Correa.

 

Cuenta la tradición que en 1840 vivía en la ciudad de San Juan, Don Pedro Correa, un viejo guerrero de la independencia, hombre valiente y sin tacha, respetuoso y respetado por todos, asistía con su amistad y consejos al gobernador don Placido Fernández Maradona. Pero a la muerte de este, los azares de la política hicieron de Correa un perseguido de la policía, pese a las inmunidades que como guerrero de Chacabuco le habían sido acordadas.

Estos hechos hicieron que varios de sus perseguidores, durante la segunda invasión a  San Juan, de La Madrid, fijaran sus miradas en la bella Deolinda, hija de Correa. Pero ella pudo resistir las demandas y casarse con el hombre que amaba. Ese matrimonio fue todo lo que ella deseaba, pero en poco tiempo se convirtió en una sentencia para su padre y su esposo, que perseguidos por las montoneras fueron muertos sin piedad.

Desesperada y temiendo lo peor para ella y su pequeño niño, una madrugada emprendió la huida hacia la ciudad de la Rioja. Anduvo por valles y quebradas con su hijo en brazo, cruzo arenales ardientes que llagaban sus pies, se estremeció en la penumbra de los montes hasta que sus fuerzas se disiparon. En el camino consumió las provisiones: el charqui y el patay, algunos higos y lo más grave, el agua. Agoto las reservas de tunas cuya carne jugosa engaña la sed mordiendo en vano raíces amargas y la misma tierra. Las fuerzas la abandonaron. Sedienta y extenuada se dejó caer en la cima de un pequeño cerro. Sintiéndose morir. Pidió al cielo llenara de leche sus pechos para que el pequeño sobreviviera.

No obstante su cuerpo exánime protegió y amanto al niño. Quien poco tiempo después pudo ser rescatado con vida por unos arrieros. Ellos dieron piadosa sepultura a la difunta y, conociendo su nombre por una medalla  que portaba en el pecho, lo grabaron en la cruz de algarrobo que coronó su tumba.

La única constancia sobre este hecho  acogido por la tradición  son varias mociones a  una misa por la finada” 0 “por la difunta Correa”, a partir del 13 de agosto de 1883 por el presbítero  Ramón Salcedo, cura y vicario de Caucete: en los libros Nº 1 de expediente matrimoniales 1878-1883, una lápida de piedra retirada del viejo templo de villa Independencia de Caucete: recuerdo de gratitud  y justicia a la caritativa Difunta Correa q.e.p.d. 1892, depositada en la capilla de Vallecito, y dos partida de la  parroquia de Santa Ana (ubicadas por >Rogelio y Laura Díaz Costa), con menciones en los años 1827 a 1839 al casamiento de las hermanas  Correa con los hermanos Bustos, Horacio Videla , Historia de San Juan. 

  Devoción y tradición

la devoción a  la difunta Correa engloba numerosos iconos como el de la madre que da su vida por los hijos,  la guía de los caminantes, la defensora del amor, la protectora de las novias, de acuerdo a la solicitud  a la que se refiera será la ofrenda que reciba. los camioneros suelen dejarle botella con agua, las novias sus vestidos o velos de la familia, muñecos en referencia a los bebes y millones de velas que recubre en de cera las oraciones.

La difusión de sus milagros ya tradicionales se ha extendido por todo San Juan: los poetas los cantores populares le dedican sus coplas y canciones, los hombres de campo le piden protección para sus cosechas, los arrieros-con quienes tiene una deuda-la consideran su protectora hacen sus peligrosos viajes a través de las serranías y quebradas bajo su amparo, las madres que pos su debilidad carecen del necesario alimento para sus pequeñuelos, elevan oraciones fervientes a ella para que nutra sus pechos escuálidos.

este mito constituye uno de los casos más interesantes de las creencias populares, pues se trata de un mito ancestral  indígena que no pudo ser reinterpretado por la iglesia católica debido a que no existe ninguno equivalente en la cultura occidental cristiana para que pueda ser remodelado. esto es debido a que la estructura del mito es la sobrevivencia de un niño que mama los pechos de la muerta.  Mamar de un cadáver, es decir tomar vida de la muerte, no existe como estructura en la mitología occidental cristiana.

Por ejemplo, la Pachamama, como el espíritu indio de la madre tierra, ha sido remodelado o reinterpretado por la iglesia a través  de la figura de la virgen  María y toma los nombres de virgen  Carmen del Valle.  La región andina, pero a cambio la Difunta Correa sigue siendo actualmente un santuario pagano.

Festividades 

El ofrendario a la Difunta Correa está acompañado por un templo católico que honra a la virgen del Carmen. La afluencia de creyentes, que supera la cien mil personas para semana Santa, a dado origen a un notable equipamiento complementario, incluyendo zona de campin, un hotel, estacionamientos, sanitarios y locales comerciales. Este enorme recinto esta administrado por la administración Difunda Correa (ex fundación cementerio Vallecito creada por ley 1948), que se ocupa de obras filantrópicas y del mantenimiento de las instalaciones.

En el lugar, que es un oasis en el medio del desierto Sanjuanino, se celebran diversas festividades. Para semana santa, la fecha donde se registra la mayor cantidad de visitas, se realizan comidas típicas, procesiones, un belén viviente y demás actividades religiosa. En la cabalgata de fe, los gauchos se visten con sus mejores prendas de fiestas y parten en sus caballos a agradecerle a la Difuntita algún favor recibido. Una vez en el santuario, se hacen domas, juegos tradicionales. por las noches se realizan números folklóricos, todo acompañado de un fervor tradicional.

el día del trabajador es similar a semana Santa pues concurren muchas personas a pedirle trabajo y agradecer por el cual ya tienen. La Fiesta nacional del Camionero es una celebración al antiguo carrero (personas que con un carro transportaban víveres de un lugar a otro en el siglo XIX) que ahora su análogo es el camionero. se celebra en diciembre y durante los días de la fiesta se realizan una caravana de camiones que ingresan al santuario durante el día y se quedan a la fiesta  por la noche donde hay varios números folklóricos.

 Recopilaciones

    H. Montiel

   

  

 

 

EL LUTO MENDOCINO  POR JUAN DOMINGO PERÓN

La muerte del líder se honró con tres días de misas,
Marchas, un paro y el cese de toda actividad,

El duelo  por la muerte de  JUAN DOMINGO PERÓN se manifestó  en tres días sin actividades, misas, marchas y lágrimas en las calles. Era el dolor por el fin  de una vida  sumado  a la sensación de orfandad que su partida dejó en gran parte del pueblo, lo más viejos y los jóvenes, que veían en él al líder capaz de convertir a la Argentina en potencia.
La última aparición pública de Perón  había sido en una concentración en Plaza de Mayo el 12 de junio,  cuando desde el balcón de la casa Rosada recibió el apoyo popular necesario para disipar  rumores sobre un golpe de estado. El 17 de junio, una broncopatía  lo obligó a delegar el mandato en su vice y esposa, María Estela Martínez. El sábado 29, se informaba al país de que una dolencia  cardiorrenal  había agravado su salud y paradójicamente, el lunes 1 de julio se anunció una leve mejoría. Finalmente, Perón murió ese mismo día a las 13.15. Tenía 79 años.
La noticia fue difundida por la red  Nacional  a las 14.10 en boca de su esposa, en un anuncio de apenas tres minutos en el cual añadió que ella había asumido constitucionalmente la presidencia del país. A la fuerza, se convirtió así en la primera y, hasta la fecha, única mujer  en ocupar el sillón de Rivadavia.    
En Mendoza, todo se detuvo en el acto. Muchos de los que estaban trabajando salieron a las calles y se dirigieron a las sedes de los diarios Los Andes y Mendoza a confirmar la noticia en su pizarra de adelanto. Como lo dispuso el ejecutivo nacional, las banderas bajaron a media asta en todos los edificios públicos y unidades militares, lo que se mantuvo durante diez días. Desde el balcón de la casa  de Gobierno  se colgó una Bandera Argentina  con un crespón  en el centro. Se decretó cese de actividades el martes 2, miércoles 3 y el jueves 4, hasta el mediodía, cuando el cuerpo de Perón sería depositado  en la Chacarita, tras ser velado en la catedral  metropolitana  y Olivos.
Las clases en todos los niveles fueron suspendidas  hasta el viernes y la CGT local anunció un paro en adhesión al duelo que finalizó a las 24 del miércoles. en repuesta, el gobierno mendocino exhortó  a los negocios dedicados   a la producción alimenticia  que el cierre llegara hasta ese momento para evitar el desabastecimiento. A la par, para facilitar el aprovisionamiento de esos negocios  funcionaron ferias de concentración  desde las 4 hasta las 9.30 del martes.
En cuanto al transporte, los micros de AUTAN salieron a la calle conducido por sus propietarios, la TAC dejó de circular el martes a las 21 y los troles recién el jueves.
Al funeral viajo el vicegobernador  Carlos Mendoza  ( a cargo de la gobernación ya que Alberto Martínez Baca había sido destituido a fines de mayo tras un juicio político ). No obstante, el suspendido mandatario tuvo espacio en los medios para decirle a María Estela Martínez que “ en esta penosa circunstancias en que Ud. debe asumir los destinos del país ofrezco mi apoyo, esfuerzo incondicional  adhesión a su acción de  gobierno”.
Para garantizar que el pueblo pudiera expresarse “en un clima de seguridad y paz”, el gobierno decretó que” sólo podrán realizarse  los actos oficialmente permitidos, no estando permitida ninguna exteriorización en la vía pública y la concentración en locales cerrados deberán requerir autorización policial”.
Sin embargo, organización montoneros y otros sectores de la juventud peronista concretaron  en la tarde del 2 un acto público con misa de campaña y una marcha de antorchas por el centro de la ciudad. En cuanto a lo oficial, se trató de una misa ese mismo día en la basílica de San Francisco, que termino  con parte de los asistentes cantando la marcha peronista  y dando vivas a Perón  y a Isabelita.
Todo fue seguido por diarios, radios y canales de TV que, impuesto por los gremios de esa actividad, alternaron su programación para seguir los tres días del funeral que quedó impreso en la retina de la historia.




ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE AIMÉ PAINÉ


Cuando Aimé Painé murió, en 1987, tenía sólo 44 años. No llegó a conocer la bandera mapuche ni la Ley de Desarrollo Indígena 19.253, ambas instauradas recién en 1991. Nada supo de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la Asamblea General de las Naciones Unidas (2007) ni tampoco de las huelgas de hambre de los militantes mapuches chilenos a quienes les fue aplicada la ley antiterrorista, ni de cada uno de los dramáticos conflictos que la comunidad enfrenta particularmente desde los años ’90, cuando vio perdidas sus tierras... una vez más. Tampoco imaginó Aimé que alguna vez habría una calle con su nombre –en un Puerto Madero igualmente inimaginable por entonces– ni mucho menos que su rostro iluminaría las paredes del Salón Mujeres Argentinas de la Casa de Gobierno a la par de los de Eva Perón, Juana Azurduy, Mariquita Sánchez de Thompson, Alfonsina Storni o Cecilia Grierson.

Painé, que nació el 23 de agosto de 1943 en Ingeniero Huergo, Río Negro, luchó más de la mitad de su corta vida por recuperar y promover la cultura de su pueblo, con una voz deliciosa que tanto cantó canciones como supo alzarse, desafiante, en foros internacionales y debates domésticos. Sin embargo, su nombre y su obra siguen siendo una rara incógnita para gran parte de los argentinos. Tal vez Aimé Painé, la voz del pueblo mapuche (Biblos, 2011) ayude a acabar con esa ignorancia. Profundo trabajo de investigación de la periodista y docente Cristina Rafanelli –nacida porteña, radicada en Bariloche–, este libro le demandó a su autora casi veinte años de investigación en los que recogió testimonios y rastreó fuentes. Luego de eso, Rafanelli –quien conoció a Painé a fines de 1979– precisó otros diez para conseguir una editorial que quisiera publicar su trabajo. “¡Pero si los mapuches no compran libros...!”, debió escuchar la autora alguna vez. “El valor de Aimé Painé –dice Rafanelli, de visita en Buenos Aires para la presentación– no sólo fue pararse frente a un micrófono y cantar. Ella dijo que su canto era una excusa: una excusa para difundir la cultura de su pueblo.”
–¿Cómo una artista que jamás grabó un disco y que murió joven, con casi nula difusión en la Capital, llegó a tener una repercusión –tardía, pero aun así enorme– que alcanza hasta la Casa de Gobierno?
–Una de las magias de Aimé Painé fue ser “la primera”. Cuando fue invitada a almorzar al programa de Mirtha Legrand, en plena dictadura, su presencia resultó un impacto: apareció vestida a la usanza de las mujeres antiguas de su comunidad, con toda la platería, y empezó a hablar y a contar... ¡y los teléfonos explotaron! Debemos entender el contexto histórico: además de la dictadura argentina, por entonces estaba también la chilena; los mapuches solían ocultar su raíz y no se asumían como tales, por miedo a la discriminación. ¡Y Aimé apareció a la mesa de Mirtha ataviada como una mapuche, exhibiendo lo maravillosa que era su cultura! Hizo camino, a machetazos. No grabó nunca, es cierto, pero cantaba por todo el país, en todo lugar que la recibiera. Cada quien que la vio alguna vez la recuerda; a cada quien que la vio, le pegó, porque era absolutamente carismática, un ser especial. Ella no sólo pasaba la tradición: explicaba su cultura. Sus recitales, a medida de que ella iba investigando a las abuelas, terminaban siendo, casi, clases de antropología: “¿Por qué hacen esto las abuelas?”, proponía. Y entonces contaba alguna anécdota. Primero, traducía: “Este canto se hace a la salida del sol, significa lo siguiente...”, y después, recién entonces, cantaba.
–¿Quiénes son las abuelas?
–Ellas son una de las cosas más admirables del pueblo mapuche. Nosotros vivimos en una sociedad que margina, que mete en geriátricos a sus padres y trata mal a la gente grande, pero para el pueblo mapuche las abuelas son quienes llevan la sabiduría; la mapuche es una cultura oral, y son las abuelas las que la guardan en su memoria. También los abuelos, claro, pero mayormente las mujeres: después de la derrota que significó la Conquista del Desierto, fueron sólo ellas quienes pudieron recordar cómo vivía su pueblo y mantener vivos sus conocimientos. Por eso es tan importante toda la documentación de las abuelas, porque, si no, todo se pierde. Aimé decía: “¡Qué pasa, las abuelas se están muriendo!”. Y, sí, las abuelas se van muriendo, aunque por cierto son muy longevas; hay algunas que han vivido 120 años y guardaban una sabiduría increíble. Pude conocer a Rosa Cañicul, por ejemplo: su abuelo era machi. Por lo general las machis –las curanderas, las sabias– son mujeres. Los mapuches valoran el matriarcado y a la mujer; es más: los hijos solían llevar el apellido de sus madres, y no el de sus padres.
A Aimé Painé le pasó otra cosa. Su madre, hija de tehuelches, abandonó a su esposo mapuche y a toda su descendencia y Aimé, a los 3, fue separada de su comunidad porque su papá, solo y necesitado de trabajar, no podía hacerse cargo de tantos críos. Fue enviada, con cero conciencia de sus orígenes, a un orfanato-colegio de monjas en Mar del Plata, donde su voz privilegiada encontró muy pronto un lugar en el coro de canto gregoriano. Un día, el próspero abogado y autor teatral Héctor Llan de Rosos y su esposa, quienes buscaban adoptar, recorrieron con su mirada la filita de lindas niñas rubias y perfumadas que les habían expuesto. De pronto, el hombre escuchó, al fondo del pasillo, el canto de una nena. “¿De quién es esa voz?”, dijo. “Tráiganmela.”
Ella tenía 7 años y todavía era Olga Elisa; allí, el primer pliegue de la historia. “Fue una niña educada en lo mejor de lo mejor”, cuenta Rafanelli. “Una princesa, criada en el lujo. Y empezó a investigar, y empezó a leer...” Terminados sus estudios en Mar del Plata, Painé se mudó a Buenos Aires, sola; se recibió de experta en belleza y peinados, tejió y pintó, y cantó durante muchos años en el Coro Polifónico Nacional. Al final, se enteró. “Cuando muchos años más tarde escuché cantar a las abuelas mapuches –contó una vez Aimé–, ahí me di cuenta de por qué me había gustado tanto el canto gregoriano.”
“No es que cuando conoció lo mapuche, entonces le gustó el gregoriano que había cantado en su infancia en el orfanato: fue al revés”, cuenta Rafanelli. “Como si se tratara de la otra memoria de la que habla (el psicólogo Carl Gustav) Jung... Aimé conocía de memoria aquellos cantos gregorianos y muchísimo después, cuando escuchó a las abuelas, se dijo: ‘Claro, esta otra memoria, la memoria de mi casa, era la que me hizo disfrutar del canto gregoriano que cantaba cuando era niña...’.” Tuvo que volver para atrás. Empezar de nuevo. Y armar el rompecabezas.
Quien imaginara en ella a una “ingenua indiecita” se tropezó con una mujer instruida y combativa que escaneó medio continente con su canto e investigaciones antropológicas, viajó a Ginebra para participar en sesiones de la Subcomisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y terminó dando entrevistas para la BBC de Londres.
–Tal cual: ninguna “indiecita”. Aimé era muy fuerte en sus convicciones, bajaba línea a cada rato. Defendía a muerte el camaruco, la ceremonia sagrada de los mapuches: no quería que participaran blancos ni que se utilizara turísticamente, y era muy dura al respecto. Otros –muchos– le decían: “¿Pero por qué no canta usted ‘Valderrama’?”; como trabajo, le habría sido mucho más fácil hacer otro tipo de folklore más allá del mapuche y, sin embargo, ella: “No, y no, y no”. Era así de testaruda. Cuando la invitaron a Europa, además, pudo reunirse con muchos de los exiliados de las dictaduras chilena y argentina. Pero siempre que hablaba acerca de los horrores de la Campaña del Desierto terminaba pidiendo que sus hermanos no pusieran el acento en el odio y el resentimiento; explicaba que la revolución, ahora, tenía que ser cultural: “El blanco no nos respeta porque no nos conoce”, decía. Y otra de las cosas muy valiosas que hizo –su obra quedó trunca por su muerte, pero creo que era el camino que se había trazado– fue recorrer todo el Norte. Aimé había empezado a visitar a los tobas, a los guaraníes, a los wichis, y a contarles: “En el Sur están los mapuches, los tehuelches, los hermanos de ustedes, y esto es lo que hacen”. Les mostraba a los indígenas del Norte lo que hacían los indígenas en el Sur, pero a la vez se nutría de toda la cultura del Norte y, cuando regresaba al Sur, les mostraba a los mapuches lo que se hacía en el Norte. Creo que Aimé Painé habría terminado siendo una cantante étnica argentina, en el sentido más abarcador del término. Siempre decía que quería hermanar a todos los pueblos originarios; investigaba sus historias y era increíble cómo situaba geográficamente a cada pueblo, dónde estaban, qué hacían. Por eso es tan inmensamente valorada por los antropólogos. Creo que hoy Aimé, probablemente, estaría viajando a la Bolivia de Evo, a la Venezuela de Chávez o al Perú de Humala, y difundiendo en toda la América latina la cultura de los pueblos originarios argentinos.

En septiembre de 1987 Painé murió a causa de una hemorragia cerebral en Asunción, Paraguay, durante uno de aquellos viajes. “Yo no puedo trabajar con el detalle y la calma que me gustaría –había dicho–, porque las abuelas se mueren, simplemente. Y no hay muchos todavía que hagan lo que yo hago; y si yo me muero, ¿quién seguirá mi camino?”
–¿Quiénes siguen ese camino?
–Sin dudas, la actriz Luisa Calcumil; ambas se conocieron durante la filmación de Gerónima (Raúl Tosso, 1985), una película que ganó muchos premios. Luisa también canta, y sigue los pasos de Aimé. Otra gran artista es Beatriz Pichi Malen, y hay algunos cantantes más. Pero Aimé fue la primera.
“Ojalá las palabras pudieran expresar lo que Aimé emanaba”, escribió León Gieco en la contratapa del libro: “Belleza, seriedad, dulzura y convicción en la búsqueda de sus raíces”. Desafortunadamente, como ya se dijo, no hay discos de Aimé Painé. “No hay cómo escucharla”, confirma Rafanelli. “Existe un CD que hace un par de años editó la Legislatura de Río Negro, pero está juntando polvo en las bibliotecas. Deberían reeditarlo; quizás este libro sirva para que Aimé salga del olvido. Y valdrá la pena. ¿Sabe por qué todos la aman tanto? Porque de golpe toda una cultura, toda una raza que fue tan discriminada, tan vapuleada, tan maltratada, encontró a una persona que le habló de lo hermosos que son, y le devolvió su dignidad. ‘Ustedes tienen que sentirse orgullosos de su sangre mapuche’, les decía Aimé. Después de tantos años de: ‘¡Vos sos un indio de mierda!’, Aimé les dijo: ‘Vos sos hermoso. Vos valés’”.
Sobre la calle Aimé Painé, en Puerto Madero, hoy se ofrecen para la venta o alquiler departamentos chiquititos (177 metros cuadrados) y otros, claro, más amplios. Sobre la calle Aimé Painé, una gran variedad de restaurantes incluye uno cuyo chef, según su página web, “estudió cocina en Francia y da vida a sus recuerdos de infancia con recetas clásicas”. Es una linda calle, en serio.
“A mí me fastidia mucho escuchar que alguien dice que la cultura del mapuche es una cultura en extinción”, le explicó Aimé al narrador Leopoldo Brizuela. “Más allá de que sea cierto o no. ¡Qué rápidos somos a veces para decir que algo desapareció! Y qué lentos para preguntarnos por qué. La tristeza del pueblo mapuche, mi tristeza, es parte de mi identidad... y de la identidad del país. Porque el país lo formamos todos, ¿eh? Los ricos y los pobres, los blancos y los indios. Aunque los blancos ricos, en general, se lo olviden

LA CASA QUE HABITÓ SAN MARTÍN EN GRAN BOURG

 

Cuando San Martín no pasa un buen momento en cuanto a su situación económica, y vivía modestamente en  la “rué neuve Saint Georges”, se encontró con un viejo compañero de armas en el ejército Español a quien no había vuelto a ver en muchos años.

Almorzaron juntos en la casa de Aguado, tal el nombre del amigo, donde según explica Ricardo Rojas, los recibió una lujosa servidumbre.

“¿Conque tu eres el banquero Aguado?-dijo San Martín a su antiguo camarada de rancho y francachelas.”

-“Hombre-contestó éste, cuando uno  no  puede llegar a ser el libertador de medio mundo, me parece que se le puede perdonar el ser banquero.”

La vieja amistad renació y que fue justamente Aguado quien le financió la compra de una finca, vecina de otra que poseía. Veamos su relato: “vivía el gran banquero en el chateau  de Petit-Bour  sobre el Sena, a dos horas de Paris por el ferrocarril de Orleans. Era la residencia rural de un potentado…” “Frente a Petit Bourg, río de por medio, estaba la finca de Gran Bourg, que San Martín adquirió por consejo de Aguado y con su ayuda.”

Esta casa que se encontraba en las  fueras de parís y fuera adquirida el 25  de abril de 1834,  tenía una extensión de 70 áreas y constaba de un piso  bajo y dos altos. En el piso bajo había un salón, comedor y cocina. En el primer piso cinco habitaciones y en el segundo tres habitaciones. Los techos eran de pizarra, y recordamos de paso que la sede del Instituto Nacional Sanmartiniano es réplica de aquella, un tercio más grande.

San Martín vivió allí durante 14 años, desde 1834 hasta 1848. Aguado mandó construir un puente sobre el Sena para facilitar el paso entre ambas propiedades.

En esta casa pasaba San Martín ocho o nueve meses al año, yendo a sitios más cálidos en invierno, y en 1848 se mudó a Boulogne Sur Mer. 

La casa de Gran Bourg se vendió a mediados de 1849, siendo en la actualidad propiedad privada.

Es posible que hacia 1828 -no hay certeza informativa- San Martín se encontrara en París o en Bruselas, con el noble español Alejandro Aguado y Ramírez, marqués de las Marismas del Guadalquivir, antiguo compañero de armas, que en 1808 había sentado plaza en el Regimiento de Campo Mayor, en el que el argentino ya se distinguía por sus relevantes méritos; fue entonces que trabaron amistad. Aguado era, veinte años después, un acaudalado banquero. Había sido hombre de consejo económico para Fernando VII y para el mismo rey francés, que le otorgara la Cruz de la Legión de Honor. Radicado en Francia, alejado del mundo de los negocios y convertido en mecenas artístico, administraba sus cuantiosos bienes y se desempeñaba como intendente de la comuna de Evry, en la que estaba comprendido el predio de Grand Bourg. Residía en el castillo Petit-Bourg, a 25 kilómetros de París.

Cuando en 1830 San Martín abandonó Bruselas y se trasladó a París, su situación económica era harto difícil, pues solo subsistía gracias a las rentas exiguas de su finca mendocina y de una casa porteña, puesto que la estimable pensión que le asignara por decreto el gobierno peruano había dejado de pagársele. Los gobiernos de Chile y de Argentina tampoco lo ayudaban en el exilio. Y, en fin, la devaluación de la moneda lo había llevado a una situación afligente. Su intención de radicarse en Mendoza se había frustrado en su viaje al Plata en 1828-1829, al hallarse frente a un país convulsionado por la guerra civil. Precisamente, al retornar a Francia se produjo entonces, ahora en 1830, el reencuentro con Aguado, que fue providencial, pues acudió con ayuda económica a su amigo: "Me puso a cubierto de la indigencia. A él debo, no solo mi existencia, sino el no haber muerto en un hospital", escribe en una carta. Gracias, al parecer, a aquel auxilio, y con alguna base propia, es que el héroe pudo adquirir una finca en la localidad de Grand Bourg, el 25 de abril de 1834. Un año después, compró también una casa en París, sita en la Rue Nueve Saint- Georges, cerca de la residencia del célebre Thiers.

Pasaba en la capital temporadas muy breves; la mayor parte del año permanecía en su finca de campo, junto al Sena, vecino de Aguado, a quien visitaba con frecuencia. Grand-Bourg, se hallaba a 7 km. de París. Su extensión era de escasas 70 áreas. La casa tenía un piso bajo y dos altos: en la planta baja se encontraban el salón, el comedor y la cocina; el primer piso tenía cinco habitaciones y tres el segundo. Su techo era de pizarra. El nuevo habitante introdujo algunos cambios edilicios. La sede actual del Instituto Nacional Sanmartiniano de Buenos Aires es una réplica, con leve modificación de escala, de la residencia francesa. La casa estaba rodeada de un vasto parque: una huerta con árboles frutales, un jardín, un invernáculo y algunas dependencias en ese terreno circundante. El Libertador se entretenía en el cuidado del jardín y algo de la huerta. Casada Merceditas con Mariano Balcarce, en 1832, fueron a vivir a Grand- Bourg y allí crecieron las dos nietecitas: Mercedes, nacida en Buenos Aires, y Josefa, en aquella casa de campo, en 1836. Allí lo visitaba, dominicalmente, Florencio Balcarce, hermano de Mariano, el autor de "El cigarro", poema escrito en Grand Bourg, en el que reflexiona sobre lo efímero de la gloria humana.

A San Martín le placía la vida reposada y aislada que el lugar le permitía. Sus jornadas eran ordenadas y apacibles. Allí pasaba de 8 a 9 meses del año, con salidas a sitios más cálidos durante el invierno. Sus cartas registran su gusto por esa sosegada existencia. Se levantaba con el alba, preparaba su desayuno, consistente en te o café, que tomaba en un mate con bombilla. Luego pasaba a sus tareas habituales: el picado de tabaco, que fumaba en pipa y, a veces, en chala; el trapicheo, como llamaba a la tarea de limpiar y lustrar su colección de armas; la realización de pequeñas obras de carpintería, a la que era afecto; o, bien, iluminaba litografías, como entonces se decía al colorear de estampas, particularmente de barcos, paisajes marinos y escenas campestres; algunas de estas piezas han llegado hasta nosotros. El mismo cosía sus ropas, según el habitó adquirido en el ejército, que no quería abandonar pese a los reclamos de su hija. Tenía un perrito de aguas, un "choco", traído de Guayaquil, al que adiestraba en pruebas de obediencia. Hacía paseos a caballo por las inmediaciones. De regreso, descansaba en una vieja poltrona, donde tomaba mate, fumaba y leía. La lectura fue la más sostenida de sus distracciones. Lo hacía en inglés, italiano y, naturalmente, francés. Era amigo de leer periódicos particularmente americanos. En 1848, el agravamiento de sus cataratas lo limitó en ello. Su librería personal aún se conserva en nuestra Biblioteca Nacional. Dormía en una simple cama de hierro, comía asado, de preferencia, y bebía vino con sobriedad.

Parte considerable de su tiempo lo destinaba a ordenar los papeles y documentos de su archivo personal. Había planeado escribir sus memorias, que esperaba se dieran a publicidad después de muerto. No avanzó en esta tarea; solo alcanzó a trazar una cronología de los hechos que protagonizó, desde 1813 a 1832, acompañada con documentos probatorios. Quizá, les agrego algunas notas y glosas a dichos papeles, pero, es de lamentar, no compuso finalmente sus Memorias.

Cultivó un activo dialogo epistolar desde su retiro de Grand-Bourg. Es abundante y reveladora su correspondencia con los amigos distantes, a los que confía sus opiniones siempre francas y definidas, sobre la evolución política de los pueblos americanos o de Europa, y se franquea sobre rasgos de su salud o sobre la intimidad familiar. Varios de sus corresponsales -v.g. los chilenos Joaquín Prieto, Manuel Antonio Pinto o Joaquín Tocornal- le encomendaban sus hijos de viaje por Europa, que visitaban al varón venerable con el respeto inculcado por sus padres. De los prohombres americanos, quien le arrancó epístolas mas fraternales fue Bernardo O'Higgins. Y las más duras y contundentes las provocaron Manuel Moreno (diplomático argentino destacado en Londres, hermano de Mariano Moreno), quien, aviesamente, animó el rumor de que el general planeaba proyectos monárquicos para América; y el peruano Riva Agüero, "despreciable persona". También respondía las cartas de historiadores y publicistas que requerían su información sobre cuestiones en las que había sido ejecutor principal. Así, las epístolas a Gastón Lafond de Lurcy, quien componía sus "Viajes alrededor del mundo", en uno de cuyos tomos insertó la polemizada carta en la que se revelaría la situación de la entrevista de Guayaquil. O, de igual manera, a Guillermo Miller, que había servido a sus órdenes y redactaba por entonces sus Memorias, para las que obtuvo noticias de primera mano y el último retrato de San Martín en Grand- Bourg. Miller lo invitaba a un vasto viaje a Oriente -Constantinopla, Irán, Jerusalén... Nueva York-, casi una vuelta al mundo, pero no cuajó el proyecto amical. San Martín hizo viajes europeos en los meses de invierno, pues el de París le resultaba nocivo a sus ataques nerviosos que a veces lo aquejaban.

En 1841 hizo una excursión a Bretaña y a la región de la Vandee. Al año siguiente, al Havre, la Baja Normandía y el Mediodía de Francia. En 1845 visitó Florencia, luego Nápoles, donde permaneció hasta enero del año inmediato; se desplazó a Génova y a Roma, regresando a su finca en febrero. En 1847 hizo un viaje a los Pirineos Orientales, visitó Port-Vendres y Colliure, retornando a Grand-Bourg, para no emprender ningún otro viaje de estación. El año 1842 fue doblemente luctuoso para San Martín: murió O'Higgins, en su destierro peruano y murió Aguado, en viaje por España, nombrándolo albacea testamentario y tutor de sus hijos y dejándole, como legado, sus joyas y medallas. El prócer cumplió cabalmente su tarea de albacea y curador, concluida en 1845.

Una satisfacción vino a morigerar el dolor por la muerte de sus amigos: el gobierno de Chile, presidido por don Manuel Bulnes, reconoce los méritos del Libertador, considerándolo en servicio activo hasta el fin de sus días e invitándolo a residir en aquel país. Un año antes de 1842, Sarmiento, con su artículo sobre la batalla de Chacabuco, publicado en "El Mercurio" de Valparaíso, había reavivado la conciencia chilena de gratitud. En 1838, al enterarse del bloqueo francés a Buenos Aires, escribió a Rosas ofreciendo sus servicios en defensa de nuestra soberanía. Cambiará varias cartas con el Gobernador de Buenos Aires hasta 1850. En una de ellas, el mismo le informa que se lo ha designado ministro plenipotenciario frente al gobierno del Perú, pero San Martín rechaza el honor y ofrece sus gestiones en otros terrenos, en favor del suelo patrio. Y lo hará en un par de epístolas con sensatas y oportunas consideraciones que llamarán a la reflexión a los gobiernos de Inglaterra y Francia. La primera es la respuesta a Jorge Federico Dickson, representante del alto comercio de Londres, que fue difundida por la la prensa inglesa. La segunda, dirigida al ministro francés Bineau, fue leída en el Parlamento por Mr. Bouther. Ambas surtieron poderoso efecto. La ultima decía: "establecido y propietario en Francia veinte años ha y contando acabar aquí mis días las simpatías de mi corazón se hallan divididas entre mi país natal y la Francia, mi segunda patria." Sarmiento en una conferencia de 1847 en el Instituto Histórico de Francia, dijo que todos los americanos de paso por ese país concurrían a un punto: "Grand-Bourg se llama el lugar de esta romería "(...) El monumento que los americanos solicitan ver allí es un anciano de elevada estatura, facciones prominentes y caracterizadas, mirar penetrante y vivo, en despecho de los años, y maneras francas y amables. La residencia del general San Martín en Grand-Bourg es un acto solemne de la historia de América del Sur, la continuación de un sacrificio que principió en 1822 y que se perpetúa aún, como aquellos votos con que los caballeros o los ascéticos de otros tiempos ligaban toda su existencia al cumplimiento de un deber penoso." Señalaba así el largo ostracismo del héroe y el desfile incesante de personalidades que acudían a su retiro campestre a conocerlo. Entre ellos, cabe destacar a tres argentinos ilustres: Juan Bautista Alberdi, quien en 1843, tras conocerlo en París, en casa de los Guerrico, acudió a Grand-Bourg y pasó una velada allí. Al año siguiente, lo hizo Florencio Varela; y en el verano de 1846, el mismo Sarmiento, quien dialogó extensamente con el Libertador en el petit cottage. Todos ellos han dejado páginas evocativas de aquellos encuentros dignas de relectura y que registran, con diversidad de ópticas, ricas y diferentes impresiones sobre la figura prócera y los temas de la conversación. A medida que los años pasaban y no podía San Martín quebrar su exilio, regresando a su patria querida, se afirmaba en sí "el sentimiento doloroso de no poder dejar mis huesos en la patria que me vio nacer." Su anhelo, nunca amortecido, de retornar al Plata, reflotaba recurrentemente, pero siempre se lo impedían las circunstancias políticas mal barajadas.

En 1844, redacta y firma en París su testamento ológrafo. Cuatro años después, ante el clima revolucionario creciente en Francia, abandona Grand- Bourg y París, y se instalará en Boulogne- sur-Mer. A mediados de 1849 venderá su querida finca de Evry, junto al Sena, que le dio sereno cobijo desde 1834 hasta 1848, casi tres lustros de apacible vida retirada, con el cálido entorno familiar de los suyos.

Allí, en Grand-Bourg, cultivó las tres dimensiones del diálogo humano: el hablar con los muertos, que era la lectura de su selecta biblioteca; el hablar con los vivos, los distantes, mediante las epístolas, y los cercanos, con sus visitas; Y, finalmente, el hablar consigo mismo, la meditación, de la que extrajo luz de desengaño y verdad para iluminar su estoico ostracismo.

Extraído del libro del Instituto Nacional San Martiniano. Recopilación H. Montiel Web wwwjimdo.com

POBRE VIEJO

Pobre viejo, los años se le vinieron encima como la noche al día, ya no se levanta temprano, ya no se sienta a matear junto a su vieja querida, más de 50 años juntos recorrieron muchos caminos de alegría y tristezas. Hoy el viejo parece distante sus ojos se van apagando como luz de luciérnaga en la oscuridad, su rostro refleja todo el sufrimiento pasado, cuantas penas viejo cuantas desgracias tuviste que pasar, pero siempre estuviste allí firme como un roble al que el hacha no puede lastimar, manos callosas de tanto agarra la azada, el hacha, y cualquier herramienta que sirviera para trabajar y poder ganar el pan para los hijos que pedían ser alimentados, temprano te levantabas y después de tomar unos amargos como solías decir salías con la ilusión de encontrar algún trabajito y poder llevar la comida, todos en la casa quedan expectantes al regreso del viejo que traerá para comer, el sol se iba ocultando en los picos más elevados de la cordillera andina, los güirises jugaban en el callejón en la entrada a la casa esperando al viejo. Allá viene grita el más chiquito y sale corriendo en su encuentro, los demás lo imitan son tres niños que saltan de alegría a ver que ha regresado el padre y seguro que les trae pan, pero al ver que el viejo solo trae penas y angustia se les borra la alegría de la cara. Pobre viejo piensa la vieja que observa todo desde la ventana de la casa, si parece que se le vinieron de golpe los años al viejo. Toma una silla y se sienta mientras por sus mejillas se desliza una lagrima de tristeza y dolor por que hoy no puedo traer comida para sus hijos, ya nadie lo quiere contratar, no lo necesitan porque esta viejo y no puede rendir como un joven, pobre viejo, levanta la vista mira sus manos vacías y callosas, con esas manos ha alimentado a toda su familia le dio estudio a los demás hijos, que hoy gracias al viejo tienen una profesión y una buena posición económica, pero debe seguir luchando por la vieja y los demás chicos, pero como hace si nadie le da trabajo, como puede hacer para seguir adelante, parece que el ser viejo es un pecado en este país se te cierran todas las puertas, los hijos lo contemplan y murmuran entre sí. El tata esta viejo que vamos hacer, hoy no se levanto y ya no tiene la ayuda de la vieja la cual murió de pena al ver al viejo en esas condiciones. Bueno hay que ver a los demás hijos hay que ver qué hacemos con el viejo, los hijos se reúnen en total son seis, entre ellos hay médicos, abogados, ingenieros, a todos se los banco el viejo laburaba de sol a sol, llegaba a casa con las manos llenas de ampollas, la cara quemada por el sol, hoy el viejo ya no sirve para trabajar, ya no puede valerse por sí mismo, que hacemos con el viejo es la pregunta que se hacen, los seis se miran y uno dice llévatelo vos que temes más tiempo cometa uno, el señalado dice yo ni loco mí mujer me mata, al viejo hay que levantarlo lavarle la cara, bañarlo, cambiarlo, yo no puede, tal vez vos que sos médico lo puedes tener y atenderlo, no menos que menos imagínate tengo el consultorio lleno de pacientes el viejo no me dejaría trabajar tendría que estar pendiente del él, además mí casa es muy pequeña, no tengo lugar y mí jermu se junta con sus amistades y el viejo le molestaría y eso es lo que no quiero, no me voy a llevar mal con ella por el viejo. Y vos dirigiendo la mirada una de las hijas vos no has hecho nada por el papá, creo que te toca a vos cuidarlo llévatelo a tu casa, tu marido se va por toda la semana, no, no puedo tengo que cuidar a mis hijos, hay que mandarlos al colegio y tengo actividades voy todo los días al gimnasio y además las reuniones de amigas en casa donde desarrollamos actividades de beneficencia, por eso no puede cuidar al papá. Bueno que hacemos, el mayor de los hijos se para mira hacia la habitación donde se encuentra el viejo, que hoy no ha desayunado ni tampoco lo levantaron a tomar sol, si yo pudiera me lo llevaría, pero no puedo, he y si le decimos algunas de las hermanas haber si se lo llevan total les decimos que es por un tiempito nada más, ellas no tienen nada que hacer viven permanentemente en sus casa no tienen actividad social como nosotros, bueno eso haremos mañana nos vamos a reunir con ellos, viejo mañana vemos quien te va a cuidar, enseguida viene una empleada para que te levante y te dé de comer.

Así quedo el viejo tirado en una cama, recordando esos tiempo cuando era joven y jugaba con sus hijos esos hijos que hoy no saben cómo cuidarlo, recuerda a la vieja lavando los trapos gastados por el uso, cebándole unos amargos a la sombre de esa hermosa parra que acobijo la infancia de los hijos, vieja que falta que le haces, porque te fuiste antes si le dijiste que se iban a ir juntos, que cosa que tiene la vida, allí mirando al techo con esos ojitos cansados, su piel quebrajada por los años, está el viejo solo abandonado a su suerte, porque dios permite que siga viviendo, si ya no tiene nada, todo se fue muy rápido, los hijos volaron y a él se le cortaron las alas, solo le quedan los recuerdos, las lagrimas que queman sus mejillas, y entre sollozos a penas se les escucha yo no los abandoné, luche por ustedes hasta que me abandonaron las fuerzas. Hoy es un día negro para el viejo, llega a la casa del viejo un auto importado, de el desciendo dos individuos, bien vestidos traje y corbata zapatos relucientes, que alegría son los hijos del viejo que vienen a verlo, al viejo se le ilumina su cara, vinieron a verme les echaba de menos les dice el viejo. Mira papá te venimos a buscar te vamos a llevar a un lugar donde vas a estar bien. Vas a tener compañía permanente, vas a estar con gente como vos sabes viejo, además nosotros vamos a estar todo los días con vos. Así lo cargan al viejo al lujoso auto y parten, a que casa me llevan con quien me voy a quedar hijo, ya vamos a llegar ya vas a ver que te va a gustar. Después de transitar un una hora el auto se detiene, frente a un local que parece una escuela, se observa un parque con unos asientos de madera y hormigón, uno por allá otro por acá, unos en silla de rueda otros con bastón son todos ancianos, las lagrimas comienzan a caer por las mejillas del anciano, para que me traen aquí me dijeron que me iba con ustedes hijos míos, porque esto yo quiero ir a mi casa con la vieja, no me dejen por favor, les juro que me voy a portar bien, miren les prometo que me levantare temprano, me bañare, y me iré a trabajar para comprarles lo que les haga falta, pero no mejen acá por favor. Quiero ir a casa, quiero estar con mis cositas mis mascotas y la vieja. Ya no eran lagrimas era una mezcla de ruego y de dolor, que a cualquier ser humano se le hubiese partido el corazón. Bueno viejo no seas maricón si vamos a estar con vos todos los día, te vamos a visitar te lo prometemos. Una empleada aparece con una silla de rueda y en conjunto con el enfermero cargan a viejo y se dirigen al interior del local. No me dejen por favor era la suplica del anciano, suplica que ya no era escuchada por los hijos los cuales en su auto lujoso se habían ido del lugar sin derramar una mísera lagrima por su papá. Ya han pasado varios meses y jamás los hijos volvieron a ver al viejo.

El viejo ya no ve, solo se lo oye decir no me dejen por favor me voy a portar bien, yo nunca los abandone, siempre me sacrifique para que fueran gente de bien, quiero ir a mi casa, así se fue apagando la vida del viejo, se apago de una forma lastimosa solo, abandonado a su suerte, dicen que en ese lugar después que el viejo murió se oyen sus lamentos. NO MEDEJEN POR FAVOR ME VOY A PORTAR BIEN …

Los sínicos lloran sobre el cajón, papá porque te fuiste, porque nos abandonaste, mucha gente en el velorio, pero algo llamó la atención era la clase de gente que llegaba, se hizo como una tertulia, gente de saco y corbata, autos últimos modelos. Y el llanto de los hijos se hacía escuchar y la condolencia de los allegados. Al depositar los restos del viejo en el cementerio del lugar, tampoco fue como el viejo lo deseaba junto a su vieja, fue a parar en fosa común y con una simple CRUZ DE MADERA QUE DECIA QPD, hasta se olvidaron de ponerle el nombre. Hoy en ese cementerio también se escuchan los lamentos de esta alma en pena que no tiene descanso.

de HERIBERTO MONTIEL

      HISTORIA DEL VALLE DE UCO:

Heriberto MOntiel

La Estatua de San Cayetano en el Arroyo Aguanda.
Lo primero es comentarles un poco la biografía de este Famoso Santo que es venerado por los católicos y su estatua se encuentra casi en todas la Iglesias. Después ponga atención que le voy a relatar sobre la estatua de este Santo que en la actualidad se encuentra en la Capilla del Paraje Paso de las carretas.
El santo nació en 1480 en Vicenza, cerca de Venecia, Italia, y de niño quedó huérfano de padre.
Estudió en la Universidad de Padua, donde obtuvo dos doctorados y allí sobresalía por su presencia venerable y por su bondad exquisita que le ganaba muchas amistades.
Después se fue a Roma y en esa ciudad capital llegó a ser secretario privado del papa Julio II y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote y a partir de ahí inició una vida dedicada a la ayuda de los pobres y a los enfermos.
Pero su máxima preocupación fue la corrupción reinante en la Roma de esos años, razón por la cual formó una congregación para socorrer a personas carenciadas y desprotegidas.
Fundó los padres teatinos (nombre que les viene a Teati, la ciudad de la cual era obispo el superior de la comunidad, monseñor Caraffa, que después llegó a ser el papa Pablo IV)
“Me siento sano del cuerpo pero enfermo del alma al ver cómo Cristo espera la conversión de todos, y son tan poquitos los que se mueven a convertirse”, escribió San Cayetano a un amigo.
San Cayetano era de familia muy rica, sin embargo se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres. Fundó asociaciones llamadas “Montes de piedad” (Montepíos) que se dedicaban a prestar dinero a gentes muy pobres con bajísimos intereses.
Murió a los 67 años y el Sumo Pontífice lo declaró santo en 1671. En Argentina se lo venera como santo que ayuda a proveer de pan y trabajo pero en el resto del mundo es común invocarlo para auxilio a pobres y desprotegidos.
RELATO  DE LA ESTATUA DE SAN CAYETANO
Entre el año 1971/2 aproximadamente  se trasladaban del paraje Aguanda  a la Escuela Benito Lynch  del Paso de Las carretas un grupo de niños,  era época invernal  hacía mucho frio un día con una leve llovizna,  con estos chicos también se trasladaba un Señor de  apellido  Parra de nacionalidad  Chilena que realizaba trabajos de limpieza en la mencionada Escuela, de paso acompañaba  a los niños que eran dos o tres, recorrían largo camino  de arena rodeado de campo, hasta llegar al asfalto  este trayecto lo hacían de a pié dado que por la arena no podía hacerlo en bici, después  finalizar la clase y al retirarse se juntaban con otros chicos que vivían en las inmediaciones del arroyo como los Moreno,  Martínez , que llegaban hasta el puente y de allí se separaban, es el caso que al llegar al puente uno de los niño  que se llama  Heriberto, observo un bulto como de un tronco o algo que llamó la atención de los demás chicos, desde arriba del puente del arroyo Aguanda se vía  correr las aguas cristalina y este raro bulto que parecía  a un niño atravesado  en  arroyo, este chico espero a que llegara Parra que estaba a unos metros y le dijo mire lo que hay allí abajo, de formar inmediata  con esta persona descienden al bajo del arroyo y con un palo atraen el bulto que estaba envuelto con unas bolsas arpilleras, entro dos lo sacan al costado y comienzan desenvolverlo porque debajo de la arpillera se encuentra algo envuelto en diario, se temía lo peor  podría ser una criatura pero, no fue así todos se quedaron sorprendidos  porque lo que descubrieron era una estatua de un Santo, después de salir del asombro comienzan las pregunta ¿de dónde salió?, ¿quien la arrojo la dejó allí? , el agua pudo haberla arrastrado por el peso  de la estatua, bueno ahora que se hacía con ella,  Parra toma la decisión  de enviar a un chico hasta la Escuela para que viniera la Directora que en esa época era la Señora María Rosa Puebla de Negreira, al llegar al lugar también queda sorprendida  y  preguntó quien la encontró   y que si se la llevaría a la casa,  Heriberto obviamente pensó que como se iba a llevar a un Santo tan pesado y además su casa queda muy lejos, entonces  le dijeron a la directora que si la podían llevar a la Capilla para dejarla allí, y hacia lo hicieron  dejaron al Santo  que después se supo quera un SAN CAYETANO, hasta hoy se encuentra  en el altar, lástima que no hay nada que relate su historia para los visitantes, bueno amigos esta es mi historia dijo mía porque yo fui el que encontró esta estatua.  Les dejo una foto de ella y cuando puedan visiten esta hermosa capilla.